Luis Miguel Jurado Luis Miguel Jurado WEB

Presidente de FAECTA y COCETA

@LuisMi_Jurado

 

Diez años de la Ley de Cooperativas Andaluzas ya. En 2021 se cumple una década de la aprobación de la norma que regula a las cooperativas en Andalucía y creo que es un buen motivo para pensar cómo estos diez años han contribuido a colocar a nuestra región a la vanguardia mundial del cooperativismo.

La elaboración de esta norma, que vio la luz en 2011, fue fruto de un largo consenso entre los diferentes agentes sociales que participamos en su redacción. Gracias a estos acuerdos, se consiguió aprobar por unanimidad en el Parlamento andaluz una ley avanzada y progresista que una década después sigue siendo innovadora.

En materia de igualdad se dio un paso al frente recogiendo formalmente en el ideario y sumándolo de forma expresa a los principios cooperativos de la ACI (Alianza Cooperativa Internacional), la aplicación transversal de la igualdad de género. De esta manera se amplíaron los principios cooperativos, que pasaron de 7 a 9, integrando la igualdad y la sostenibilidad empresarial y medioambiental como valores que enlazan con la naturaleza progresista propia de este modelo empresarial. Por otro lado, quiero destacar la previsión que se hizo en 2011 al regular la incorporación de los medios telemáticos al funcionamiento interno de la cooperativa. Desde luego, 2020 nos ha enseñado por la vía rápida la importancia de la tecnología para la organización interna de cualquier empresa.

Innovador es eliminar el capital social mínimo legal para constituir la empresa. Si la ley de 1999 indicaba que se necesitaban 3.000 euros (500.000 pesetas en ese momento), la ley de 2011 recogía que no era necesario fijar un mínimo legal, sino que este podría fijarse en función del proyecto y tendría que estar desembolsado al menos al 50% a la hora de la constitución.

Innovador es también que una ley aprobada en 2011 dé respaldo a las denominadas cooperativas 4.0 para afrontar los retos que plantea el futuro en el terreno laboral. El cooperativismo de plataforma tiene su reflejo en las cooperativas de impulso empresarial, una figura con base en la ley andaluza y que se desarrolla de forma más amplia en el reglamento. Esta tipología cooperativa, integrada en el paraguas de las cooperativas de trabajo, es un salto cualitativo sobre el que se proyecta el futuro del cooperativismo.

Y, finalmente, a mediados de 2018, después de un gran debate, se modificó la norma para reducir a dos el número de socios, un hecho que propició un aumento significativo del número de cooperativas creadas, ya que muchas personas optaron por estas sociedades para desarrollar su idea de negocio. Como resultado, el 78% de las nuevas cooperativas de 2019 está integrada por dos personas.

Una década después, esta ley sigue estando de máxima actualidad y en plena forma.  Tanto es así que otras comunidades como Cantabría o Extremadura han replicado en sus textos diversos aspectos para adaptarse a una realidad empresarial cada vez más cambiante. Desde estas líneas, quiero dar las gracias a todas las personas que participaron en su redacción por su amplitud de miras y por facilitar una herramienta flexible para que las cooperativas puedan adaptarse oportunamente al nuevo entorno socio económico, sin perjuicio del mantenimiento de sus principios inspiradores.

 

Artículo incluido en la edición de febrero de Agenda de la Empresa