El crédito bancario se va a estructurar como una colocación privada de bonos del Tesoro a un grupo de entidades de crédito y se desarrollará en dos fases. En la primera, se obtendrán 3.000 millones de euros a través de una emisión que se desembolsará a finales de septiembre. El segundo desembolso, de 5.000 millones de euros, tendrá lugar a mediados de octubre.

De esta forma, se da un paso más en la dotación del FLA, un instrumento que va a servir para garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas de las comunidades autónomas y que contribuye a lograr los objetivos de estabilidad presupuestaria.