El beneficio recurrente ascendió a 1.258 millones (+6,4% interanual)

El beneficio atribuido de BBVA registró un saldo negativo de 1.792 millones de euros en el primer trimestre de 2020, debido tanto a la anticipación de saneamientos de 1.433 millones de euros por la crisis del COVID-19 como al ajuste negativo del fondo de comercio de EE. UU., por importe de 2.084 millones de euros.

Este ajuste se ha realizado por la negativa evolución de los tipos de interés en el país y las peores perspectivas de la economía, y no afecta ni al patrimonio neto tangible, ni al capital, ni a la liquidez del Grupo BBVA, y se encuentra recogido en la línea de otros resultados del Centro Corporativo.

El margen de intereses alcanzó 4.556 millones de euros entre enero y marzo, lo que supone un incremento interanual del 7,5% a tipos de cambio constantes (+3,6% a tipos de cambio corrientes), favorecido por la buena evolución de Turquía, América del Sur y, en menor medida, México.

Las comisiones netas, en las que destaca la positiva contribución de las unidades de negocio de España y Estados Unidos, ascendieron a 1.258 millones de euros, un 6,3% más que en el mismo periodo del año anterior a tipos de cambio constantes (+3,6% teniendo en cuenta el impacto del tipo de cambio). En conjunto, los ingresos recurrentes (margen de intereses y comisiones) finalizaron el trimestre con un incremento interanual del 7,2% a tipos de cambio constantes (+3,6% en corrientes).

El resultado de operaciones financieras alcanzó 594 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone un incremento del 54,6% a tipos de cambio constantes con respecto al mismo periodo de 2019 (+39,5% a tipos de cambio corrientes). Esta partida se vio positivamente impactada por las ganancias por coberturas de riesgo cambiario en el Centro Corporativo. El margen bruto alcanzó 6.484 millones de euros en el trimestre (+11,4% interanual a tipos de cambio constantes, +7,2% a tipos corrientes).

Los gastos de explotación se mantuvieron contenidos, con 2.918 millones de euros en el trimestre, lo que supone un alza de tan sólo un 2,2% a tipos de cambio constantes con respecto al mismo periodo de 2019 (-0,1% a tipos de cambio corrientes), mientras que la inflación promedio de los últimos 12 meses de los países en los que BBVA está presente ha sido del 5,2%.

Esta contención de los gastos de explotación y la positiva evolución de los ingresos de carácter recurrente permitieron mantener las mandíbulas operativas en positivo. Destaca la mejora del ratio de eficiencia, que se situó en el 45% a cierre de marzo (la cifra más baja desde marzo de 2011), frente al 49% de 2019, lo que deja una comparativa aún más favorable frente al grupo de bancos comparables europeos (con un ratio de eficiencia promedio del 65,2% a diciembre de 2019, último dato disponible).

El margen neto destacó con un alza del 20,3% a tipos de cambio constantes a pesar del entorno, hasta 3.566 millones de euros (+14,1% a tipos de cambio corrientes), el más elevado de los últimos diez años.

El ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ se situó en el 10,84% a 31 de marzo de 2020, al retroceder 90 puntos básicos desde el cierre de 2019, afectado por la evolución de los mercados en este primer trimestre de 2020, el crecimiento de la actividad y la anticipación de saneamientos por la crisis del COVID-19. En adelante, el Grupo BBVA se marca como objetivo mantener un colchón sobre su nuevo requerimiento de ratio CET1 (actualmente en el 8,59%) de entre 225 y 275 puntos básicos. El nivel actual se sitúa dentro  de este rango.

En cuanto a los indicadores de riesgo, el ratio de cobertura se incrementó hasta el 86% en marzo de 2020 (frente al 77% de diciembre de 2019) y el coste del riesgo acumulado hasta el 2,57%, ambos como resultado del incremento de los saneamientos en el trimestre (1,16% sin incluir el deterioro de activos financieros por efecto del COVID-19). La tasa de mora se situó en el 3,6% a cierre de marzo de 2020 (frente al 3,8% en diciembre del año pasado).