Este experimento pedagógico y artístico fundado por el arquitecto Walter Gropius sentó las bases normativas y patrones de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico

Formemos una nueva corporación de artesanos, pero sin aquella arrogancia que pretendía erigir un muro infranqueable entre artesanos y artistas. Aportemos todos nuestra voluntad, nuestra inventiva, nuestra creatividad en la nueva actividad constructora del futuro, que será todo en una sola forma, arquitectura, escultura y puntura, y que millares de manos de artesanos elevarán hacia el cielo como símbolo cristalino de una nueva fe que está surgiendo”. Walter Gropius. Programa de la Bauhaus de Weimar, 1919

Los arquitectos Walter Gropius, Ludwig Mies van der Rohe, Ludwig Hilberseimer, Hannes Meyer, Georg Muche, Alfred Arndt, Arieh Sharon, Marcel Breuer o Lotte Beese; los fotógrafos Lászlo Moholy-Nagy, Grete Stern, Horacio Cóppola, o Walter Peterhans; los diseñadores Lilly Reich, Gunta Stölzl, Hinnerk Scheper, Anni Albers, Herbert Bayer; los pintores Wassily Kandinsky, Lyonel Feininger, Paul Klee, Johannes Itten, Oskar Schlemmer, Marianne Brandt, Joost Schmidt, Xanti Schawinsky; los artistas Lothar Schreyer, Josef Albers, Dörte Helm, o el escultor Gerhard Marcks son algunos de los principales exponentes de la Bauhaus, una corriente que revolucionó el diseño, el arte y la arquitectura moderna y sentó las bases normativas y patrones de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico.

Fundada por el arquitecto Walter Adolph Georg Gropius, el origen del término deriva de la unión de las palabras en alemán Bau, “construcción”, y Haus, “casa”, y su creación, al igual que otros movimientos pertenecientes a la vanguardia artística, estuvo estrechamente relacionada con el contexto sociopolítico de las dos primeras décadas del siglo XX.

Con el final de la Primera Guerra Mundial comenzaron a surgir movimientos revolucionarios que aspiraban provocar una renovación radical de la cultura y la sociedad y buscaban nuevos caminos en cuanto al diseño y la composición. No se mantuvo al margen de los procesos político-sociales, sino que poseía un alto grado de contenido crítico y compromiso de izquierda, adquiriendo la reputación de ser profundamente subversiva.

Uno de los principios de su fundador era “la forma sigue a la función”. Y, en esta línea, la Bauhaus buscaba la unión entre el uso y la estética y propugnaba una formación en el campo del diseño a base de talleres tanto para los diseñadores como para los artesanos, conectando la teoría con la práctica. De este modo, Gropius introdujo el diseño dentro de una sociedad industrial rompiendo con la vieja jerarquía del arte.

La Bauhaus fue también un experimento vital de una pequeña comunidad de jóvenes que, tras la Primera Guerra Mundial, abanderaron una utopía social marcada por nuevas formas de convivencia. Se llevaron a cabo legendarias fiestas en la Bauhaus, generalmente temáticas y casi siempre de disfraces, que fomentaban el contacto entre la escuela y la sociedad, impulsando nuevas formas de convivencia

Das Staatliche Bauhaus, o simplemente Bauhaus, fue la escuela de arquitectura, diseño, artesanía y arte fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania), una institución mixta que surge de la unión de la Escuela de Bellas Artes con la Escuela de Artes Aplicadas o Escuela de Artes y Oficios, entre cuyos objetivos, recogidos en el Manifiesto de la Bauhaus, pedían: “La recuperación de los métodos artesanales en la actividad constructiva, elevar la potencia artesana al mismo nivel que las Bellas Artes e intentar comercializar los productos que, integrados en la producción industrial, se convertirían en objetos de consumo asequibles para el gran público”.

Our Game. Our Party. Our Work. © Rudolf Lutz, 1919
Our Game. Our Party. Our Work. © Rudolf Lutz, 1919

El tono “revolucionario” del manifiesto era un reflejo del momento de la época. “El objetivo final de toda actividad creativa es la construcción. Debemos todos de regresar a las artes y oficios. La escuela está al servicio de los talleres y un día será absorbida por ellos. Hagamos juntos el nuevo edificio del futuro que un día se alzará hacia el cielo, como el símbolo cristalino de una nueva fe que se aproxima”.

La propuesta de Gropius iba más allá de la educación tradicional y planteaba una necesaria reforma de las enseñanzas artísticas como base para una consiguiente transformación de la sociedad burguesa de la época. Un modelo de maestros y aprendices, más que de alumnos y profesores.

A lo largo de su trayectoria, la Bauhaus distingue diferentes etapas y tendencias relacionadas con los cambios de dirección, sedes y docentes a cargo de los talleres o el curso preliminar.

Tel Aviv es la ciudad con más edificios construidos al estilo Bauhaus que en cualquier otro lugar del mundo. El estilo fue llevado en los años 30 por arquitectos europeos de la escuela Bauhaus que huían del régimen nazi. Desde 2003, “La Ciudad Blanca” es considerada Patrimonio de la Humanidad, y son más de 4.000 los edificios de estilo Bauhaus y estilo internacional, contabilizados y sujetos a distintos planes de restauración y preservación

Por un lado, la primera etapa, desde su fundación en 1919, más romántica, idealista y expresionista. De experimentación de formas, productos y diseños, se inició con la unión, anteriormente comentada, de la Escuela de Bellas Artes con la Escuela de Artes Aplicadas o Escuela de Artes y Oficios por Gropius, convirtiéndose en la primera escuela de diseño del mundo. Basada en la idea del arte como respuesta a las necesidades de la sociedad, pretendía eliminar las diferencias entre artistas y artesanos. En esta fase se implantó en la escuela el llamado “vorkurs” o curso preliminar, creado por Johannes Itten, que tenía como objetivo liberar de convenciones al alumno y orientarle para su posterior formación. Enseñaba los fundamentos y características de los materiales, la composición y el color. Junto a Itten, Paul Klee y Wassili Kandinsky fueron algunos de los exponentes de esta primera etapa que pasaron por la escuela. En 1923 se realizó la primera exposición de la Bauhaus en Weimar.

La segunda época, más racional y funcional, de consolidación, entre 1923 y 1928. Supuso la introducción de las ideas del Neoplasticismo -movimiento artístico iniciado en Holanda con el ideal de llegar a la esencia del arte eliminando lo superfluo- con Theo van Doesburg y del Constructivismo Ruso de la mano de László Moholy-Nagy. Este último, además, introdujo la fotografía como un nuevo medio de expresión artística, enseñando técnicas como el fotomontaje, el montaje lumínico, la foto escultura y el collage, abriendo vías en este campo. Por su parte, Herbert Bayer diseñó la tipografía “Universal”, cuya versión digital recibe el nombre de Architype Bayer.

Algunos de los más importantes escritos teóricos de la Bauhaus en el ámbito de la pintura como Vías del estudio de la naturaleza y Cuaderno de bocetos pedagógicos, de Klee o Punto y Línea sobre el plano, de Kandinsky, datan de esta época.

Poster for the 1923 Bauhaus Exhibition in Weimar © Joost Schmidt
Poster de la primera exposición de la Bauhaus en Weimar (1923)

Y la tercera época, que abarca hasta el cierre de la escuela en 1933 por el partido nazi. Gropius presenta su renuncia como director en 1928 y László Moholy-Nagy deja de ser titular del curso preliminar y abandona la escuela. Entre 1928-1930, Hannes Meyer fue el encargado de dirigir la institución. Bajo su dirección, la Bauhaus siguió caminos interesantes en el pensamiento ambiental, como la energía solar pasiva y la jardinería ecológica.

Meyer fue sustituido por Ludwig Mies van der Rohe, quien, en un intento de mantener viva la Bauhaus, trasladó su sede de Dessau a Berlín en 1932. A pesar de ello, solo duraría unos meses, hasta abril de 1933.

La Nueva Bauhaus. Tras 1933, gran parte de los integrantes de la Bauhaus, incluido Walter Gropius, emigraron y se instalaron finalmente en EE. UU., en donde se desarrolló una especie de continuación de la Bauhaus hasta la Guerra Fría. László Moholy-Nagy fundó en Chicago en 1937 la New Bauhaus. Fue la primera escuela de diseño industrial en EE. UU. y sería la que respetaría más fielmente el plan de estudios original. Aun así, la institución quebró en menos de un año. Ese mismo año, Moholy-Nagy decidió aventurarse y reabrir la escuela con sus propios recursos y los de algunos conocidos bajo el nombre de School of Design. Esta institución contó con profesores como György Kepes, Robert Jay Wolff y Andi Schlitz. Los alumnos desarrollaron una gran cantidad de proyectos y obtuvieron 17 patentes en dos años, además de ganar premios en concursos nacionales, lo que supuso el apoyo económico de la Fundación Rockefeller y la Carnegie Corporation. En 1944 se integró en el Instituto Tecnológico de Illinois.

La corriente Bauhaus ha tenido una profunda influencia tanto en los diseñadores como en las instituciones educativas de diseño alrededor del mundo manteniendo su cercanía a lo funcional y huyendo de las líneas divisorias entre las diferentes disciplinas

Por su parte, en Europa, la recuperación del modelo de la Bauhaus, o Neues Bauhaus, para diferenciarla de la inicial, tuvo lugar en la década de los 50 en Ulm (República Federal Alemana) con la Hochschule für Gestaltung, Escuela Superior de Proyectación, cuyo primer director fue el arquitecto y escultor suizo exalumno de la Bauhaus, Max Bill. También estuvo al frente de esta institución el pintor y diseñador argentino Tomás Maldonado.

La corriente Bauhaus ha tenido una profunda influencia en el arte, la arquitectura, el diseño gráfico, el diseño de interiores, el diseño industrial y la tipografía desde entonces. De hecho, hoy en día, su legado queda reflejado tanto en los diseñadores como en las instituciones educativas de diseño alrededor del mundo, manteniendo su cercanía a lo funcional y huyendo de las líneas divisorias entre las diferentes disciplinas.

 

Fuente: Historia crítica de la arquitectura moderna. Kenneth Frampton. Editorial Gustavo Gili, 1993

 

María Cano Rico

 

Reportaje incluido en la edición de marzo de Agenda de la Empresa