Salvador Garcia Torrico, presidente de CONAE
Salvador Garcia Torrico, presidente de CONAE

Son 3.068.808 autónomos y microempresarios los que hay actualmente afiliados a la Seguridad Social, la gran mayoría está pasando los peores momentos de su vida empresarial y familiar, a pesar de haberlo hecho bien en su administración y gestión empresarial. Se sienten castigados como un recurso más de recaudación y no como los verdaderos generadores de riqueza y empleo, como muchas veces se ha dicho en momentos en los que convenía. La realidad cotidiana que se escucha son rescates a bancos mal gestionados, comunidades sobredimensionadas y una administración que no ha dado respuesta a los problemas en tiempo y forma. Por ello, “los autónomos y microempresas se preguntan, y nosotros también, quién nos rescata a pesar de haberlo hecho bien”, sentencia el Presidente de CONAE, Salvador García Torrico.

No hay crédito ni liquidez para la pequeña actividad económica, las energías y suministros (luz, agua gas, combustibles…) cada día son más costosos y por el pequeño tamaño de actividad, difícil de negociar a la baja con los suministradores, creando graves desequilibrios competitivos y frenos al crecimiento entre las pequeñas y las grandes empresas;  la Ley de Morosidad no funciona para nosotros, la contratación es costosa y tenemos que asumir en la mayoría de los casos la formación del empleado en su puesto de trabajo y en horario laboral; la economía sumergida aumenta ante la situación socioeconómica, difícil de perseguir al ser sumergida, mientras se inspecciona, en muchos casos sin sensibilidad alguna, la pequeña actividad reglada, generando aun más el desánimo y paralizando en muchos casos las pequeñas actividades, sin apenas medios de administración para entender y atender los requerimientos que les llegan, afirma el presidente de CONAE.

De ahí que desde la Confederación Nacional de Autónomos y Microempresas (CONAE) quieran transmitir que a la sociedad ya no le queda más agujeros en el cinturón, ya no se puede apretar más y quizá sea más importante quitar la grasa que sobra con cirugía, fortalecer los huesos del estado y dejar y vitaminar el músculo productivo y social, en gran parte, el emprendedor, el autónomo y la microempresa. “No sólo con las medidas de austeridad propuestas se podrá recuperar la confianza; a éstas deberían acompañarlas medidas que permitan la continuidad de la actividad económica, medidas de generación de empleo y reactivación del consumo para que, vía recaudación, se generen recursos y se regenere la confianza en la sociedad, en las empresas y en el estado”.

“Una subida tan significativa del IVA y del IRPF entre otros, podría provocar una paralización del consumo y potenciaría aun más la economía sumergida, muchos autónomos y microempresas no podrán asumir el aumento de los impuestos en el precio final del productos como harán las grandes empresas. Los márgenes ya son muy reducidos y la repercusión de estas medidas sin otras previas, provocaría una bajada del rendimiento económico y la competitividad  de las pequeñas actividades económicas, esto podría aumentar el desánimo existente de mantener un negocio con unos gastos fijos casi inasumibles y unas perspectivas de ventas que, por la paralización del consumo, no compensaría el esfuerzo final al aumentar el riesgo de endeudamiento y pérdidas. El optimismo compulsivo no nos ha servido de nada y es el momento de la realidad y el pragmatismo, es el momento de la sinceridad y de llamar a las cosas por su nombre, si queremos recuperar la credibilidad y la confianza”, afirma Salvador García Torrico,

Ante la impotencia y la falta de estímulo que está sufriendo el emprendedor, el autónomo y el microempresario, CONAE tiene prevista una reunión urgente del Consejo y Comité Ejecutivo con el fin de proponer una batería de medidas urgentes que se harán públicas la próxima semana, medidas que pretenderán amortiguar la difícil situación actual y afrontar con garantías, al menos el mantenimiento de las actividades económicas y la generación de empleo, con el fin de dinamizar la seguridad y el consumo. No sólo hay que quejarse, también hay que hacer propuestas, como venimos haciendo desde hace tiempo, pero también éstas tienen que ser escuchadas por la Administración, que tiene que ser consciente de lo que le transmitimos las organizaciones, responsables en contacto día a día con la realidad social y empresarial”,  concluye Salvador García Torrico, Presidente de CONAE.