Ingresó 528,4 millones hasta diciembre, un descenso de -70,7% frente al ejercicio anterior

Los resultados de Meliá Hotels International en el ejercicio 2020 confirman la “gravedad” del impacto de la pandemia COVID-19 sobre las empresas turísticas, haciendo “imposible” su comparativa con ejercicios precedentes, según señalan desde la compañía. De esta forma, impacta “fuertemente” en sus resultados, registrando unas pérdidas de 425,9 millones (excluyendo deterioros).

Meliá destaca que la anticipación mostrada por el Grupo y su “eficaz gestión” de contingencia han permitido, sin embargo, mitigar los “peores impactos” de la crisis, al atenuar la caída del Ebitda, mediante un estricto control y reducción de los gastos de explotación, ahorro que alcanzó el 50,6% para todo el 2020.

Adicionalmente, la compañía obtuvo un ahorro de 37 millones de euros entre condonación y aplazamientos en alquileres, gracias a la negociación con las propiedades.

La compañía ingresó 528,4 millones hasta diciembre, lo que representa un descenso de -70,7% frente al ejercicio anterior. La tendencia positiva del 2019 se mantuvo durante los dos primeros meses del año, truncándose a partir de marzo ante la mayor crisis sanitaria, económica y social nunca vista en tiempos de paz. En conjunto, la ocupación media registrada en 2020 por la compañía fue del 34,9%, sobre un portfolio medio de hoteles abiertos en el ejercicio del 46%. El resultado neto fue de -425,9 millones sin incluir los deterioros.

Meliá registró un incremento de deuda de 662,7 millones durante 2020, situándola en un total de 1.255 millones (pre-NIIF-16). La compañía finaliza el año 2020 con una liquidez de 316 millones, incluyendo la tesorería y las líneas de crédito no dispuestas. Cabe destacar que, de los 43 hoteles que tiene en propiedad la compañía, tan sólo 10 hoteles (representando un valor de 875 millones, frente a los 3.758 millones fijados por la última valoración realizada por Jones Lang Lasalle en 2018) tienen alguna hipoteca. Dichos préstamos hipotecarios, que ascienden a 260 millones, representan un 7% del valor total de los activos en propiedad.

Para Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de la compañía, “seguimos sin tener una bola de cristal para predecir el momento exacto en que se reactivará la demanda turística, pero la respuesta del mercado en crisis pasadas y la reciente evolución en China, confirman nuestros datos sobre la fortaleza de la demanda actualmente latente. De este modo, confío en que lo peor puede haber ya pasado, y que podremos tener una positiva temporada de verano, siempre y cuando los programas de vacunación y tratamientos continúen ampliando su eficacia en el control de la pandemia. Mientras tanto, seguiremos trabajando en las líneas de digitalización, reorganización interna hacia un modelo más digital y eficiente, y en luchar por seguir asegurando la liquidez de la compañía”.