Mantiene sin variación los tipos de interés

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves que seguirá efectuando compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) al menos hasta el final de marzo de 2022 “y, en todo caso, hasta que considere que la fase de crisis del coronavirus ha terminado”.

Sobre la base de una evaluación conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación, el Consejo  espera que el ritmo de las compras en el marco del PEPP durante el próximo trimestre sea “significativamente más elevado” que en los primeros meses de este año.

El Consejo realizará las compras con flexibilidad de acuerdo con las condiciones de mercado y con vistas a evitar un endurecimiento de las condiciones de financiación incompatible con el objetivo de contrarrestar el impacto a la baja de la pandemia en la senda de inflación proyectada.

Además, continuará reinvirtiendo el principal de los valores adquiridos en el marco del PEPP que vayan venciendo al menos hasta el final de 2023. En todo caso, la futura extinción de la cartera del PEPP se gestionará de forma que se eviten interferencias con la orientación adecuada de la política monetaria.

En segundo lugar, las compras netas en el marco del programa de compras de activos (APP) continuarán a un ritmo mensual de 20 mm de euros. El Consejo de Gobierno sigue esperando que las
compras mensuales netas en el marco del APP prosigan durante el tiempo que sea necesario para reforzar el impacto acomodaticio de sus tipos oficiales y que finalicen poco antes de que comience a subir los tipos de interés oficiales del BCE.

En tercer lugar, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantendrán sin variación en el 0,00%, 0,25% y -0,50%, respectivamente. El Consejo espera que los tipos de interés oficiales del BCE continúen en los niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que observe una “convergencia sólida” de las perspectivas de inflación hasta un nivel suficientemente próximo, aunque inferior, al 2% en su horizonte de proyección, y dicha convergencia se haya reflejado de forma consistente en la evolución de la inflación subyacente.