El 2018 ha sido un año en el que los protagonistas, una vez más, han sido los autónomos cuando se habla de empleo en Andalucía. Un año de crecimiento y consolidación del número de afiliados al RETA y de generación de empleo asalariado por parte de los autónomos. En este año que ha finalizado, estarán bajo el paraguas del trabajo autónomo más de 525 mil trabajadores por cuenta propia que emplean a más de 264 mil andaluces por cuenta ajena.

Y muy unido a este surgir de nuevas actividades está el mayor impulso emprendedor registrado en las autónomas. Las mujeres no se quedan en el cliché y destacan en las actividades que ahora tienen un mayor empuje como son las científicas, profesionales y técnicas y en educación y servicios sanitarios. La participación de la mujer en el mercado laboral es esencial para la recuperación. Donde ellas emprenden, la economía crece y ese sector se refuerza.

Sin embargo, y aunque no podemos dejar de poner en positivo estos datos, no se puede obviar que ha sido un año ‘horribilis’ para el comercio y la hostelería, solo compensado cuando hablamos de cifras, no de personas, con el incremento y alza de otras actividades que protagonizan ahora el trabajo autónomo.

También ha sido un año muy marcado por la incertidumbre que se ha generado en nuestro entorno con respecto a la toma de decisiones políticas en materias que les afectan de lleno: sus cotizaciones a la Seguridad Social y sus derechos socio laborales. Afortunadamente, se ha llegado a un acuerdo positivo que permitirá que los autónomos tengan derecho a cobrar la prestación por accidente de trabajo o enfermedad profesional desde el primer día de baja, que puedan acceder a la formación, no pagarán la cuota de Seguridad Social a partir del segundo mes de baja por enfermedad o incapacidad temporal hasta el momento del alta, la base de cotización se incrementa a partir del 1 de enero en un 1,25% (5,36 euros/mes), que las autónomas, dentro de los 24 meses posteriores a la prestación de baja por maternidad, puedan obtener una tarifa plana de 60 euros durante 12 meses sin necesidad de cesar previamente en su actividad, y se mejora el acceso, flexibilizan las condiciones y amplía la duración de la prestación por cese de actividad… entre otras medidas muy efectivas para nuestro colectivo.

Lo que ya hemos vivido en Andalucía y lo que vendrá en todo el territorio español no ha sido fácil de consensuar, ni lo va a ser. Los diversos y difusos escenarios políticos electorales pueden influir en la creación de empleo. No solo por las líneas de actuación de cada bloque, sino por la inactividad que puede conllevar la paralización a la hora de formar gobiernos. No hay nada tan nocivo para el empleo como la incertidumbre y la inseguridad, salvo la bajada en ventas, y una cosa, al final, siempre arrastra a la otra.

En Andalucía, las políticas en materia de trabajo autónomo han vuelto a sufrir el retraso habitual de su puesta en marcha, ejecución y resolución. Por ello, creemos necesario cambiar esta tendencia y planificar estas políticas en el primer trimestre del año, para que realmente se hagan efectivas el resto del año y así apoyar la consolidación de los autónomos andaluces.

El emprendimiento es una fuerza en auge, un nuevo modelo emergente y necesita todo el apoyo por parte del Gobierno andaluz. Sea el que sea. Los autónomos no deberían de ser moneda de cambio, deberían ser la simiente del crecimiento de la economía y, como tal, ser cuidados, mimados y protegidos.

 

Rafael Amor | Presidente de ATA Andalucía Rafael Amor

 

 

 

Artículo incluido en el número de enero de la revista Agenda de la Empresa