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Revista de mayo  Agenda de la Empresa

 

La crisis de la COVID-19 ha impactado con dureza en el turismo. El sector se resiente desde hace semanas y confía en que las secuelas no sean demasiado severas una vez amaine la tormenta. Hay muchas incógnitas sobre cómo las pequeñas y medianas empresas podrán recuperar su operativa habitual, qué comportamiento tendrán los viajeros y cómo se verán afectados los diferentes destinos. Agencias, hoteles y locales de restauración, entre otros, no pueden predecir el escenario futuro, pero sí prepararse.

¿Cómo? La respuesta está en el mundo digital. Las empresas deben incorporar aquellas herramientas que les ayuden a expandir sus negocios, a llegar a nuevos públicos y a crecer. Para ello, contar con un partner digital que les ayude en este proceso puede ser determinante, especialmente en un contexto donde el entorno online ha pasado a ser la principal, y prácticamente única, vía de contacto con los clientes. Es fundamental que las empresas estén presentes allí donde todo el mundo busca. Disponer de una página web preparada para cualquier dispositivo, un buen posicionamiento en buscadores y una estrategia en redes sociales son pasos clave para cualquier empresa turística que desee avanzar en estos tiempos de incertidumbre. Más aun, no tener presencia online es una llamada al riesgo de desaparecer.

Según nuestros datos, extraídos de una base de más de un millón de Pymes, los pequeños negocios turísticos españoles se encuentran en una etapa de digitalización muy temprana. Apenas un cuarto de ellos dispone actualmente de una página web, y tan solo el 1,2% apuestan por un diseño responsive, aquel que se adapta a los diferentes dispositivos de acceso. Esto pone de manifiesto la necesidad de que las Pymes turísticas aborden la digitalización de una manera urgente, ya que los esfuerzos que realicen ahora se convertirán en una ventaja competitiva en el futuro.

El confinamiento ha acelerado la incorporación de Internet en nuestros modelos de consumo. El uso de la red se ha incrementado en un 50% y el ecommerce está experimentando un crecimiento vertiginoso. Caeríamos en el error si asumiésemos que, tras la pandemia, se volverá a los niveles que registrábamos antes. Muchas de estas tendencias continuarán, y es importante que las Pymes estén bien preparadas para ello.

El entorno online tomará protagonismo en las relaciones entre las empresas y los turistas. Por eso, los pequeños negocios deben ahora reflexionar sobre su identidad digital y definir una estrategia completa que le asegure la mejor presencia en Internet.

Además de una página web, las empresas deben incorporar otras herramientas digitales que les permitan estar presentes allá donde los clientes las van a buscar, como redes sociales, buscadores y directorios. En este sentido se debe tener en cuenta que no se trata únicamente de crear un perfil, sino de mantener la información actualizada, pues dichos sites van a resultar especialmente relevantes en la decisión de compra de los usuarios.

Pero además de acercarnos a potenciales clientes, el mundo digital también va a favorecer que se haga de una manera más efectiva. Es impor- tante que las empresas sean conscientes del gran volumen de información sobre los viajeros que facilitan los nuevos canales. Registrar, analizar y utilizar estos datos les permitirá mejorar la calidad del producto y ofrecer un servicio más personalizado y adaptado a las preferencias de cada cliente.

Observando de una manera global todos estos aspectos, no hay duda de que la digitalización tiene el poder de ayudar a los pequeños negocios  a recuperarse con mayor brevedad de las consecuencias generadas por la COVID-19. Por eso, las Pymes pueden aprovechar la parálisis actual que vive el sector para trabajar su estrategia digital y, las que lo hagan bien, saldrán reforzadas de esta crisis y mejor preparadas para afrontar con éxito la época pos-COVID-19.

 

Javier Castro WEB opinion

Javier Castro 

CEO de BeeDIGITAL