El sector inmobiliario es cambiante y cíclico. Sin embargo, las cifras y evolución del mismo durante los seis primeros meses del año nos han demostrado que 2019 sigue siendo un gran momento para vender una vivienda a precio competitivo. Un ejemplo sencillo y gráfico sobre cómo funciona el sector inmobiliario podría ser su relación con una noria: el mercado de la vivienda responde a un comportamiento cíclico estimado en una duración aproximada de 7 años. Lo que significa que desde 2014, momento en que empezaron a mostrarse los primeros indicios de recuperación del sector, se ha mantenido una tendencia alcista generalizada. De esta manera, encontrándonos en el quinto año de este periodo, podría afirmarse que el mercado se está acercando a su cuota máxima, como si se alcanzara el punto de mayor altura en el giro de la noria.

En lo que a transacciones se refiere, el Banco de España, en su boletín económico 2/2019, “Evolución reciente del mercado de la vivienda en España”, reflejó que los procesos de compra/venta ascendieron a 550.000 el pasado año 2018, un 10% más que en 2017, su nivel máximo en cinco años. En este mismo informe se recoge que la inversión en vivienda creció un 45% entre el cuarto trimestre de 2013 y el mismo periodo de 2018.

Si nos adentramos más allá en la teoría de ejemplificación de la noria, es una realidad que el precio de la vivienda se ha ido encareciendo progresivamente en los últimos años (y especialmente estos últimos meses) y no sólo en Madrid y Barcelona. Tal y como apuntaba el informe de Tendencias del Sector inmobiliario de la Sociedad de Tasación, “los precios se han encarecido un 5,4% en las capitales de provincia”.

Si ponemos la vista en el futuro y seguimos en línea con esta tendencia alcista y con la “teoría de la noria” del sector de la vivienda, es posible que vayamos encontrando un ligero estancamiento en el mercado a medida que se acerque el séptimo año del ciclo. Sin embargo, no podemos hablar de estancamiento en términos alarmistas, puesto que hace relativamente poco comenzó a experimentarse la revolución digital en nuestro país, y con ella, las reglas del juego cambiaron en el sector de la vivienda y los procesos de compraventa dejaron de ser tal y como hasta ahora se habían conocido.

El mercado inmobiliario en nuestro país se caracterizaba históricamente por ser poco transparente para compradores y vendedores, así como por los elevados precios en concepto de comisión que debían pagar todos aquellos interesados en vender su casa.  Sin embargo, desde hace poco más de dos años, las proptech aterrizaron para adaptar el sector inmobiliario a las nuevas exigencias que el ritmo de vida, las personas y la tecnología imponen a día de hoy. Desde que la digitalización se adentró en el sector de la vivienda, los procesos de compraventa han dejado de seguir los pasos de toda la vida y se han abierto su propio camino en un panorama hasta entonces impensable y totalmente nuevo, en el que el que vendedores y compradores son los principales beneficiarios.

Es por esto que es muy probable que las inmobiliarias proptech como Housell, capaces de realizar operaciones de compra y venta con mayor rapidez y a precios más económicos que las inmobiliarias tradicionales, apenas experimenten las fluctuaciones del mercado previamente comentadas. El mercado proptech es el único en muchos años que ha conseguido que la compraventa de una vivienda sea un proceso totalmente transparente, cómodo y sencillo para las personas. Cambiar el sector como lo hemos hecho, pensando en hacer la vida vida más fácil a todos, sólo ha sido el primer paso de la gran revolución del sector en nuestro país.

Guillermo Llibre

CEO de Housell