Ya está todo listo para que los próximos Juegos Olímpicos 2012, que se celebrarán entre el 27 de julio y el 12 de agosto en la capital inglesa, sean todo un éxito. Y además, una forma de reactivar la economía, ya que Londres, ciudad que por tercera vez en su historia será anfitriona de estos históricos Juegos, prevé mover unos 4.700 millones de euros gracias, entre otras cosas, a los productos de merchandising.

Un total de 10.000 piezas serán comercializadas durante el acontecimiento deportivo, lo que producirá más de 1.000 millones de beneficios para los comercios. AsiaInspection (www.asiainspection.es), empresa líder especializada en el Control de Calidad de productos importados desde China, India, Vietnam y Bangladesh, entre otros países asiáticos, lleva a cabo controles sobre este tipo de artículos para asegurarse de que “lo barato, no salga caro”.

Ceniceros, llaveros, tazas de té, juguetes y numerosos productos textiles como bolsas y gorras, son algunos de los objetos exportados desde China, cuya producción alcanza hasta el 62% del total de los souvenirs del evento. “Miles de artículos de los que lucen estos días tanto los londinenses como los visitantes han sido producidos en China”, afirma Alex Makow, Director de AsiaInspection para España, Italia y Portugal.

La compañía resalta que un número cada vez mayor de empresas de regalo promocional confían en sus servicios, ya que  “los clientes quieren comprobar que todos sus encargos cumplan las normas y estándares de calidad contratadas para evitar posibles problemas y porque el “Made in China” suele ir acompañado de interrogantes que cuestionan los materiales con los que están elaborados”, asegura. Hay que tener en cuenta que según un estudio reciente de AsiaInspection, un 40% de los artículos textiles importados del gigante asiático suspende los controles de calidad, por lo que es de suma importancia la existencia de estos análisis.

Y es que, tal y como finaliza el Director de AsiaInspection, “es recomendable realizar una confirmación del tipo de material que se ha empleado en la muestra aprobada y luego recoger otra durante el proceso de producción”, debido a que puede haber una serie de malas prácticas, así como falsificación documental que empañen el éxito de un merchandising que solo con la venta de licencias de comercialización ha conseguido mover ya más de 100 millones de euros.