Adecco, líder mundial en la gestión de Recursos Humanos, presenta los resultados del Indicador Laboral de Comunidades Autónomas Adecco (ILCA) del segundo trimestre de 2006.

Este indicador, de periodicidad trimestral, elaborado por investigadores del IESE-IRCO, compara la situación de los mercados laborales de seis Comunidades Autónomas españolas utilizando cuatro variables: ocupación, que mide la creación de puestos de trabajo en relación con las necesidades de la economía en su conjunto; adaptabilidad del mercado a las variaciones de la oferta y la demanda y a otros cambios en el entorno micro o macroeconómico; apertura a los grupos de trabajadores considerados vulnerables (mujeres, jóvenes, etc.), y rendimiento, la relación entre las variaciones del salario real y la productividad, intentando anticipar la sostenibilidad de las tendencias del salario y el empleo.

Situación en el ILCA
Dentro del contexto general de caídas interanuales experimentadas por el ILCA español, la media lo ha hecho en un 1,3%, el ILCA andaluz ha experimentado un crecimiento interanual del 2,5% hasta alcanzar los 62,2 puntos. La subida no ha sido suficiente para abandonar el área de funcionamiento regular del mercado laboral, lo que convierte a Andalucía en la única comunidad autónoma que se sitúa en dicha área. La relevancia del aumento mencionado consiste en que ha permitido evitar una tercera contracción consecutiva.

Las proyecciones para los dos próximos trimestres indican que Andalucía y Madrid serán las únicas comunidades que registrarán mejoras en sus ILCAs. En el caso andaluz será de 62,8 puntos en septiembre (+2,7%) y 64,3 puntos (+7,2%) en diciembre. Andalucía marcará su mayor registro en tres años y medio, aunque no por ello logrará abandonar el área de valores regular.

Conciliación de la vida laboral y familiar
En 2005, la Encuesta de Población Activa incluyó en sus resultados datos sobre la conciliación de la vida laboral y familiar en España. El informe ILCA ha analizado dos de los indicadores que se utilizaron en esa encuesta para aportar una aproximación al estado actual de la conciliación: por un lado la posibilidad de tomar días libres por razones familiares y por otro la posibilidad de modificar el horario de llegada o salida del trabajo en al menos una hora por motivos familiares.

Como conclusiones genéricas se puede destacar que es más fácil conseguir un cambio de horario que obtener días libres. La flexibilidad es, en ambos casos, superior entre los trabajadores por cuenta propia y asalariados del sector público, que entre los asalariados del sector privado. Un primer análisis de los datos extraídos para estas dos variables indica que la situación general de la conciliación de la vida laboral y familiar es relativamente satisfactoria.

En el conjunto de España, casi 2 de cada 3 trabajadores afirman tener alguna posibilidad de tomar días libres por razones familiares, más allá de que dicha posibilidad sea juzgada bastante o poco. Entre las CC.AA. consideradas hay variaciones, si nos centramos en el caso de Andalucía, la comunidad se sitúa por encima de la media nacional, con un 64,2% de los ocupados que afirman poder coger días libres por razones familiares.

Los datos anteriores son claramente superiores si se restringe el análisis a los trabajadores por cuenta propia. Mientras en el total de España, el 86,1% de los mismos sostiene contar con la posibilidad de tomar días libres, en el caso andaluz el porcentaje se sitúa en el 86,2% de los trabajadores.

Analizando exclusivamente al colectivo de asalariados, los porcentajes de quienes sostienen poder tomar días libres por motivos familiares caen de forma severa con respecto a los trabajadores autónomos: en concreto hasta el 59,2%, si bien se sitúa ligeramente por encima de la media nacional (59,1%).

Los datos referidos a la flexibilidad horaria refuerzan esta impresión inicial, ya que el 67,9% de los trabajadores andaluces afirma poder modificar su horario laboral en, al menos, una hora por motivos familiares, una vez más, sin distinguir entre quienes creen que esa posibilidad es amplia o no.

En el caso de los ocupados por cuenta propia los porcentajes de flexibilidad horaria son similares a los referidos a la posibilidad de tomar días libres, sin distinguir entre los que pueden hacerlo habitualmente o rara vez. En el caso de los trabajadores andaluces, de nuevo se sitúan por debajo de la media nacional, con un 87% de ellos que aseguran poder hacerlo.

En cambio, si nos referimos a quienes trabajan en relación de dependencia, hay un claro incremento de la flexibilidad horaria en comparación con la flexibilidad de jornadas: un 63,6% de sus trabajadores por cuenta ajena afirman poder disfrutarla.

A pesar de los resultados anteriores, que indicarían que la conciliación laboral y familiar en Andalucía está bastante extendida, conviene analizar los resultados desde un punto de vista menos optimista, teniendo en cuenta que las personas que han respondido “rara vez”, tienen poca flexibilidad a la hora de conciliar. El siguiente análisis expuesto a continuación, agrupa a estas personas con las que responden que no tienen la posibilidad de alterar sus condiciones de trabajo por motivos familiares. De esta forma, el resultado es diferente a las anteriores conclusiones: cerca de la mitad de los ocupados andaluces dispone de una capacidad de conciliación entre su vida laboral y familiar inadecuada (44,7%).

Lógicamente, entre los autónomos andaluces los porcentajes son más reducidos pero, aún así, casi 1 de cada 4 (22,8%) dice no tener ninguna flexibilidad de jornada o tenerla rara vez. Una cifra muy parecida a la media nacional

Refiriéndonos al colectivo andaluz de ocupados por cuenta ajena, tenemos que cerca de la mitad, exactamente el 49,6%, tiene dificultades para compatibilizar su vida familiar y laboral, pues contesta que no tiene la posibilidad de tomar días libres o que dispone de ella rara vez.

A su vez, si limitáramos aún más el universo estudiado para restringirnos sólo a los asalariados del sector privado de Andalucía, es obvio que las proporciones indicadas serán mayores. Sin embargo, realizando algunos supuestos conservadores[1], puede estimarse que el 56,3% del total de los trabajadores del sector privado dice que no cuenta con la posibilidad de tomar días libres por razones familiares, o que la tiene rara vez. Una cifra muy parecida a la media nacional, que es del 56,7%.

Los resultados que se obtienen al analizar la flexibilidad de horarios desde esta segunda perspectiva (es decir, agrupando a los que afirman que cuentan con escasa o nula flexibilidad de horarios) son más positivos que los anteriores, pero aún así muestran en Andalucía el 39,8% no puede modificar sus horarios al menos una hora, o puede hacerlo rara vez.

Entre los autónomos andaluces, el 18,2% dice no tener o tener muy poca flexibilidad de horarios, una cifra que supera la media nacional (17,1%). En el colectivo de trabajadores por cuenta ajena, un 44,6% dice carecer de una adecuada flexibilidad horaria, porcentaje muy parecido al de la media nacional (44,5%).

En suma, si se considera el porcentaje de los que dicen tener la posibilidad de tomar días libres o modificar su horario por razones familiares (sin distinguir si esa posibilidad es considerada mucha o poca), puede concluirse que hay una adecuada conciliación entre la vida laboral y familiar, ya que cerca de 2 de cada 3 ocupados afirman tenerla. Sin embargo, la perspectiva es bien diferente si se considera conjuntamente a quienes dicen tener poca o ninguna posibilidad de tomar días libres o de modificar su horario de trabajo. De esta forma, entre 40% y 46% de los ocupados, según el indicador utilizado, tienen dificultades para conciliar la vida familiar con la laboral.

Desde esta perspectiva, tanto los autónomos como los asalariados del sector público tienen mayor flexibilidad tanto de horario como de jornada (sólo alrededor de 1 de cada 5 dice tener poca o ninguna flexibilidad), mientras que los asalariados del sector privado son los que tendrían mayores dificultades, ya que más de la mitad de ellos encuentra una flexibilidad insuficiente (56,3%).

Creación de empleo
Andalucía ha incorporado al mercado de trabajo durante los últimos doce meses hasta junio de 2006 a 154.000 personas (+5,2% interanual). Se trata del menor incremento de los últimos siete trimestres. Además, por primera vez desde el último trimestre de 2004, Andalucía no ha sido la autonomía con mayor incremento porcentual en su contingente de ocupados. Estas nuevas ocupaciones han dado empleo a las 133.000 personas que decidieron comenzar la búsqueda de un trabajo (es decir, el incremento de la población económicamente activa), así como también a 21.000 personas que se encontraban en paro. Ahora, el colectivo de parados está formado por 450.000 personas, la cifra más reducida de los últimos 23 años y la mitad, por ejemplo, de la que se registraba en la segunda mitad de 1997.

Durante los dos próximos trimestres, en Andalucía la desaceleración en la creación de empleo será tenue, por lo que continuará aumentando a un ritmo superior al promedio español. En los próximos seis meses se registrarán incrementos interanuales de 149.000 ocupados, que en septiembre implicarán un crecimiento del 5% interanual (cuando el ILCA nacional crecerá un 3,7% interanual) y en diciembre serán del 4,9% interanual (mientras que el ILCA nacional experimentará una subida interanual del 3,4%). A lo largo del período proyectado, Andalucía será la autonomía que más podrá reducir su cantidad de parados, lo que cobra más relevancia teniendo en cuenta el incremento previsto para esta variable en el conjunto de España. Este colectivo mostrará descensos interanuales de 9.000 personas en septiembre (caída del 2%) y de 36.000 individuos tres meses después (con una merma del 7,5%).

Empleo por sexo
Ya son cuatro los trimestres consecutivos en los que los nuevos empleos en Andalucía son asignados en su mayor parte a los hombres. En junio de 2006 los incrementos interanuales de la cantidad de ocupados han sido de 77.000 en el caso de los varones (+4,2% interanual) y 76.000 en el de las mujeres (+7% interanual).

Las proyecciones indican que en la comunidad andaluza mientras el grupo de hombres ocupados moderará su expansión, lo contrario ocurrirá con la cantidad de mujeres con ocupación. En el caso del colectivo femenino, 86.000 mujeres obtendrán empleo hacia junio (+8,1% interanual) y para septiembre lo harán 98.000 (+8,9% interanual). Eso permitirá que las mujeres vuelvan a captar más de la mitad de los nuevos empleos, algo que no ocurre en Andalucía desde el segundo trimestre de 2005. Más allá de la pérdida de vigor, ambos contingentes de ocupados continuarán expandiéndose más deprisa que la media de España. Los incrementos interanuales previstos para los varones son de 63.000 nuevos empleos en el tercer trimestre (+3,3%) y de 52.000 en el cuarto (+2,7%, que será la menor variación de los últimos tres años y medio).

Empleo por edad
Desde la perspectiva de los grupos de edad, Andalucía y Valencia destacaron por incrementar el número de ocupados, tanto de jóvenes como de adultos, más rápidamente que la media española. En el caso andaluz se observa incluso una aceleración en el empleo juvenil respecto de los dos trimestres previos. Durante el primer trimestre de 2006, 26.000 jóvenes menores de 25 años accedieron al mercado laboral en Andalucía, lo que supone un crecimiento del 7,1% interanual. Por su parte, la cantidad de adultos ocupados exhibió en el segundo trimestre un crecimiento interanual menor que el de los jóvenes, concretamente del 5% interanual. Así, un total de 128.000 personas adultas obtuvieron un puesto de trabajo.

Durante los dos próximos trimestres, el crecimiento del empleo de adultos en Andalucía mantendrá un ritmo similar al indicado para el segundo trimestre, en tanto que el correspondiente a jóvenes se atemperará. Aún así, ambos grupos de edad experimentarán crecimientos interanuales más elevados que la media del conjunto de España. Además, Andalucía mostrará la mayor expansión en el empleo de menores de 25 años, llegando en el tercer trimestre a aportar casi 8 de cada 10 nuevos puestos para jóvenes en todo el país. Para los adultos, proyectamos variaciones interanuales en el número de ocupados de 132.000 (+5,1%) y 128.000 (+4,8%), respectivamente, para el tercer y cuarto trimestres de 2006. En cuanto a los jóvenes, tales incrementos alcanzarán a 18.000 (+4,4%) y 21.000 (+5,6%) en iguales períodos.

Tasa de desempleo
La tasa de paro de la autonomía andaluza tuvo una disminución más marcada que la media de España, cayendo hasta colocarse en 12,7%, un 1,1% menos que un año antes. Aunque continúa siendo la más elevada dentro del grupo de comunidades estudiadas, paulatinamente la tasa de desempleo de Andalucía va cerrando el diferencial que la separa de la española.

Las proyecciones indican que al tener Andalucía la mayor tasa de paro, aún tiene margen para experimentar disminuciones significativas en la misma durante los próximos trimestres. De ahí que para el caso andaluz proyectemos caídas interanuales en esta variable de 8 décimas para septiembre y de 1,4 puntos porcentuales para diciembre. Con tales reducciones, la tasa de paro se ubicará en 12,7% y 12,4%, respectivamente. Lo relevante de este último nivel es que permitirá llevar el diferencial respecto de la tasa de desocupación de toda España a menos de 4 puntos porcentuales, algo que no ocurre desde, al menos, 30 años.

Tasa de desempleo femenino
Durante el segundo trimestre del año, la tasa de paro femenino andaluza ha mostrado su reducción menos marcada de los últimos dos años, concretamente fue de un 1%, lo que conlleva una proporción de mujeres paradas del 17,8%. Aún así, y a pesar de que continúa como la más elevada entre las seis CC.AA. estudiadas, este valor es el más favorable para Andalucía desde el tercer trimestre de 1980.

Durante el resto de 2006, Andalucía mostrará la evolución más favorable de la tasa de paro femenino, con descensos interanuales del 1,7% y el 2,3% en septiembre y diciembre, respectivamente. De acuerdo con esas previsiones, la tasa de desempleo de mujeres será del 17,8% y el 17,2% en los meses de septiembre y diciembre, respectivamente. Este último valor mencionado significaría el menor desde el último trimestre de 1979.

Tasa de desempleo juvenil
Tras una breve interrupción durante el primer trimestre del año, Andalucía volvió a presentar la mayor tasa de paro juvenil, tal como ha ocurrido casi sin excepciones a lo largo de los últimos 30 años. A pesar de ello, la proporción de parados menores de 25 años tuvo la segunda reducción interanual más pronunciada del conjunto de autonomías analizado, con una bajada del 4,1%. Con dicha contracción, esta variable cayó hasta 21,9%, el mejor registro para esta autonomía desde la primera mitad de 1977.

Durante los dos próximos trimestres, Andalucía y Cataluña serán las únicas dos autonomías entre las seis incluidas en este trabajo que experimentarán descensos interanuales en sus respectivas tasas de paro juvenil. En el caso andaluz, esta variable alcanzará valores del 22,1% en septiembre (reducción interanual de 1,3 puntos porcentuales) y el 21,6% a fin de año (contracción del 2,5%). El valor proyectado para diciembre será el menor para Andalucía desde la primera mitad de 1977.

Tasa de temporalidad
La tasa de temporalidad en los asalariados de Andalucía ha tenido un incremento interanual de 1,1 puntos porcentuales, con lo que ha alcanzado el 46,1%, el porcentaje más elevado del grupo de CC.AA. estudiado. No obstante, el actual valor conlleva una mejora si se compara, por ejemplo, con el 48,7% que ocupaba cuatro años atrás.

La dificultad fundamental para proyectar la evolución de la tasa de temporalidad radica en que no hay una fórmula clara, y mucho menos objetiva, para medir los efectos de la puesta en marcha de las medidas adoptadas en el Acuerdo firmado en mayo pasado por el Gobierno y las organizaciones sindicales y empresariales[1]. Sí cabe esperar un impacto inicial, que se traducirá principalmente en un cambio de tendencia, aunque la comparación interanual no en todos los casos mostraría una reducción de la proporción de asalariados contratados temporalmente. En Andalucía, el impacto del Acuerdo podrá ser algo más visible, aunque su proporción de temporales continuará siendo la más elevada por amplio margen. En septiembre, la tasa de temporalidad llegará al 46,3%, un 1,1% más que un año antes. Sin embargo, a finales del presente año, podrá ubicarse en el 45%, con una reducción interanual de 6 décimas. El valor indicado será el menor para un cuarto trimestre desde 1998.