El grupo se ha fijado como objetivo alcanzar la cero pérdida neta de biodiversidad en 2030

Iberdrola, comprometida con la preservación de unos ecosistemas sanos como elemento clave para un crecimiento sostenible, ha realizado más de 1.450 acciones relacionadas con la protección de la biodiversidad en los últimos dos años. Así lo recoge su Informe de Biodiversidad 2018-2019, publicado coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente. En él se especifica que, a lo largo de 2018, Iberdrola llevó a cabo más de 650 acciones en ese sentido y más de 800 en 2019.

Estas prácticas responden a la Política de Biodiversidad del grupo Iberdrola, aprobada por su Consejo de Administración y cuyo objetivo último es la conservación de la biodiversidad en la planificación y posterior desarrollo de todas las actuaciones de la empresa. Para avanzar en este sentido, Iberdrola ha asumido el compromiso de alcanzar la cero pérdida neta de biodiversidad para el año 2030.

Para lograrlo, continuará aplicando los mejores estándares de protección basados en la jerarquía de mitigación y trabajará de la mano de la comunidad científica, administración y organizaciones no gubernamentales en el desarrollo e implementación de metodologías de cuantificación del impacto a la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos. Además, seguirá fomentando la preservación de la biodiversidad, colaborando con los grupos de interés en proyectos de conservación.

40 millones para proteger la vegetación en España

En España, Iberdrola desarrolla desde hace años un programa de adecuación de las líneas eléctricas para prevenir electrocuciones, con el que ha adaptado decenas de miles de apoyos en zonas declaradas de protección para la avifauna. Las mejoras que se acometen en el tendido eléctrico consisten en forrar las diferentes fases y conexiones de los apoyos, aumentar la distancia de seguridad, sustituir las crucetas por otras especialmente diseñadas para proteger a las aves e instalar dispositivos anti-nidificación, entre otras medidas.

Además, se han llevado a cabo más de 2.700 actuaciones de mantenimiento y renovación de líneas eléctricas para reducir todo tipo de riesgos en estas instalaciones, en las que se han habilitado elementos de protección de avifauna y se han renovado armado y aisladores para reducir el riesgo de daño a la fauna.

Entre las acciones de protección y gestión de la vegetación, Iberdrola ha destinado 40 millones de euros en los dos últimos años, destinados a las iniciativas como el Flash, con el que se realiza un análisis exhaustivo de toda las líneas eléctricas, así como del entorno, mediante un helicóptero con cámara LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging). Solo en 2019, se revisaron cerca de 30.000 kilómetros de líneas eléctricas, casi dos veces la distancia entre la Puerta del Sol y la Antártida.

Entre las actuaciones de biodiversidad en proyectos de construcción destaca el plan de protección medioambiental desarrollado en la planta solar fotovoltaica de Núñez de Balboa, en Extremadura. Durante su ejecución se evitó la afección a especies de orquídeas de interés especial, se excluyó de la zona del proyecto un área de avistamiento de aguilucho cenizo, procediendo a su vallado en obra para su protección, y se tomaron medidas concretas para respetar los periodos de apareamiento de la avutarda y los nidos de abejaruco y búho chico. Además, se ha desarrollado un Plan de Conservación en torno a dos charcas ganaderas y se han colocado cajas-nido en todos los apoyos de la línea adaptadas para cernícalo primilla y cernícalo común.

1.000 estaciones de muestreo para la gran batería del sur de Europa

Otro de los grandes proyectos renovables de Iberdrola, el complejo hidroeléctrico del Támega, en Portugal, también conlleva minuciosos estudios específicos de fauna, flora, hábitats, hídricos etc. Este complejo se compondrá de tres centrales, una de ellas de bombeo, y se convertirá en la gran batería del sur de Europa.

Entre otras medidas, el grupo realiza monitorizaciones continuas de fauna y flora, con ocho técnicos de medio ambiente en la obra y con programas específicos por especies: mamíferos, lobo ibérico, avifauna, quirópteros, ictiofauna, mejillones de río, invertebrados, flora protegida, nutria y desmán de los pirineos. Iberdrola cuenta además con 20 biólogos para trabajos puntuales, 1.000 estaciones de muestreo y 80.000 horas acumulados de monitorización de especies.

También en este proyecto, siempre bajo la tutela de expertos medioambientales, se han trasladado más de 2.000 anfibios, más de 23.000 mejillones de río, más de 41.000 peces y cerca de 1.500 ejemplares de flora protegida, además de otros 500 especímenes de diversos reptiles, aves y mamíferos.

Protección y estudio de las marsopas en el Mar del Norte

Entre los planes medioambientales más destacados de Iberdrola se encuentra el correspondiente a su parque eólico marino East Anglia ONE, en aguas de Reino Unido. Ubicado a 43 kilómetros de la costa y con una capacidad de 714 megavatios, ha requerido importantes medidas relacionadas con la protección de la fauna marina.

Así, por ejemplo, se diseñó antes del inicio de los trabajos un Protocolo específico de mitigación de mamíferos marinos (MMMP), que se aplicó durante la construcción en alta mar para evitar o reducir al mínimo el riesgo potencial de lesiones o perturbaciones para los mamíferos marinos.

En la misma línea, la compañía desarrolla actualmente un proyecto de investigación en la zona, que tiene como objetivo utilizar los datos de ruido submarino recogidos antes, durante y después de la instalación de los cimientos de los aerogeneradores en el mar para mejorar los modelos de predicción de reacciones de estos animales.

Un corredor de biodiversidad en Iguaçu y cóndores con radiofrecuencia en California

En el desarrollo de la central hidroeléctrica de Baixo Iguaçu, inaugurada en 2019 por Neoenergia, filial brasileña de Iberdrola que cotiza en la Bolsa de São Paulo, destaca el corredor de biodiversidad que conectará áreas de bosque y áreas de conservación permanente de la central con las áreas protegidas del Parque Nacional Iguaçu. Este corredor permitirá trasladar la fauna al bosque remanente, lo que favorecerá un hábitat propicio para el desarrollo y conservación de las especies.

También al otro lado del Atlántico, Avangrid, filial del grupo Iberdrola que cotiza en la Bolsa de Nueva York, desarrolla numerosas acciones por la biodiversidad. Uno de los dispositivos más punteros está en el parque eólico de Manzana, en California. La mayoría de los cóndores de este Estado han sido equipados con tecnologías de radiofrecuencia y de GPS para rastrear sus movimientos. De este modo, cuando un cóndor que lleva un transmisor cruza el límite de la geocerca que la empresa ha instalado en este parque eólico, el Centro de Control Nacional de Avangrid reduce una parte de las turbinas en la proximidad del cóndor para minimizar el riesgo potencial.

Otro de los grandes proyectos en el continente americano es el que la Fundación Iberdrola México, en alianza con Pronatura, el Gobierno de Durango y su Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente, desarrollan para conservar y proteger el Cañón de Fernández, una de las reservas naturales más importantes del norte de México.

El proyecto tiene por objetivo la restauración del parque estatal del Cañón de Fernández, una de las reservas naturales más importantes del norte de México, que alberga más de 580 especies de flora y fauna en 17.000 hectáreas protegidas.