La cadena de grandes almacenes aprovechará y reforzará su actual infraestructura de logística y transporte, incluso con acuerdos con otros especialistas, y la ofrecerá a terceros, para convertirse en su operador logístico de principio a fin, desde las plantas de producción hasta, si es necesario, el domicilio del cliente. De este modo, espera triplicar el volumen del negocio logístico y facturar hasta 1.200 millones de euros.