Especial Agenda de la Empresa
Celebrar una efeméride es siempre un buen momento para la reflexión; para, con ocasión de un hito, repensar nuestro quehacer, y que la memoria de lo hecho y la conciencia de lo pendiente, nos sirvan de pértiga hacia el futuro. Y a esa reflexión quiero unirme con motivo de que se cumplen veinte años de la constitución de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME).
Pocas tareas se me antojan más nobles, al tiempo que más arduas, que la de representar intereses colectivos, que es a la postre, la razón de ser de FAME. Representar, en su sentido etimológico, significa hacer presente algo que no lo está y, por tanto, en su dimensión social vendría a significar traer a la esfera pública a quien no lo está, y en su sentido colectivo y profesional, representar y defender “los intereses económicos y sociales que les son propios”, en expresión de nuestro texto constitucional.
Viene ello al caso, porque solo desde la asimilación de la dificultad del oficio de representar podemos valorar el preciso significado de FAME en el entramado de organizaciones de nuestra comunidad, como organización que representa a mujeres empresarias, haciendo presentes, pues, sus intereses y defendiendo el papel de la mujer en el tejido empresarial andaluz.
Y en el empeño lleva ya comprometida veinte años FAME y las mujeres que la integran, que sobre el legado de las empresarias fundadoras y el ejemplar trabajo cotidiano de todas las mujeres empresarias hacen que, a día de hoy, FAME sea una organización con un especial significado en el entramado de la sociedad civil andaluza.
Enarbolar todos los días la bandera de intereses colectivos, para procurar la efectiva igualdad de las personas y de los grupos en que se integran, es particularmente digno de reconocimiento y encomio en tiempos en que la tensión entre intereses individuales e intereses colectivos parece vencida del lado de los primeros.
De ahí que quiera unirme a la celebración de la efeméride de una organización que aglutina a “mujeres empresarias”, pues no son necesarias ulteriores digresiones para dar cuenta de la doble circunstancia que hace que su trayectoria haya estado jalonada por dificultades, muchas de las cuales aún perviven.
En esa remoción de obstáculos lleva empeñada veinte años FAME. Por ello, desde el convencimiento en la irreemplazable función que cumplen las organizaciones de intereses, quiero hacer explícito mi reconocimiento y felicitación a todas las mujeres empresarias, a FAME y a su presidenta, Ana Alonso, que personifica, con singular acierto, todos los valores y principios que la organización representa, y cuya trayectoria, saber hacer y empuje son dignos de emulación.
Ángel Gallego Morales
Presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía