Easa del Sur, filial aeronáutica andaluza del grupo vasco Gamesa, no se instalará en el parque tecnológico y aeronáutico de Andalucía, Aerópolis, pese a que ya había adquirido una parcela de más 25.000 metros cuadrados, según informó ayer el director general de Gamesa Aeronáutica, José Luis Osoro. Explicó que el motivo de esta decisión se encuentra en la ausencia de contratos aeronáuticos.

Aunque el presidente de Gamesa, Alfonso Basagoiti, anunció en julio del año pasado en Sevilla que a finales de ese mismo ejercicio la compañía estaría instalada en los terrenos de La Rinconada, Osoro dijo ayer, que en estos momentos la empresa no tiene proyectos que hagan necesaria la inversión que requeriría su traslado desde las dos naves que poseen en el polígono la Red de Alcalá de Guadaíra.

Según el director general de la división aeronáutica, las previsiones no hacen posible su traslado a medio plazo, lo que no quiere decir que en un futuro pueda llevarse a cabo, aunque siempre dependerá de los programas que consiga la empresa. «Nosotros firmamos los contratos y luego ponemos la fábrica, y no al revés», sentenció.

«Cuando Gamesa decidió instalar una base en Sevilla, estábamos pensando en todo el potencial que tenía y nuestra esperanza era conseguir carga de trabajo importante, pero hasta el día de hoy no hay nada», lamentó Osoro. Añadió que, al no conseguir más trabajo, «en este momento no se puede justificar una inversión para construir la fábrica que teníamos prevista».

Crisis importante
De otro lado, el director general de Gamesa Aeronáutica manifestó que más de la mitad de la facturación de Easa del Sur depende del contrato que la compañía mantiene con Bombardier para el avión CRJ, y cuyo mercado «está en estos momentos saturado», con lo que la empresa está sufriendo una importante crisis que ha hecho necesaria una reestructuración, fundamentalmente en sus plantas del norte.

No obstante, el plan que se ha marcado la compañía también ha afectado finalmente a la planta de Easa del Sur, dado que el director general anunció ayer a sus alrededor de 200 trabajadores que la empresa se ha visto obligada a retirar de Sevilla el programa S-92, para la creación de determinadas piezas del helicóptero Sirkorsky.

Según indicó el director general, hace dos años trasladaron este programa de Álava a la capital hispalense ante un exceso de carga de trabajo en la primera planta, y hoy vuelven a llevarse el programa a la fábrica vasca, aunque de forma indefinida.

Osoro aseguró que la plantilla sevillana no se verá afectada, porque Easa del Sur ha obtenido un contrato con EADS para una carga de trabajo temporal, de unos 2, 5 años. «Es una reconfiguración de una compuerta del avión de carga A300», precisó.

Debido a este nuevo contrato, «en estos momentos no va a tener un impacto grande en Sevilla» la salida del programa del helicóptero Sikorsky. «Lo primero que hemos hecho es buscar carga de trabajo, y vamos a conseguir más para Sevilla», aseguró. o obstante, abundó en que mientras no se firme un contrato «no puede garantizar nada».

La Junta
La consejería de Innovación, Ciencia y Empresa no dio ayer credibilidad a las declaraciones del director general de Gamesa Aeronáutica, José Luis Osoro. «No creemos que Gamesa incumpla los compromisos adquiridos con la Junta de Andalucía. Sabemos que Gamesa es una empresa seria que cumple sus compromisos», afirmaron fuentes del departamento que dirige Francisco Vallejo.

Los compromisos de la compañía vasca con la Junta quedaron patentes hace justamente un año, tras la entrevista que el presidente de Gamesa, Alfonso Basagoiti, mantuvo en el Palacio de San Telmo con el presidente Chaves. Tras este primer encuentro, Basagoiti anunció que la filial aeronáutica andaluza de Gamesa, Easa del Sur, trasladaría sus instalaciones desde el polígono la Red, en Alcalá de Guadaíra -donde tiene un centro de producción y desarrollo de estructuras aeronáuticas- a Aerópolis.

Nueve millones de inversión
Esta apuesta supuso un fuerte aldabonazo para el proyecto aeronáutico de la Junta, dado el empuje y la envergadura de la compañía. Precisamente, el propósito de instalarse en La Rinconada quedo plasmado en la compra de una parcela de 25.352 metros cuadrados, para construir un nuevo centro de producción y desarrollo de estructuras aeronáuticas, con una inversión estimada de 9 millones de euros.

La fecha anunciada de inicio de las obras era el cuarto trimestre de este año y la fecha aproximada de finalización de las mismas se fijó para un año después, con lo que las nuevas instalaciones estarían operativas a finales de 2006.

La actividad de Easa del Sur se basa, principalmente, en el programa Bombardier, con una previsión estimada de 60 aviones por año a partir de 2005, concretamente de los modelos CRJ 700/900. La saturación de este mercado está causando una crisis en la firma vasca, que se está viendo obligada a reestructurar sus factorías del norte.

Precisamente, el pasado fin de semana, el presidente de Gamesa, Alfonso Basagoiti, indicó que, aunque la intención de la compañía no es vender el negocio aeronáutico, estima necesario «tener una estructura accionarial diferente» para su desarrollo. Al respecto, Basagoiti vinculó el futuro del Grupo con las energías renovables, fundamentalmente la eólica.