Especial Agenda de la Empresa

 

 

El salto que la economía andaluza ha experimentado en los últimos 20 años no puede entenderse sin el protagonismo que han ido ganando las mujeres en el mundo de la economía regional y de la empresa, ocupando por derecho propio y gracias a su talento los puestos de responsabilidad que les corresponde. Pese a que todavía quedan muchas asignaturas pendientes, este avance histórico es sin duda el fruto de una batalla que han dado generaciones de mujeres y el conjunto de nuestra sociedad, pero es de justicia reconocer el papel clave en esta revolución de instituciones como la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME) y, en particular, de su presidenta, Ana Alonso.

En estos momentos de crisis plagados de incertidumbres, cuando existe un peligro cierto de vuelta atrás y de que se agranden las muchas desigualdades que todavía persistían, hay que defender con uñas y dientes este legado, mantener el activismo y seguir trabajando entre todos para desarrollar al máximo todo el potencial emprendedor femenino. Por eso queremos aprovechar estas líneas para felicitar a la FAME en su 20 aniversario y mostrar el apoyo de la Fundación Cajasol a su relevante labor, un compromiso de apoyo a la creación de empresas en femenino que es también el nuestro.

Nuestra Comunidad necesita ahora una transformación total de su estructura productiva, así que tenemos que poner a trabajar toda la capacidad de innovación de la que somos capaces los andaluces para lograr una economía más verde y digital que ponga freno al impacto económico de la pandemia mundial. En este contexto tan adverso y amenazante, la batalla histórica por la igualdad no puede debilitarse y mucho menos podemos permitirnos el lujo de prescindir de los valores del liderazgo femenino. En el caso andaluz, las barreras de género generales y las que afectan al mundo de la empresa son todavía mayores que a nivel nacional o europeo, como bien indican las estadísticas. Mientras que en el conjunto del país las mujeres con puestos directivos en las empresas rozan el 35%, en nuestra Comunidad este porcentaje baja casi diez puntos. Y las cifras se reducen mucho más si hablamos de mujeres directamente al mando ejecutivo de las empresas.

Así que no debemos bajar la guardia, sino más bien redoblar los esfuerzos para seguir derribando estos muros invisibles que discriminan a las mujeres. En esa trinchera por la igualdad de oportunidades, por el desafío de emprender y crear empresa en tiempos de extremas dificultades nos encontrarán siempre.

 

Antonio Pulido Antonio Pulido WEB opinion

Presidente

Fundación Cajasol

 

Artículo incluido en la edición de octubre de Agenda de la Empresa