El presidente de la Asociación de Proveedores de E-Learning (APEL)-Andalucía, José Ignacio Ustarán, prevé que las empresas andaluzas especializadas en esta modalidad formativa on line cierren el año 2004 con una facturación de 25,1 millones de euros, cifra que representa el 27,5% del total nacional, estimado para finales del actual ejercicio económico en 91,4 millones.

Dicha cuantía no incluye el mercado universitario ni tampoco las enseñanzas regladas, correspondiendo básicamente a formación continua y ocupacional para profesionales de las Administraciones Públicas (con un 38% del total), empresas (34%), y asociaciones de todo tipo y cámaras de comercio (21%). Sólo siete de cada cien clientes del sector en esta Comunidad Autónoma son particulares.

Estas valoraciones han sido realizadas durante la mañana de hoy en la inauguración del I Foro Andaluz de E-Learning, un evento que ha servido para presentar a empresarios, estudiantes y ciudadanos la primera agrupación andaluza de empresas del sector: “Hemos dado este paso porque consideramos que es una buena vía para expresar nuestras reivindicaciones a la Administración, así como para difundir las ventajas del e-learning entre la clientela potencial, que es muy amplia”, afirma Ustarán.

APEL Andalucía arranca con diez empresas asociadas, si bien sus responsables manifiestan que a lo largo de 2005 este número se podría ver incrementado en quince más. Actualmente forman parte de la agrupación las que ofrecen un mayor volumen de facturación, entre ellas Formación Digital, Grupo Vértice, Ingenia, Human Development, Sadiel, Grupo Tadel y Ánfora Formación.

Por su parte Mariano Baratech, presidente nacional de APEL, manifestó que Andalucía es referente “en número de empresas y en calidad”. De hecho, una de cada tres empresas miembro de la asociación estatal tiene aquí su sede central. Baratech se mostró “satisfecho” ante el crecimiento progresivo que ha experimentado el e-learning en los últimos ejercicios, y que se prevé continúe acelerándose en 2005 y años posteriores, “coincidiendo –dijo- con el cambio del ciclo económico”. Así, a lo largo de 2003 el sector creció un 55% en España, porcentaje que permitió generar a una facturación global de 70,3 millones. Las estimaciones de APEL para finales de 2004 aluden a un crecimiento del 30%, triplicándose en consecuencia la cantidad equivalente a 27,6 millones de euros facturados en 2001.