Una disputa sobre derechos de pesca fue la causante del Grexit, la salida de Groenlandia de la Unión Europea en 1982. Aquello queda muy lejos, no ya por el tiempo transcurrido, sino por su prácticamente nula dimensión económica, geopolítica y social. La Unión Europea se enfrenta, por tanto ahora, a un hecho sin precedentes en su historia: el Reino Unido se ha convertido en un país extracomunitario.
Efectivamente, y a pesar de que la relación entre Bruselas y Londres nunca fue cómoda y siempre estuvo presidida por un cierto obstruccionismo y recelos británicos por no sentirse parte del origen de la UE, la salida del Reino Unido, uno de los actores políticos y económicos más relevantes a nivel internacional, dibuja un panorama desconocido en las relaciones comunitarias. Un panorama que abre un nuevo tiempo en un escenario internacional de creciente proteccionismo comercial y geopolíticamente más complejo que nunca, y que seguro tendrá su impacto en Andalucía.
Este nuevo tiempo se inicia con un periodo de transición que se extenderá hasta el 31 de diciembre; siempre y cuando no haya una nueva prórroga -con la que ya muchos contamos-, dada la complejidad de la negociación. Un periodo transitorio en el que nada cambiará para los ciudadanos y las empresas de la Unión, pues el Reino Unido seguirá estando sujeto a las normas del derecho comunitario y formando parte del mercado único europeo en idénticas condiciones que hasta la fecha.
Nos esperan, por tanto, diez meses decisivos, en los que la Unión Europea tendrá que definir sus relaciones con el Reino Unido y negociar -esperamos y deseamos que en un modelo de Acuerdo de Libre Comercio- nuevas reglas en lo que se refiere al movimiento de las personas, capitales, bienes y servicios.
Andalucía se juega mucho en esta negociación, y no solo porque el Reino Unido sea uno de los socios comerciales preferentes de nuestra comunidad -de hecho, es nuestro cuarto mercado exterior, con más de 1.800 millones de euros exportados entre enero y noviembre de 2019-, sino por las oportunidades que se podrían derivar si efectivamente mantenemos una posición inteligente, ausente de prejuicios y proactiva en la negociación.
Por ello, no debemos resignarnos a tener el papel pasivo o secundario que el sistema prevé para las regiones europeas en este proceso. Ahora más que nunca, depende de nosotros que esas incertidumbres se acaben transformando en amenazas o, por el contrario, lo hagan en oportunidades. Y, la primera clave de esta carrera de fondo, está en la inteligencia política y en el aprovechamiento de las mutuas relaciones con terceros países, que Reino Unido y los países integrantes de la Unión Europea tendrán en el post-Brexit.
En este contexto, de inquietante incertidumbre, que dura ya casi cuatro años, una posición tibia o quizá sin la necesaria objetividad o ecuanimidad de nuestro gobierno, excesivamente hipotecado territorialmente por sus pactos de investidura, puede causar un daño sustancial en la economía andaluza. Por ello, desde Andalucía exigimos la máxima atención e implicación y, sobre todo, imparcialidad y equidad del Gobierno de España en esta negociación, en la que el Ejecutivo andaluz hará todo lo que esté en su mano para sacar el máximo partido al Brexit asegurando, en su caso, una adecuada interlocución con la Unión Europea en defensa de nuestros intereses.
En esta línea viene trabajando el Gobierno andaluz desde el primer día, mediante contactos directos al máximo nivel con las instituciones y actores europeos y con la puesta en marcha de un Plan de 112 medidas de preparación para el Brexit de las que el 41% están ya finalizadas o en ejecución.
Pero lo más importante es que esas medidas no se configuran como un plan reactivo de contingencia, no, sino como un verdadero plan de oportunidad para las exportaciones andaluzas y la construcción de una ventaja competitiva en ese nuevo escenario.
Varias de estas medidas están siendo coordinadas y ejecutadas por Extenda, que está en contacto permanente con las empresas andaluzas con intereses en el Reino Unido, atendiendo a sus necesidades y asesorándolas sobre la mejor manera de conducir sus negocios en el mercado británico y “su área de influencia” en el escenario post-Brexit.
De este modo, Extenda ha diseñado una cartera de servicios que incorpora consultas online; consultoría para la gestión del día después; asesoramiento para redefinir planes de negocio en el Reino Unido y asesoramiento legal especializado para brindar seguridad jurídica en el escenario que está por venir. Y para reforzar la presencia de las empresas andaluzas en el mercado británico desarrollaremos estrategias de promoción diferenciadas para este mercado, con un presupuesto de 700.000 euros en 2020, que incluye la eliminación de cuotas de participación para las empresas en nuestras acciones de promoción.
A lo largo de la historia, Andalucía y el Reino Unido han cosechado profundas y exitosas relaciones comerciales que debemos conservar por interés de las dos partes; porque si Andalucía tiene en el Reino Unido a uno de sus principales socios comerciales, el mercado británico también precisa de la excelencia de la oferta andaluza para satisfacer sus elevados estándares de calidad en sectores tan diversos como el agroalimentario, el aeronáutico, los servicios de ingeniería, productos químicos, madera o manufacturas de piedra natural.
Los grandes retos nos ofrecen, sobre todo, nuevos escenarios de oportunidad. Este es un momento para la audacia y la innovación empresarial y para la inteligencia política. Estaremos a la altura.
Arturo Bernal
Consejero Delegado
Extenda-Agencia Andaluza de Promoción Exterior