El año 2019 se ha caracterizado en España por las continuas citas electorales, imposibilitando la formación de un gobierno estable y, por tanto, con la necesaria prórroga de los presupuestos. La tecnología no ha reparado en ello y ha seguido su avance inexorable, si bien no se han abierto nuevos paradigmas disruptivos. Más bien, lo que hemos vivido es la consolidación de tecnologías como el Cloud Computing, el Internet de las Cosas o la Inteligencia Artificial, que han traído muchas y nuevas aplicaciones que nos demuestran la capacidad realmente exponencial que tienen las Tecnologías Habilitadoras Digitales.

Ha sido un año en el que tecnologías como por ejemplo Blockchain han aumentado sus “casos de uso” en mercados diferentes al de su origen, el financiero, donde se usó para la creación de las primeras criptomonedas.

Ha sido un año con un fuerte incremento de la digitalización de los negocios y quien no se ha adaptado a los nuevos modelos, se ha salido del mercado. El caso de Thomas Cook ha sido un ejemplo de esta falta de adaptación. Es necesario adaptarse mediante modelos conectados, aumento de la cultura digital y brindar una excelente experiencia online al cliente.

Adolfo BorreroLa conectividad 5G

En cuanto los avances en conectividad, la tecnología 5G ha desplegado los primeros prototipos que nos hacen ver un futuro brillante con casos de uso todavía desconocidos que irán apareciendo de manera continua en los próximos años.

Los proyectos pilotos españoles de Vodafone y Huawei en Andalucía, así como el de Telefónica en Galicia, han empezado a ponerse en marcha, aunque no será hasta bien entrado el 2020 que podamos apreciar sus resultados. La última convocatoria de Red.es para pilotos 5G ha recibido 36 solicitudes, revelando las expectativas que esperamos de esta tecnología.

En la agricultura, el 5G abre un mundo de posibilidades para mejorar el rendimiento de los cultivos, propulsando el mercado del IoT. La conectividad permite a los sensores conectarse a los sistemas. Se podrán, por tanto, recoger datos sobre condiciones climáticas y del terreno que, después de ser analizadas por algoritmos, determinarán las cantidades de riego, pesticidas y fertilizantes para cada cultivo.

La economía del dato

Como pudimos aprender en el foro “Digital Tourist 2019” en Benidorm, el avance del tratamiento del dato, proveniente de fuentes masivas como son los teléfonos inteligentes y las tarjetas de crédito, no deja de crecer en nuevas soluciones. Estos nuevos productos basados en Big Data son cada vez más fáciles de usar y a precios más asequibles. El esfuerzo de las operadoras de telecomunicaciones por encapsular sus datos, similarmente a lo que están haciendo los medios de pago, va a conducir a una economía del dato muy potente en España en los próximos años.

Una de las restricciones para el mayor avance de esta industria es la seguridad de los datos de los sistemas al ser expuestos por los sistemas de comunicaciones. El año 2019 se ha caracterizado por secuestros del tipo ransomware como han sido los de everis, la SER o el Ayuntamiento de Jerez, cuyos sistemas quedaron secuestrados.

La tecnología Blockchain va a venir a reforzar la seguridad de las transacciones a través de modelos de confianza distribuidos. Y viene de la mano del 5G ya que, por sus necesidades de interconexión mediante protocolos descentralizados, como el Sistema de Archivos Interplanetario (IPFS), va a ofrecer una protección mucho más potente que las opciones centralizadas actuales. Además, dado que los datos se almacenan con enlaces a sistemas externos, los ataques se descubren muy fácilmente.

adolfo borrero benidormEl territorio inteligente

Las Ciudades Inteligentes empiezan a dar sus frutos con proyectos de mayor cobertura en la mayoría de sus barrios. Aunque pueda parecer que las Ciudades Inteligentes están muy avanzadas en España, la realidad es que va a ser en el año 2020 cuando se va a producir el despliegue masivo, basado en soluciones tecnológicas muy maduras.

Por otra parte, 2019 ha traído un aumento de la distancia digital entre las grandes urbes y los territorios rurales, lo que es una de las causas del vaciamiento de estos territorios. Paradójicamente, las tecnologías digitales en las explotaciones agrarias, al aumentar la automatización y robotización, incrementa el problema de la “España vaciada” al requerir mucha menos mano de obra.

La digitalización puede ayudar a paliar este problema, pero en el sentido que se aplica en las Ciudades Inteligentes, que no es otro que aumentar el atractivo de las zonas donde se aplica por un mayor bienestar y la riqueza, que viene de la mano de su aplicación en industrias como la del turismo.

El nuevo gobierno de la Junta de Andalucía se ha mostrado muy sensible al nuevo cambio del modelo Smart hacia el territorio, lanzando una iniciativa por diez millones de euros para poblaciones menores a veinte mil habitantes, dentro de su estrategia Andalucía Smart.

El vehículo eléctrico y autónomo

No quiero dejar de mencionar el papel que la tecnología está jugando en el mercado de la movilidad inteligente y sostenible, que está creciendo con fortaleza según avanza la legislación y la tecnología.

Los vehículos eléctricos y autónomos en entornos urbanos y rurales van a seguir creciendo, en paralelo con la instalación de muchos más puntos de recarga. Los planes de las administraciones y recientemente de las grandes utilities españolas, garantizan este crecimiento.

Conclusiones

En 2019 se ha producido una importante consolidación de las Tecnologías Habilitadoras Digitales, que siguen cambiando nuestro entorno, haciéndolo más seguro y eficiente y, por tanto, más habitable. Los nuevos casos de uso puestos en operación demuestran la madurez de las soluciones tecnológicas, que continuarán aportando mayor valor para cubrir las necesidades públicas y privadas, tanto en los entornos urbanos como en el territorio.

 

Adolfo Borrero Villalón Adolfo Borrero WEB

CEO de Aalto Consultores

Presidente de la Comisión de Smart Cities de Ametic y CEOE

 

Artículo incluido en el anuario de la revista de enero de Agenda de la Empresa