La dirección de la planta de Bosch en Lliçà d’Amunt ha comunicado este jueves a la representación legal de los trabajadores su intención de cerrar esta fábrica, según ha informado UGT. 

Sumado al cierre de la planta de Castellet i La Gornal, anunciado el pasado mes de septiembre y que supone el final de la planta en el mes de noviembre de 2021, supone que irán a la calle un total de 600 familias en Cataluña (las 300 de Castellet y 336 más de Lliçà).

“UGT FICA de Cataluña denunciamos que, en ambos casos, la multinacional alemana ha actuado con crueldad, llevando a cabo una política insolidaria y egoísta muy lejos de los valores que como “fundación” defensa. Desde hace años, las plantillas de las fábricas de Lliçà y Castellet han llevado a cabo importantísimos esfuerzos -congelacions y reducciones salariales, reducciones de plantilla, etc., para hacer más atractiva la continuidad y la actividad industrial de estos centros. Bosch no ha sabido dar valor a estos esfuerzos y ha tirado por el derecho con una deslocalización sin escrúpulos, su principal opción de negocio”, han señalado desde el sindicato.