Representa el 12,5% del empleo total

En América Latina y el Caribe se han perdido al menos 23,9 millones de trabajos, entre febrero y julio de este año, a raíz de la crisis del coronavirus, lo que representa el 12,5% del empleo total. Así lo certifican los datos del Observatorio Laboral COVID-19 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tomando la información de los siete países con información de encuestas de empleo (Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay).

Las pérdidas de empleo ocasionadas por COVID-19 superan las de cualquier otra crisis vivida en la región. Por ejemplo, en la crisis global de 2008-2009, el desempleo afectó a 22 millones de personas en todo el mundo. Si bien no se observan patrones homogéneos de pérdida de empleo por género, sí lo hay por grupos de edad, siendo los menores de 25 años quienes sufren las mayores pérdidas.

El Observatorio Laboral COVID-19 del BID también refleja la pérdida de casi el 7,7% del empleo formal en la región, equivalentes 3,4 millones de puestos de trabajo, de acuerdo con los registros administrativos disponibles para ocho países (Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, República Dominicana y Uruguay).

“Los datos nos demuestran que, en países como Chile, Colombia, México o Uruguay, la gran mayoría de los empleos perdidos estaban en el sector servicios, donde hay un componente alto de interacción social, y principalmente pertenecían a trabajadores informales o a trabajadores formales de bajos ingresos”, explica Oliver Azuara, economista senior de la División de Mercados Laborales del BID. “En una región donde la desigualdad es un problema grave y generalizado, que el impacto negativo en el empleo haya recaído en los más vulnerables es un aspecto de máxima preocupación”, subraya Azuara.