Este 8 de marzo se cumplen 163 años de la movilización de las trabajadoras textiles de la fábrica Lower East Side de Nueva York, que dio origen a la declaración del Día Internacional de la Mujer, por la ONU, en 1975. Esas trabajadoras cobraban un 70% menos que sus compañeros hombres, realizando la misma labor. Después de 1857, las mujeres, que trabajaban en condiciones infrahumanas, protagonizaron más movilizaciones, como la de 1908, también en Nueva York, de las costureras industriales, exigiendo igualdad de derechos, reducción de la jornada de 12 horas y abolición de la explotación infantil. En una de las fábricas donde hacían la huelga, las encerraron y 120 de ellas murieron en un incendio.
Los derechos que hoy disfrutamos, no han llegado solos. El poder tiende a explotar al máximo a las trabajadoras y trabajadores, hasta que éstos se organizan y le plantan cara. Desgraciadamente, a veces, a costa de sus vidas. Si mantienen la presión, se incrementan sus derechos laborales, y se producen los cambios legislativos necesarios para que mejore su calidad de vida.
Afortunadamente, hoy la brecha salarial de hombres y mujeres, en Andalucía, no es del 70%, pero es del 24,4%, según el último informe que presentó nuestra secretaria de Igualdad, el pasado 17 de febrero. Una diferencia que UGT-A no puede pasar por alto, estando además dos puntos y medio por encima de la media española. Son datos que indican que la diferencia de salario de hombres y mujeres sigue aumentando en Andalucía.
Hay cuatro herramientas sindicales que utiliza UGT-A para erradicar el nivel de brecha salarial entre mujeres y hombres: la primera es la auditoría salarial, novedad legislativa del Real Decreto Ley 6/2019 de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación. También utilizamos la negociación colectiva, la valoración de puestos de trabajo y los planes de igualdad.
Pero la brecha salarial es solo una parte de la lucha feminista por la igualdad que lleva a cabo UGT. Es más el síntoma que la enfermedad, la consecuencia que surge de una sociedad, históricamente machista, que estamos resueltas a superar. Uno de los logros conseguidos este año, aunque pueda parecer paradójico, es el aumento del permiso de paternidad. Desde el 1 de enero de este año, los trabajadores padres tienen 12 semanas de permiso de paternidad, y a partir de 2021 la duración será de 16 semanas, igual que el de maternidad, una reivindicación que UGT llevaba demandando años, y que lanza dos mensajes: uno al empresario, que no tendrá interés, ya, en discriminar por tener que dar más o menos permiso; y otro a la sociedad, que iguala, en la práctica, la responsabilidad de la madre y el padre en el cuidado y crianza del hijo recién nacido.
Queda mucho por hacer. Este 8 de marzo, UGT apuesta por una gran movilización general de todo el país para decirle al nuevo gobierno, a los poderes públicos, a las organizaciones empresariales, que no han hecho suficiente, y que las cifras de paro femenino, de brecha salarial, de igualdad de oportunidades en cargos de responsabilidad, de víctimas de violencia de género… siguen siendo intolerables. Para lanzar el mensaje a los grupos políticos que, por ahora, han defraudado a la ciudadanía que se manifestó masivamente el año pasado y el anterior, y para dejar bien claro a los involucionistas que estamos aquí, que sabemos lo que quieren, y que no lo vamos a consentir.
Hemos establecido un plan de acción durante todo el año para exigir cambios en las políticas, más recursos y modificaciones legislativas para lograr la plena equiparación de derechos, incluida una Ley de Igualdad Salarial.
Vamos a sumar y buscar confluencias con otros sindicatos, organizaciones, plataformas y movimientos porque confluir con otros en una reivindicación esencial, como la igualdad de las mujeres, hace más fuerte la reivindicación y su éxito.
El 8 de marzo, como el Primero de Mayo, surge del movimiento obrero, que es también internacionalista, pacifista y feminista y todo el mundo tiene un sitio en esta lucha.
Carmen Castilla 
Secretaria General de UGT-A
