Podría situarse en el 2,2%, creándose 398.000 puestos de trabajo

La economía española continuó el tono expansivo durante el primer trimestre de 2019, con un avance del 0,7% respecto al trimestre anterior, de acuerdo a los datos de Contabilidad Nacional Trimestral publicados por el Instituto Nacional de Estadística.

De este modo, el ritmo de crecimiento del PIB de la economía española en los últimos doce meses fue del 2,4%, sustancialmente por encima del promedio comunitario y de la zona euro.

Un rasgo significativo de la trayectoria reciente es el comportamiento positivo del empleo durante el trimestre, con un aumento en el número de ocupados del 2,8% interanual (2,6% en el trimestre precedente). Una tasa superior al propio avance del PIB y que revela la capacidad del mercado de trabajo español para trasladar el dinamismo de la actividad productiva a la creación de empleo.

En términos absolutos, se han creado 510.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en los últimos doce meses. En particular, destaca el aumento de la ocupación en el sector de la construcción, marcando una tasa de incremento interanual en el trimestre del 11,3%.

El aspecto menos positivo es el descenso de la productividad de la economía española, que en el caso de la productividad por hora efectivamente trabajada, encadena cuatro trimestres consecutivos de ritmos interanuales negativos.

Perspectivas

Los datos anteriores ponen de manifiesto el dinamismo de la economía española en un entorno de incertidumbre como el actual, tanto en el ámbito interno, como externo.

El entorno económico internacional no invita al optimismo. El crecimiento mundial podría ser inferior al previsto en un primer momento, que ya era moderado. Un síntoma de esta probable ralentización adicional han sido los mensajes de los principales bancos centrales, indicando una posible suavización de sus políticas de subidas de tipos. Entre las causas de este menor crecimiento de la economía mundial se encuentran las tensiones comerciales entre las principales potencias, un panorama geopolítico complicado con impacto directo en el precio del petróleo o la solución final que se dé al Brexit.

A lo anterior hay que añadir un panorama interno, donde las negociaciones para la formación de gobierno se están prolongando en exceso, en un entorno económico difícil que requiere cuanto antes medidas para controlar el déficit público, reducir la deuda y afrontar las reformas estructurales necesarias para incrementar la productividad de la economía y garantizar el bienestar a largo plazo.

La Cámara de Comercio de España prevé una cierta ralentización de la actividad económica a partir del segundo trimestre del año. A pesar de ello, el crecimiento para el conjunto de 2019 podría situarse en el entorno del 2,2%, mejorando las previsiones anteriores en dos décimas porcentuales. El número de ocupados (medidos en términos de empleo equivalente a tiempo completo) podría incrementarse también un 2,2% durante este año, 398.000 puestos de trabajo adicionales respecto a 2018. Por su parte, la tasa de paro podría bajar del 14% por primera vez desde 2008, hasta situarse en el 13,8% de la población activa.

Motores del crecimiento

La trayectoria descrita se sustenta en el mantenimiento del pulso de la demanda interna, aunque con un perfil de paulatina ralentización, y en un sector exterior que retoma su aportación positiva. Con mayor nivel de detalle, el gasto en consumo final ha moderado su crecimiento en el trimestre, aumentando a una tasa del 1,6% respecto al primer trimestre de 2019 (2,0% en trimestre anterior). En su lugar, la formación bruta de capital fijo ha acelerado su dinamismo en el trimestre (variación interanual del 4,7%, 0,3 décimas más que en el anterior trimestre), especialmente la inversión en maquinaria y bienes de equipo (incremento del 7,2%, 4,4 puntos por encima de la variación del anterior trimestre).

La contribución positiva del sector exterior responde a un estancamiento de las exportaciones (variación interanual del 0,0% en el trimestre, un punto porcentual por debajo del trimestre precedente) y a la caída de las importaciones de bienes y servicios (-0,5%, frente al avance del 1,7% en el anterior trimestre).

Por ramas de actividad, destaca el vigor del sector de la construcción, con un aumento del 6,6% en el primer trimestre respecto al mismo periodo del año 2018, aunque con un perfil temporal de suave ralentización; así como a la atonía del sector industrial (variación interanual del 0,1%).