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Revista de mayo Agenda de la Empresa

 

La industria turística es quizás la más golpeada por esta crisis del COVID-19 que estamos viviendo. Y es que, con más de un tercio del planeta confinado, esta actividad ha caído hasta ser prácticamente inexistente. Con los vuelos reducidos a su mínima expresión y los establecimientos, monumentos y atracciones cerrados, han dejado de viajar 1.600 millones de turistas. De la noche a la mañana, una industria boyante que crecía a ritmos mucho mayores que otros sectores, se ha desplomado. Adiós al 11% del PIB mundial. Adiós a 340 millones de empleos. Adiós al debate de la masificación en grandes polos turísticos, que era quizás nuestro principal reto. Pero entre todos debemos conseguir que no sea un adiós sino un hasta pronto, acelerando el cambio y la transformación digital en los procesos turísticos.

Según la consultora Deloitte, la industria turística experimentará una recuperación gradual, pero sin conseguir la normalidad hasta bien entrado el año 2021. Por ello, cuando volvamos a la “normalidad”, va a ser una situación completamente diferente a la que hemos vivido hasta ahora. La diferenciación que aportará la innovación tecnológica será clave para recuperar la confianza y aportar la seguridad que va a necesitar ese “nuevo viajero”.

Pero, además de la higiene, la tecnología deberá dar respuesta para que las nuevas medidas que haya que implantar en aeropuertos, estaciones de tren y monumentos en general, sean más eficientes y seguras pero no supongan una barrera insalvable en los flujos turísticos. El reconocimiento facial, la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual, la robótica o la termografía serán fundamentales. El móvil de cada usuario se convertirá en nuestro aliado para evitar todas las interacciones prescindibles.

Debemos considerar el momento como una gran oportunidad para implementar una nueva manera de entender la relación entre la tecnología y los seres humanos, una nueva forma de comunicarnos con más inteligencia emocional, no solo en las grandes corporaciones sino también en las pymes turísticas. Esta nueva relación deberá estar basada en la tecnología entendida como herramienta al servicio de la sociedad que permita la adaptación y la superación de este tipo de situaciones. En este sentido, las posibilidades que nos abre el teletrabajo y la ventaja que supone contar con unas infraestructuras de telecomunicaciones a la vanguardia son la base para poder seguir avanzando en la línea que los nuevos tiempos nos van a marcar.

 

Jorge Robles del Salto Jorge Robles WEB opinion

Founder & CEO

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