El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) publicó a finales de febrero un documento bajo el título “Desinformación en el ciberespacio” que ha sido elaborado por el Centro Criptológico Nacional (CCN) para que los ciudadanos puedan detectar las denominadas “fake news” y puedan estar prevenidos ante ellas.

El documento, importante y valioso como elemento de comunicación, entre otras cosas, refleja la extraordinaria dimensión que ha alcanzado el problema de la ciberseguridad a escala global y sus efectos para nuestro país, sus instituciones y sus empresas.

Tal y como se explica en la introducción, “España sufre diariamente tres ciberataques de peligrosidad crítica o muy alta contra el sector público y empresas estratégicas. Algunas de estas acciones ofensivas tienen su origen, principalmente, en otros Estados que tienen entre sus propósitos debilitar y comprometer la capacidad económica, tecnológica y política de España en un mundo cada vez más complejo, competitivo y globalizado”.

El asunto es complejo y merecedor de la máxima atención. De hecho, en 2017, el Ejecutivo ya elaboró y puso en marcha la denominada “Estrategia de Seguridad Nacional” en la que incluía “de manera explícita la amenaza de acciones híbridas como uno de los principales retos de seguridad a los que debe hacer frente el país”.

De hecho, se recogía que la amenaza podría venir de “agentes estatales” y “no estatales” combinados en el empleo de “medios militares con ataques cibernéticos, elementos de presión económica o campaña de influencia en las redes sociales”. Un escenario geopolítico en el que la comunicación -para emplear las técnicas de desinformación y manipulación tradicionales- ha dado un paso inimaginable gracias al universo digital.

Les recomiendo vivamente la lectura, atenta y cuidadosa, del documento, accesible para su descarga en PDF en la propia web del Centro Criptológico Nacional. Como final, incluye un decálogo de “seguridad frente a las campañas de desinformación”, que debería ser de enseñanza obligada y que les incluyo aquí.

– Analiza la fuente de las noticias que recibes y consumes: es habitual tomar como ciertas muchas de las noticias que recibimos sin fijarnos de donde provienen y reenviarlas a nuestros grupos de WhatsApp o colgarlas en nuestras cuentas de redes. Primer peligro.

– Duda de los pantallazos que recibas por redes sociales: es muy fácil retocar y manipular las imágenes que recibimos y hacer correr la falsedad.

– Hay que fijarse en quién te ha compartido la noticia y en qué contexto: si damos credibilidad a todos los mensajes que recibimos podemos caer fácilmente en la trampa. Hay que guardarla solo para las noticias compartidas por fuentes reales.

– Atención a las falsas cuentas “humanas”: los bots y los perfiles falsos manejados por terceros son cada vez más frecuentes. Hay que analizar bien quién contacta con nosotros y para qué.

No seas parte del algoritmo: además de las plataformas digitales que utilizamos para comunicarnos diariamente -donde el algoritmo acaba personalizando los contenidos que buscamos de manera habitual- hay que procurar consultar otras para contrastar.

– Lee la letra pequeña: el recuerdo de lo evidente, que las acciones de desinformación más exitosas son aquellas que se sustentan en medias verdades.

Mantente alerta con los contenidos patrocinados de origen desconocido: uno de los riesgos más graves para financiar involuntariamente a agentes enemigos ya que las plataformas digitales obtienen ingresos económicos a cambio del patrocinio de determinados contenidos.

– Desconfía de estrellas invitadas: cuidado con la toma de posición o partido de relevantes agentes políticos, sociales o culturales porque puede ser que algunos de estos actores influyentes participar en función de determinadas agendas que no son conocidas por la audiencia final.

– Pensamiento crítico y cabeza fría: participar en los debates públicos enriquece la democracia y la pluralidad política, sin embargo, es recomendable hacerlo desde la racionalidad, el respeto y el pensamiento crítico.

– Puedes parar un conflicto: Todos formamos parte y somos eslabones de las campañas de desinformación. Es importante ser conscientes de que podemos ser utilizados como peones de estrategias patrocinadas por agentes desconocidos con intereses políticos no declarados.

 

Francisco J. Bocero WEB Francisco Bocero

Periodista y consultor de comunicación estratégica

Director de Comunicación de CEA

@PacoBocero

 

Artículo incluido en el número de marzo de la revista Agenda de la Empresa