Mantiene el dividendo y su previsión de beneficio

El beneficio neto reportado de Iberdrola en el primer trimestre, que incluye extraordinarios, ha alcanzado los 1.257 millones de euros. Este importe refleja el impacto positivo de la venta de la participación del 8,07% en Siemens Gamesa, que ha generado unos ingresos de 1.099,5 millones de euros y unas plusvalías de 484,5 millones de euros en el trimestre.

El beneficio neto ordinario ha sido de 968 millones de euros, un 5,3% más que en el mismo periodo de 2019. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) ha aumentado en la misma línea, con un crecimiento del 5,8%, hasta 2.750,6 millones de euros.

Estos resultados han sido posibles gracias a las inversiones récord del grupo desde el inicio de 2019 y hasta el cierre del primer trimestre, que han ascendido a 9.887 millones de euros. De este importe, 1.728,6 millones de euros corresponden a los tres primeros meses de este año, lo que supone una aceleración del 24,2%. El 91% se destinó a Renovables y Redes: 810,2 y 765,9 millones de euros, respectivamente.

El Consejo de Administración de Iberdrola ha aprobado la ejecución de una nueva edición de ‘Iberdrola Retribución Flexible’, después de que la Junta General, con un quorum del 77%, aprobase todas las propuestas con un voto favorable medio del 98%. De este modo, cumple su compromiso con sus más de 600.000 accionistas, que recibirán un dividendo complementario de, al menos, 0,232 euros brutos por acción. Este importe, sumado a los 0,168 euros brutos por acción ya abonados en febrero, resulta en una retribución al accionista con cargo a 2019 de 0,40 euros brutos por título, con lo que se alcanza con tres años de antelación el suelo fijado para 2022.

De cara al resto del ejercicio, las inversiones previstas por valor de 10.000 millones de euros, las medidas adoptadas contra la COVID-19 y el impacto del resultado extraordinario por la venta de la participación en Siemens Gamesa permiten a Iberdrola mantener sus previsiones para el año. La empresa espera, por tanto, que a fin de ejercicio crezca tanto el beneficio neto como el dividendo.