En estas semanas de estado de alarma y confinamiento que estamos compartiendo la sociedad española he tenido la necesidad de acudir al supermercado del barrio para realizar la compra. De una forma ordenada y siguiendo protocolos de distancia he visto más listas de la compra en la mano, o bien en el móvil. Me alegró percibir que sabíamos lo que íbamos a comprar. ¿Has ido al supermercado estos días? ¿Llevaste lista de la compra?

Cuando, previo a la compra, nos ponemos a pensar sobre lo que necesitamos para los próximos días llevamos a cabo una reflexión sobre lo que tenemos, nuestras prioridades y las planificamos. Una vez en el supermercado, ya en el momento de la compra, nos pueden incentivar o invitar a que nuestros impulsos se activen y compremos de más, o algo que no necesitábamos (en mi caso, el chocolate con almendras, entre otras cosas). Es inherente al ser humano, aceptaremos la invitación o no, pero la lista ya nos sirve de gran ayuda para tomar la decisión.

¿Por qué te cuento esto? Pues, porque los datos publicados por Inverco (Asociación de Fondos de Inversión y Planes de Pensiones) ponen de manifiesto que se han producido compras en el mes de marzo de 2020 por valor de 5.571 millones de euros. Es decir, en plena tormenta de los mercados de valores, con unas caídas muy bruscas y en muy poquito tiempo, se han producido compras porque otros han decidido vender patrimonio invertido en fondos de inversión en un momento de bajada. Es una de las mayores cifras de reembolsos desde la anterior crisis de 2008. Desconozco si los que han comprado llevaban la lista de la compra, pero considero que han hecho una buena compra.

Esta situación de compra y venta es una transferencia de riqueza, un traspaso de unos a otros. Warren Buffett, uno de los grandes inversores, lo tiene muy claro: “los mercados de valores son un mecanismo para transferir dinero de los impacientes a los pacientes”. Cada vez que tienen lugar este tipo de decisiones me pregunto si realmente estaban planificadas y eran coherentes con los objetivos de cada uno. El esfuerzo que requiere la constitución de un patrimonio bien vale la pena planificar cómo lo conservamos y lo hacemos crecer y, para esto, ir acompañado es un valor añadido, sobre todo en estos momentos de alta volatilidad e incertidumbre.

Una de las dudas que no tengo y comparto contigo es que en algún momento se descubrirá una vacuna contra el COVID-19. Es necesario que la investigación cumpla con unos plazos, pero llegará. Y esto provocará que desaparezca la incertidumbre que hoy nos acompaña y volveremos a empezar, quizás con una experiencia que nos lleve a hacer las cosas de una manera diferente, pero mejor. Y ocurrirá con los mercados financieros, como la bolsa, que reflejan las expectativas de beneficios futuros de las empresas. Se producirán subidas que volverán a los niveles precrisis en el tiempo que corresponda, pero antes de lo que nosotros esperemos (cuidado que no avisan).

Anticipar que esto puede suceder y tomar decisiones con un profesional que ha vivido este tipo de situaciones te permitirá estar seguro y tranquilo, continuar con tu planificación financiera personal, que se adapta a tus necesidades, y cumplir tus objetivos. Asimismo, te permitirá aprovechar las oportunidades que presenta toda crisis y ser comprador en estos momentos de traspaso de riqueza.

 

Juan Francisco Martín Báñez WEB Juan Francisco Martín Báñez

European Financial Advisor (EFA)

LinkedIn: Franciscomartinbañez

 

Artículo incluido en la revista de mayo de Agenda de la Empresa