Abandona los objetivos financieros fijados para 2021

El beneficio neto de Telefónica se sitúa en 406 millones de euros en enero-marzo (-56,2% interanual) y asciende a 619 millones (-30,1% interanual) tras excluir los gastos de reestructuración (-24 millones), las pérdidas por la venta de activos (-6 millones) y otros impactos (-182 millones).

Además, se ve igualmente afectado por las plusvalías por la venta de activos (189 millones) registradas en el primer trimestre de 2019.

Los ingresos totalizan 11.366 millones en el trimestre y descienden un 5,1% interanual, principalmente por el efecto divisa y por los cambios en el perímetro. En términos orgánicos, los ingresos se reducen un 1,3% interanual, por los menores ingresos de servicio (-1,4% interanual orgánico), mientras que la venta de terminales se mantiene prácticamente estable (-0,8% interanual orgánico). Los ingresos de los cuatro mercados clave incrementan un 0,1% interanual orgánico en el trimestre.

Por su parte, la deuda financiera neta se sitúa en 38.223 millones y se reduce un 5,3% con respecto a marzo de 2019. interanual. Con respecto a diciembre, aumenta 479 millones.

La compañía ha señalado que el impacto del COVID-19 en los resultados del primer trimestre del año “ha sido limitado”. Telefónica ha registrado efectos positivos y negativos en el negocio, con una “mayor presión” en el segmento de consumo (prepago móvil, roaming, menores ventas en tiendas) y de empresas (SMEs y administraciones, empresas de sectores más expuestos, actividad comercial), aunque también ha recibido una mayor demanda de servicios, como en el caso de la conectividad y los contenidos. Más concretamente, apuntan que el OIBDA cuenta con mayor protección que los ingresos, gracias a menores costes comerciales, menores tasas de baja de clientes, y a pesar del aumento de la tasa de impago.

Adicionalmente, “la compañía ha constatado cómo se relajan los niveles de inversión por el retraso de las subastas de espectro -como ya ha confirmado España-, por la prohibición de la portabilidad en algunos mercados y por el menor despliegue de red derivado del confinamiento”.

Confirma el dividendo

La compañía ha confirmado el dividendo anunciado para 2020 de 0,4 euros por acción. Se propondrá a la Junta de Accionistas que tanto el pago del segundo tramo del dividendo de 2019 (0,2 euros, que se pagará en junio 2020) como el primer tramo del dividendo de 2020 (0,2 euros, que se pagará en diciembre 2020) se haga mediante la modalidad de dividendo flexible voluntario (“voluntary scrip dividend”).

El segundo tramo del dividendo de 2020 (0,2 euros) se pagará en junio 2021.

Abandona los objetivos financieros fijados para 2021

Debido a los cambios significativos que se han producido en el escenario sobre el que estaban construidos los objetivos financieros y en el contexto general, así como al alto nivel de incertidumbre actual, se abandonan los objetivos financieros fijados para el 2020.

No obstante, la compañía confirma que continúa monitorizando la evolución del negocio y gestionando la inversión y los gastos centrándose en la estabilidad del OIBDA-CapEx.

En el contexto actual, espera un crecimiento orgánico interanual de OIBDA-CapEx para 2020 de ligeramente negativo a estable. En el medio plazo, los objetivos financieros de 2022 se reiteran: crecimiento de ingresos y mejora de 2 p.p. del ratio (OIBDA-CapEx)/Ingresos.

“Telefónica no es inmune a esta crisis, pero es resistente. En lo relativo a nuestros resultados, la crisis ha tenido un impacto limitado en el primer trimestre. Nuestros cuatro mercados clave se han comportado bien en un entorno único y desafiante. Los menores ingresos de partidas como roaming, prepago y de empresa se han visto parcialmente compensados por los menores costes comerciales y una menor tasa de abandono de clientes” ha reconocido José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica.