Generamos cada vez más datos. Es un hecho. Y la sociedad es cada vez más consciente de la importancia de los datos y del uso que se hacen de los mismos (como por ejemplo las RRSS). Pero, y en el ámbito profesional, ¿somos conscientes de la ventaja competitiva que supondría un gobierno de los datos generados en nuestros negocios?

Tenemos que interiorizar lo antes posible que el dato es un activo estratégico para la organización, al mismo nivel o más que el concepto de activo más tradicional. Y ¿por qué es el dato un activo estratégico? Porque nos permite tomar decisiones más acertadas y seguras, definir nuevas estrategias y líneas de negocio, incrementar la proactividad frente a la competencia, mejorar la rentabilidad, reducir los costes… E, incluso, monetizarlo.

Surge así un nuevo paradigma de organización, la empresa data-driven, en la que el dato es el elemento central de la toma de decisiones. Frente al enfoque analítico tradicional que parte de una hipótesis para llegar a unas respuestas, en el enfoque data-driven el dato es el origen en sí mismo de todo el proceso analítico.

Para llegar a ser data-driven, la organización debe crear una cultura donde este activo sea mimado desde la Estrategia hacia la Operación (top-down) así como desde la Operación hacia la Estrategia (bottom-up) y donde se deben tener en cuenta las personas, los procesos y la tecnología.

Los desafíos, por tanto, de una gestión del dato como activo, supone, cambios que podemos resumir en los siguientes:

• La cultura de la organización debe evolucionar a modelos mucho más colaborativos, donde se premie la transparencia, la compartición de información, la gestión del conocimiento y los modelos de organización basados en procesos donde la gestión del dato como activo sea el elemento transversal.
• El Comité Ejecutivo debe liderar este cambio cultural basado en datos. No hay lugar para decisiones basadas en sensaciones, creencias o simplemente experiencias previas. Es un hecho incontestable que, a mayor uso de datos, mayor seguridad en la toma de decisiones. Por tanto, la alta dirección de la compañía se debe preguntar si está orientando a la organización hacia una cultura data-driven.
• Un gobierno del dato efectivo requiere una figura dentro de la organización que vele por el buen cumplimiento del plan, de sus procedimientos, de la formación y de cualquier otro elemento que sea necesario para alcanzar los objetivos marcados.
• En los equipos operativos más cercanos al día a día, así como en nuestros grupos de interés (clientes, proveedores…) es donde se generan/reciben/recopilan los datos y, por tanto, es clave que entiendan y sean partícipes de que esos datos son útiles no solo para las actividades propias de estas áreas más operativas, sino también para ser usados en modelos que permitan amalgamar todos los datos que son originados en las distintas áreas de la organización, sacando por tanto un rendimiento global. Pensemos cómo de útil es, por ejemplo, para los equipos de Ingeniería o Desarrollo de Negocio, amalgamar sus datos con los que provienen en tiempo real de los productos/servicios que han vendido/diseñado y que están bajo el área de Operación.
• No nos podemos olvidar, por último, de la todopoderosa (o no tanto) tecnología. Por supuesto que, con la democratización del Cloud, BigData, Machine Learning, Inteligencia Artificial, Edge Computing… se han abierto escenarios que, hace menos de un lustro, serían impensables. Pero son escenarios que deben estar basados previamente en una mentalidad organizacional alrededor del ciclo de vida del dato. Sin cultura organizacional alrededor del dato, la mejor tecnología no llegará a cumplir sus objetivos.

Por supuesto no es un camino sencillo el que hay que recorrer para orientar el dato como activo, pero es, sin lugar a duda, un camino que todos tarde o temprano vamos a tener que recorrer. Empecemos por respondernos a estas preguntas que nos permitan interiorizar en que punto del camino estamos:

• ¿Tiene mi organización un mindset y unos procesos orientados al dato como activo estratégico?
• ¿Son los datos un elemento principal en la toma de decisiones?
• ¿Es mi organización capaz de localizar los datos que necesita de manera sencilla?
• ¿Son los datos a los que tengo acceso, relevantes y útiles para mi actividad?

 

 

Jesús María Cabet Muñoz Jesus María Cabet WEB opinion

CIO de Abengoa

Profesor del Programa Ejecutivo en Big Data y Business Analytics de EOI-Escuela de Organización Industrial

 

 

Artículo incluido en la edición de noviembre de Agenda de la Empresa