Rafael Amor Acedo Rafael Amor WEB opinion

Presidente ATA Andalucía

@rafaelamor_ata

 

En un año enmarcado en una pandemia con un lienzo con fondo de tonos muy oscuros en lo referente a actividad empresarial, empleo, productividad, balance comercial, previsiones económicas, demanda, consumo, PIB… Andalucía demuestra, una vez más, que ha sido -y es- una tierra de oportunidades, con ganas de emprender, una auténtica tierra de autónomos.

Damos fe de ello los casi quinientos cincuenta mil autónomos que vamos a cerrar 2020 y que sabemos, mejor que nadie, que no hay otra manera de superar esta crisis y construir una Andalucía más competitiva, más justa y mejor, para todos los andaluces, que poniendo al frente de toda adversidad esos máximos valores que patentamos y usamos para levantar diariamente nuestras persianas: empeño, trabajo, asunción de riesgo y, por supuesto, el inmenso sobreesfuerzo que estamos llevando a cabo para mantenernos a flote.

Las medidas puestas en marcha por las distintas administraciones como la prestación extraordinaria del Gobierno central, las ayudas puestas en marcha desde el Gobierno de Andalucía (ampliación de tarifa plana, alquiler, mantenimiento, financiación, etc.) o aquellas que se han puesto en numerosos municipios de Andalucía, han aliviado la carga de muchos autónomos que no han podido realizar su actividad o la han realizado, en el mejor de los casos, a medio gas.

Pero no ha sido suficiente. Son muchos los gastos que afrontamos, día tras día, con una caja registradora que lleva diez meses vacía. Hemos tenido que tirar de nuestros ahorros y los de nuestra familia, con sacrificio, con coraje, determinación y valentía, todos ellos elevados a su máxima potencia y enfocados, exclusivamente, en sacar adelante nuestra actividad, nuestro sustento, en definitiva, nuestra forma de vida.

Tampoco la crisis ha amedrantado a los nuevos emprendedores andaluces y, han sido más de cien mil los andaluces que han visto una oportunidad en “tiempos COVID”, iniciando una actividad en sectores como nuevas tecnologías y comunicaciones, construcción, transportes, actividades científicas y profesionales, sanitarias, administrativas, entre otras.

Todos ellos, los autónomos que han aguantado estoicamente meses muy malos, los valientes que se han lanzado a iniciar una actividad en plena pandemia e, incluso, todos aquellos que, desgraciadamente, han cerrado definitivamente su persiana estando al límite, han llevado a que Andalucía se convierta, este año 2020, en la región con mayor empuje emprendedor de España, aportando más del setenta y dos por ciento de crecimiento de autónomos a nivel nacional y a escasos registros de desbancar a Cataluña del lugar de territorio con mayor número de autónomos en el ámbito nacional.

Para el año 2021, los autónomos deseamos, como todos los ciudadanos, la ansiada vacuna que proteja nuestra salud y la de los nuestros. Pero, también necesitamos que tanto la ciudadanía como nuestros dirigentes entiendan la necesidad de buscar un equilibrio entre salud y economía. Para ello, es imprescindible que, de un lado, todos seamos responsables, actuemos con sentido común. De otro, que nuestros gobernantes actúen por el bien común, con responsabilidad y aportando certidumbre a todos los españoles. Sin certidumbre no se crea confianza y continuaremos todos en la cuerda floja, un año más.