Antonio López Romero Antonio López WEB opinion

Delegado de Comunicación Sur

Adif

 

En este 25 aniversario de Agenda de la Empresa y del Grupo Informaria es imposible resistir la tentación de hacer balance paralelo al desarrollo de esta apuesta por la información económica y la evolución del ferrocarril como proyecto de transporte competitivo y sostenible.

En 1996 seguía siendo un reto que un medio especializado en economía y en comunicación empresarial pudiese consolidar y pelear en un mercado en el que otros muchos intentos se habían quedado por el camino. En vía simultánea, el moderno ferrocarril de alta velocidad Madrid-Sevilla se abría paso, pero no se había quitado aún la etiqueta del “efecto resaca del 92”. Realmente aún nadie sabía cuál iba a ser su expansión por nuestro país.

Ahora, 25 años después, con el mundo de la información patas arriba, por el imprevisible efecto e influencia de las redes sociales, toda la sociedad en su conjunto está en un proceso de redefinir su papel y su lugar productivo. Hay un anuncio ahora en televisión en el que un estudiante de derecho plantea a sus padres dejar la carrera para dedicarse a la música. Y su hermana menor quiere dejar la ESO para ser influencer. Los padres asienten a la primera propuesta, pero a la segunda responden con el “ya veremos”, tal vez por el miedo a lo desconocido y el vértigo que este futuro que nos alcanza y supera cada día provoca en nosotros.

Informaria, como grupo editorial, ha debido navegar en aguas muy turbulentas. Varias crisis económicas han sacudido tanto a España como a Andalucía en este cuarto de siglo. En este tiempo además el vértigo del futuro, que se ha acelerado especialmente con la irrupción de la tecnología digital aplicada a las telecomunicaciones, ha sacudido los cimientos de la comunicación y el periodismo tal y como lo conocíamos en 1996.

Y en ese tsunami provocado por Internet de imprevisibles consecuencias este grupo de comunicación andaluz ha sabido adaptarse a las circunstancias cambiantes y a las leyes de un mercado que ha visto caer torres muy altas. La apuesta de Informaria la diversificación del producto en múltiples cabeceras digitales dice mucho de su capacidad de cambio, con el esfuerzo añadido de mantener sus cabeceras estrellas de papel, Agenda de la Empresa y Mujeremprendedora. Y de mantener además su actividad editorial. El secreto de esta impecable gestión y longeva vida está en una apuesta por la divulgación, sin obsesiones por las exclusivas, pero muy atentos siempre a elegir para su portada el tema del momento. Todo el universo de la comunicación que ha participado y participa en la revista como fuentes de noticias, entrevistados, articulistas, colaboradores y lectores en su conjunto han podido ir comprobando los efectos positivos que la constancia en el trabajo y la fidelidad a una línea editorial independiente y rigurosa han ido reforzando el hueco informativo que Informaria ha logrado hacer.

Y en todo este tiempo, habéis sido capaces de ser fieles a vuestro principal lema: la pasión por informar. Y además haciendo usos de todos los soportes al alcance que hace difícil distinguir entre la revista, la web escrita y la imagen estática y el movimiento, unidos en un cóctel en armonía que es la seña de identidad de los nuevos medios digitales.

Si hace 25 años nos hubieran dicho que el ferrocarril de alta velocidad iba a superar los 3.000 kilómetros de red en servicio y que la liberalización del transporte ferroviario de viajeros iba a posibilitar la llegada de nuevos operadores al mercado español, seguramente hubiésemos pensado que se trataba de una visión profética o demasiado optimista.

Si hace un cuarto de siglo nos hubiesen vaticinado que las redes sociales iban a convertir al instante a los lectores/consumidores en emisores de miles de mensajes agrupados que pueden provocar un quebradero de cabeza al más fuerte, de manera instantánea, tampoco habríamos apostado mucho por ello.

Si en 1996 se hubiese estrenado una película con el argumento de una pandemia mundial para la que no hay vacuna disponible y nos obliga a reinventar el trabajo desde nuestras casas gracias a Internet para que la economía no se destruya hasta cifras irreversibles, habríamos dicho eso de “esto no puede pasar en realidad”.

Por estos y otros motivos y por seguir en la brecha hay que felicitaros y desearos mucha salud y resiliencia para un futuro que no parará de sorprendernos.