Rebaja el dividendo a 0,30 euros para 2021
Telefónica obtuvo un beneficio neto de 1.582 millones de euros en 2020, un 38,5% más que en el año anterior. Este resultado demuestra la eficiencia en la gestión de la compañía ante las difíciles condiciones provocadas por la pandemia, así como su capacidad de transformación para combatir este escenario, lo que le ha permitido despedir el ejercicio con una clara mejoría operativa. Entre octubre y diciembre, las ganancias alcanzaron los 911 millones de euros, las mayores en un único trimestre desde el arranque de 2019.
“2020 ha sido un año excepcional, un año en el que se nos ha puesto a prueba. Era mucho lo que se esperaba de Telefónica y Telefónica ha dado la talla. Hemos estado al lado de la sociedad, donde había que estar. Hemos cumplido y hemos seguido avanzando. Estos datos son fruto de las pautas que nos marcamos en el plan estratégico de 2019, que nos dejaba ya bien preparados para lo inesperado. También son fruto de las medidas adoptadas posteriormente para activar una gestión eficaz y precisa en un entorno tan complejo. Teníamos que actuar, lo hicimos y los resultados nos dicen ahora que estábamos en lo cierto”, asegura el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
La progresión de las cuentas a lo largo del año se ve confirmada en la generación de caja. Si en los seis primeros meses se limitó a 1.222 millones, en la segunda mitad aumentó hasta los 3.572 millones, para alcanzar un total de 4.794 millones en el conjunto del ejercicio. En el último trimestre de 2020, el flujo de caja libre llegó a los 1.993 millones, un 13,2% más que en el mismo periodo de 2019. Este incremento ha propiciado que la cifra anual se haya situado en la media de los cinco últimos años, periodo en el que Telefónica ha generado una caja total de 25.000 millones.
La capacidad del Grupo de generar caja ha permitido un sustancial recorte en el endeudamiento de la compañía. Entre octubre y diciembre, la deuda financiera neta de Telefónica descendió en 1.449 millones, cantidad que se incrementa hasta los 2.516 millones en el conjunto del ejercicio. Como consecuencia, la deuda neta termina el año en los 35.228 millones, un volumen que no incluye los 9.000 millones -un 25% de la deuda neta actual- procedentes de las operaciones inorgánicas pendientes de cierre, y entre las que sobresalen la fusión de O2 y Virgin Media en Reino Unido o la venta de las torres de Telxius. Este importe adicional dotará a Telefónica de mayor opcionalidad y capacidad financiera para seguir rebajando su endeudamiento. En los últimos cuatro años, la compañía ha recortado su deuda neta en aproximadamente 17.000 millones, casi un 30% de la existente a mediados de 2016.
En paralelo, y como refuerzo importante dentro del complejo entorno financiero provocado por la pandemia, Telefónica continúa contando con una sólida posición de liquidez. A finales de 2020, ascendía a 21.447 millones, suficientes para cubrir los vencimientos de los dos próximos años.
En lo que respecta a los ingresos, recogen igualmente el mayor dinamismo registrado en los últimos meses del ejercicio, impulsado fundamentalmente por la creciente actividad comercial y operativa en sus cuatro principales mercados: España, Alemania, Brasil y Reino Unido. Entre octubre y diciembre, los ingresos se situaron en los 10.909 millones, apenas un 2% menos de manera orgánica con respecto a los ingresos registrados en el mismo periodo de 2019. Este dato consolida la mejoría de los ingresos trimestrales, dado que en el tercer trimestre ese descenso interanual fue del 4,3% y en el segundo trimestre, del 5,6%. En el conjunto del año, la cifra de negocios alcanzó los 43.076 millones, un 11% menos que en 2019 por el impacto de la devaluación de las divisas y del coronavirus. En términos orgánicos el descenso se modera al 3,3%, y al 2,4% en el caso de los cuatro mercados más importantes.
Remuneración al accionista y objetivos financieros
Por otra parte, Telefónica propondrá a la próxima Junta General de Accionistas la aprobación de la política de remuneración al accionista para 2021, consistente en un dividendo de 0,30 euros por acción pagadero en diciembre de 2021 (0,15 euros por acción) y en junio de 2022 (0,15 euros por acción), mediante la modalidad de dividendo flexible voluntario (scrip). Esta decisión permite a Telefónica proseguir con la transformación de la compañía invirtiendo en las áreas de mayor potencial de crecimiento, reasignando los recursos para capturar estas oportunidades, mejorando la estructura de capital y manteniendo una retribución atractiva a los accionistas.
El presidente y el consejero delegado de Telefónica, José María Álvarez-Pallete y Ángel Vilá, respectivamente, han renunciado al 100% de la remuneración que les correspondería como incentivo a largo plazo correspondiente al ejercicio.
En cuanto a los objetivos para 2021, Telefónica espera una estabilización de las tendencias en ingresos y OIBDA, así como una vuelta al nivel normalizado de la ratio de CapEx sobre ventas de hasta el 15%.