CEO de Almirall: “La pandemia global de la COVID-19 continúa evolucionando, obligando a Almirall a enfrentarse a un escenario sin precedentes y desafiante”

El beneficio neto normalizado de Almirall en su primer semestre, de 59,5 millones de euros, reflejó una bajada del 21,7% en comparación con el primer semestre de 2019.

Mientras, su Ebitda, de 137,2 millones, supone una disminución de un 17,4% (frente a 2019), viéndose afectado negativamente por la entrada de genéricos para Aczone y la COVID-19.

Tanto las ventas netas como los ingresos totales también se han visto impactadas por estos dos motivos, alcanzando 426 y 433 millones, con una caída del 1% y del 7,7% respectivamente.

El margen bruto se situó, “tal y como se esperaba”, en un 69,6%, un descenso de 220 puntos básicos comparado con el año anterior, relativo a los genéricos de Aczone.

“La pandemia global de la COVID-19 continúa evolucionando, obligando a Almirall a enfrentarse a un escenario sin precedentes y desafiante, que también varía en función de las filiales, lo que aumenta su complejidad. La compañía ha logrado responder a esta situación de manera que su impacto en los resultados operativos ha quedado limitado, manteniendo la estabilidad en un periodo ciertamente convulso”, ha destacado Peter Guenter, CEO del grupo.

“El negocio de dermatología en los Estados Unidos y en Europa se ha visto profundamente afectado por la COVID-19. La reducción en el número de consultas a pacientes a causa del confinamiento y la modificación de los hábitos en las prescripciones han repercutido negativamente en nuestros resultados de la primera mitad del año. Este hecho, junto con la competencia de genéricos a la que se enfrenta Aczone, ha causado un descenso en nuestras ventas netas. Hemos adaptado nuestros modelos comerciales para ser capaces de afrontar esta nueva realidad, permitiendo que los profesionales sanitarios sigan en contacto con nuestros equipos a través de medios virtuales”, ha indicado Gunter.