Whatis.com indica: “Una identidad digital es el conjunto de información sobre un individuo, organización o dispositivo electrónico que existe en línea”. Sin embargo, algunos de los sistemas de gestión de identidades lo consideran de forma más simple. Una identidad digital es una pareja de claves criptográficas a las que se añaden una serie de certificados y atributos formales. Ambos extremos son aproximadamente correctos, pero generan confusión.
En realidad, una identidad, en referencia a una persona, trata de facilitar una posición dentro de un espacio para que los demás la ubiquen. Convendría distinguir:
- Identidad implica una ubicación social multidimensional de un individuo en relación a personas e instituciones que le rodean.
- Identificación implica un proceso que se utiliza para verificar que es una persona y no otra.
- ID es el artefacto que dota a la persona de una credencial y que está vinculado a determinados sistemas de identificación.
Estos sistemas de identificación dependen de tecnologías, marcos normativos, modelos comerciales y convenciones. Por ejemplo, se dispone habitualmente de los siguientes elementos identificadores de una persona: partida de nacimiento, certificados de vacunación, certificados de estudios, pasaporte, permiso de conducción, cuentas bancarias, padrón de habitantes, registros de la propiedad, registros mercantiles,… Esta información está dispersa y es difícil de estandarizar.
Para crear una identidad digital auto soberana las instituciones públicas y las organizaciones privadas deben trabajar en la creación de estándares interoperables. La identidad soberana es un concepto evolucionado de la identidad digital en el cual los datos de un usuario se encuentran bajo su custodia y solo los comparte con quien considere oportuno. Estos datos van firmados por las entidades emisoras de los mismos, por lo que se eliminan problemas de seguridad y fraude. Además, se reducen costes porque al ser datos verificados son válidos para otras entidades, se pueden reutilizar en lugar de volver a realizar procesos completos de registro y gestión de usuarios.
En esta línea, hay una serie de proyectos ya en marcha de los que los más importantes son:
- El Banco Mundial ha creado la iniciativa ID4D, que opera en todo el Grupo Banco Mundial. ID4D consta de unidades que trabajan en desarrollo digital, protección social, salud, inclusión financiera, gobernanza, género y cuestiones legales.
- La Alianza ID2020 es una asociación público-privada dedicada a resolver los desafíos relacionados con la identidad a través de la tecnología y tiene como objetivo “financiar proyectos que implementen soluciones de identificación digital seguras, establecer estándares para facilitar la interoperabilidad y permitir la colaboración de múltiples partes interesadas”.
- El Foro Económico Mundial también lanzó una Plataforma compartida para la Identidad Digital en la Cumbre de Impacto del Desarrollo Sostenible 2018 en Nueva York.
- e-Estonia: a través del programa de identidad electrónica de Estonia, todos los ciudadanos reciben una tarjeta de identificación digital segura (impulsada por una infraestructura similar a Blockchain y que utiliza un cifrado de clave pública de 2048 bits) que permite a los estonios acceder a servicios públicos, financieros, sanitarios, pago de impuestos, voto electrónico,… Esta tarjeta de identificación digital reemplaza la mayoría de los artefactos físicos que se llevan en la cartera, desde licencias de conducir y pasaportes hasta tarjetas de seguro, pudiéndose almacenar y acceder desde un teléfono inteligente.
- En España, Liberbank junto con Iecisa ha realizado una prueba de concepto para el desarrollo de identidad soberana sobre la red de Alastria.
CIBERNOS ha creado un Centro de Innovación en Andalucía, denominado Smart Project Excellence Center (SPEC), que pretende impulsar la innovación desde una perspectiva de creación y uso de tecnologías disruptivas y de una aplicación práctica a distintos sectores económicos.
Carlos López Muñoz 
Director Técnico
Smart Project Excellence Center de Cibernos
