Prevé una contracción del PIB del 11,8% para 2020
Axesor Rating rebaja la calificación no solicitada del Reino de España hasta A- con tendencia Estable desde A con tendencia En Observación, “por el profundo deterioro que la crisis sanitaria está teniendo sobre la evolución de la economía y por ende de las finanzas públicas”.
Pese a que la calificación refleja la mejora de la resiliencia de la economía española durante los meses previos al estallido de la crisis, así como la llegada de los 140.000 millones de euros de los fondos de recuperación europea (European Next Generation), dados los elevados niveles de terciarización y dependencia del sector turístico, se espera una contracción del PIB del 11,8%.
A este respecto, desde Axesor Rating destacan que, aunque la recuperación de la actividad tras la finalización del estado de alarma y la situación de confinamiento se ha extendido al tercer trimestre del año, el hecho de que la evolución del sector turístico haya sido inferior a las previsiones iniciales presionará de forma negativa a la economía española.
Además, los niveles de consumo y ventas al por menor alcanzados en el mes de junio son “claramente insuficientes” para retornar a los niveles previos al estallido de la pandemia, con una tasa de ahorro familiar por motivos precaución creciente que resta potencial a la capacidad de recuperación pero que supone un filón al potencial de consumo futuro una vez se disipen las incertidumbres que giran en torno al mercado laboral.
Lo anterior, unido a los repuntes de contagios ya observados a lo largo de la temporada estival que merman la capacidad de recuperación de la hostelería, limitarán la capacidad de crecimiento del cuarto trimestre hasta el 2,9% intertrimestral. Cifra que podría ser incluso inferior si se produjesen nuevos confinamientos generales. Previsiones que, en todo caso, deben ser entendidas bajo un escenario económico dominado por la incertidumbre.
Entre las fortalezas que presenta la economía española, el informe señala el favorable contexto de la política monetaria expansiva aplicada por el Banco Central Europeo (BCE), tanto por el mantenimiento de bajos tipos de interés como por los programas de compra de deuda activados el pasado mes de marzo, que dotan de liquidez al sistema y estabilizan la sostenibilidad de la deuda en el medio plazo. Asimismo, el comité de Rating ha valorado la ganancia de competitividad de la economía española que, a pesar de la contracción de las exportaciones, permitirá que la balanza comercial se mantenga equilibrada. Asimismo, hay que añadir las tasas de ahorro familiar en niveles máximos que contribuirán a la recuperación toda vez se disipen las incertidumbres.
En la parte contraria, los riesgos vienen determinados por el deterioro de las finanzas públicas, con un déficit esperado de, como mínimo, el 10,4%, así como por el incremento de la deuda pública que podría superar el 115% del PIB, con una tendencia de reducción en el medio plazo que se limita por la ausencia de superávit primario previo al estallido de la pandemia.
Además, se espera que la caída de la actividad acentúe los problemas estructurales del mercado laboral, marcado por la excesiva dualidad, disparando la tasa de desempleo hasta niveles máximos que podrían alcanzar el 20% para después estabilizarse en el 17% en 2021 en el contexto de la recuperación. con mayor afectación en el empleo juvenil, la hostelería y el turismo tal y como estamos observando en las tasas de ocupación.
Política fiscal, deuda y liquidez
La calificación valora tanto la caída de la actividad económica, así como las necesarias medidas de estímulo puestas en marcha para hacer frente al impacto de la pandemia, que provocarán un importante deterioro de las finanzas públicas y, como consecuencia, agudizarán la necesidad de nuevo endeudamiento. En este sentido, Axesor Rating destaca la necesidad de aprobación de los nuevos Presupuestos Generales del Estado para apuntar la recuperación pos-COVID-19 evitando una nueva prórroga de los aprobados en 2018, actualmente vigentes.
En relación al déficit se espera que en 2020 supere el 10,4% del PIB, rompiendo con la tendencia decreciente de los años anteriores. Para 2021, se prevé una leve corrección hasta el entorno del 6,2%. Cifra más de tres puntos por encima de los objetivos de estabilidad presupuestaria acordados en Maastricht, pero que no supondrá un incumplimiento de los mismos debido a la dispensa aprobada por Bruselas por la situación excepcional derivada de la pandemia.
El informe destaca la contracción de los ingresos observada en los últimos meses, con derechos reconocidos por debajo de los registrados durante el mismo periodo del año 2019. Contracción que se observa principalmente en la recaudación por IVA e IRPF. En la parte contraria de la balanza, el nivel de gastos se ha elevado casi un 30% interanual durante el mismo periodo, entre otros motivos por las citadas medidas de estímulo y los costes sanitarios provocados por la pandemia.
Por otra parte, el comité de Rating señala que el hecho de que, pese a la mejora de los últimos años, el déficit de la Seguridad Social explique casi la mitad del déficit del ejercicio de 2019, “recalca la necesidad de ejecutar reformas estructurales encaminadas a solventar esta situación”. Más aún, teniendo en cuenta la elevada tasa de dependencia y los efectos que el creciente envejecimiento poblacional tiene sobre el potencial de crecimiento económico y dada la menor propensión al consumo de los segmentos poblacionales de mayor edad.
En relación a la deuda pública, el citado deterioro de las finanzas públicas elevará la misma hasta niveles próximos al 115%, situación que se estancaría en 2021. Cabe señalar que en el segundo y tercer trimestre del año se han alcanzado niveles máximos, cercanos a los 1,2 billones de euros.
La valoración tiene en cuenta los recursos presupuestarios destinados a abonar los intereses de la deuda, que alcanzan casi el 5,9% de los ingresos corrientes al cierre de 2019, dato sobre la que no se espera se dispare a medio plazo por el entorno monetario expansivo actual.
Sector financiero
La calificación valora los adecuados niveles de capitalización (por encima de los niveles exigidos por el regulado), solvencia y liquidez con los que cuenta el sector bancario para afrontar el shock. No obstante, persiste el problema de rentabilidad que está obligando a las entidades a replantear sus modelos de negocio hacia actividades que generen un mayor nivel de ingresos, así como los retos de adaptación a nuevas regulaciones, cambios tecnológicos y financiación sostenible.
El informe hace mención expresa a la fusión por absorción de Bankia por CaixaBank, que considera “el pistoletazo de salida de nuevos movimientos dentro del sector financiero. Pero que exige el mantenimiento de una regulación estrecha que evite el repunte del riesgo sistémico asociado a entidades cada vez de mayor tamaño”.
En términos de morosidad, se espera que la incertidumbre afecte de forma negativa a los niveles actuales por debajo del 5% que se han conocido recientemente. Sin embargo, el informe señala que en la actualidad el punto de partida es ventajoso si se compara con los momentos previos a la crisis. También, considera positivas las medidas adoptadas por el Gobierno y las entidades financieras de cara a paliar el impacto de la crisis sanitaria en la economía.
Sector exterior
Pese a que durante el primer semestre del año el sector exterior restó al crecimiento económico un 2,7% en términos interanuales, con una caída de las exportaciones del 33,4% interanual, el retroceso de las importaciones del 29,5% en el mismo periodo permitió amortiguar la presión negativa sobre la evolución del PIB. Así el saldo por cuenta corriente mejoró en el segundo trimestre hasta el 0,5% del PIB, frente al -0,3% de los tres meses anteriores.
No obstante, desde Axesor Rating se espera que ante la debilidad comercial del escenario actual se produzca una contracción del superávit por cuenta corriente hasta el 1% (frente al 1,9% del cierre de 2019), comportamiento que previsiblemente se extenderá a 2021.
La calificación también se fundamenta en el elevado volumen de deuda externa que, con 886.000 millones de euros a cierre del primer trimestre de 2020, es uno de los más elevados de la Unión Europea -incluyendo la posición de Banco de España en el contexto de la política monetaria-. Si bien el informe subraya la tendencia decreciente observada gracias a los superávit externos que ha permitido la ganancia de competitividad del pasado.
Agenda 2030
Axesor Rating valora positivamente la trayectoria de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y Agenda 2030 y destaca la primera emisión de bonos verdes por valor de 500 millones de euros que efectuó el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en el primer semestre del año y que siguió a otras emisiones efectuadas por la Comunidad de Madrid, Navarra o Andalucía, entre otras.
Asimismo, señala la adhesión en 2015 a la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el fomento del crecimiento económico inclusivo y respetuoso con el medioambiente y la reducción de las desigualdades, acompañado del nombramiento de un Alto Comisionado para la Agenda de 2030, un Consejo de Desarrollo Sostenible y, recientemente, la Comisión mixta en las Cortes para su seguimiento.
No obstante, el comité alerta de los efectos negativos de la inestabilidad política sobre el cumplimiento de los hitos marcados para el periodo, quedando pendiente la finalización de la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible, la aprobación de la ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, o la dotación en los Presupuestos Generales del Estado de los recursos necesarios para su consecución.
Por otra parte, el informe de rating ratifica la solidez del marco institucional, reforzado por la pertenencia de España a la Unión Europea y el cada vez mayor liderazgo dentro de las propias instituciones europeas, con un eje de decisión que, tras la salida de Reino Unido, previsiblemente pasará por Berlín, París y Madrid.
Se añade a lo anterior la presencia de mecanismos de garantía, supervisión y control que preservan el correcto desarrollo de las relaciones económicas, ocupando España las primeras posiciones en los diferentes indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial.