Después de muchos años de tener la suerte de dedicarme profesionalmente al desarrollo local, muchos son los retos eternos de este modelo que al día de hoy siguen siendo asignaturas pendientes sin resolver. Entre éstos, yo destacaría con los que están más destinados a pensar para poder actuar mejor. Es decir: la planificación, los modelos de gestión y la evaluación. Y precisamente este es uno de los ejes en los que la Unión Europea ha puesto énfasis para el periodo de programación europea 2007-2013. Pues por una parte, ha reducido la engorrosa burocracia europea sobre todo en los instrumentos de intervención y programación; y por otra, ha puesto especial énfasis en varios aspectos como las transferencias de resultados, la buena gestión, y la eficacia e impacto de las políticas de desarrollo territorial europea. Por todo ello, a continuación me gustaría detenerme en varios retos que Andalucía en particular debe de asumir en los próximos años con respecto a los fondos estructurales europeos:

1.Una recopilación de los diferentes proyectos acometidos en los anteriores periodos de programación. Se deben analizar y divulgar buenas prácticas y evaluar los errores del pasado para poder así plantear soluciones válidas.

2.Un planteamiento integral, pero particular. Los modelos de desarrollo territoriales deben de contar con todos los agentes, sectores  y Administraciones del territorio. Pero además, existen problemas y potencialidades concretas que corresponden a sectores, agentes y territorios concretos. En este sentido me gustaría destacar que gracias a la transición democrática, a la consecución de un gobierno regional y a las ayudas europeas, en Andalucía se ha podido apostar por un modelo de desarrollo endógeno regional frente al antiguo modelo centralista pensado en Madrid que entre otros factores, no tenía en cuenta las particularidades de Andalucía. Hoy, es el momento de profundizar en ese modelo a través de la descentralización de gastos e ingresos a las administraciones públicas locales conocedoras aún más de las realidades territoriales. No se trata de localismos, es necesario un desarrollo regional pero este debe de ser complementario al de desarrollo local y de esta forma optimizar las riquezas de todas las potencialidades que esta tierra tiene. También me gustaría detenerme en el papel de los agentes económicos y sociales, importantes en este proceso. Pues los mismos que en los últimos años se han centrado en la concertación social regional. La participación de la sociedad civil es necesaria en un modelo que por su definición debe de ser participativo y los agentes económicos y sociales son los mejores instrumentos para representar sus inquietudes personales y comunes. Por todo ello, además de mirar al gobierno regional hay que apostar también por el la concertación local.

3.Un planteamiento a medio y largo plazo. Los problemas y las oportunidades que aparecen en los diagnósticos territoriales no corresponden en su mayoría a situaciones coyunturales. Por todo ello, la actuación no debe de basarse en proyecto finalistas en el tiempo que correspondan a la oportunidad de financiación concreta, sino a una política asumida como propia que intente llegar mas allá en el horizonte temporal que marca la convocatoria europea de turno. El principio de adiccionalidad europeo se fundamenta en que las intervenciones financiadas deben de ser un complemento a las que los propios territorios asuman ya como propias.

4.Un modelo de gestión centrado en la calidad, la evaluación y las transferencias de resultados. La coyuntura no es buena consejera, y la improvisación tampoco. Hay que planificar y ejecutar bajo los principios de eficacia, eficiencia e impacto. Por todo ello se hacen necesarios modelos de gestión que conlleven una evaluación continua así como ex – post de los resultados. Por lo que hay que emplear instrumentos que permitan un análisis integral. Es decir, cualitativo, cuantitativo, interno y externo de las actuaciones. En este sentido me gustaría señalar el magnífico trabajo realizado por la Dra. Carmen Lima Díaz, profesora de la Universidad Pablo de Olavide titulado "Modelos multisectoriales para la evaluación de políticas públicas. Análisis de impacto de los Fondos Europeos recibidos por la economía andaluza", premiado recientemente con el "II Premio Andaluz de Investigación Universitaria sobre Integración Europea", promovido por la Red de Información Europea de Andalucía de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, a través de la Secretaría General de Acción Exterior. En el mismo se plantea un instrumento cuantitativo adaptado a la realidad andaluza para medir el impacto de las políticas públicas europeas y es un ejemplo de cómo la Universidad y la comunidad científica debe de implicarse también en este proceso.

En definitiva, se trama de optimizar y aprovechar el bagaje que Andalucía ha tendido en las políticas de empleo y      desarrollo gracias a la solidaridad europeo para consolidar los cimientos del futuro. Pues la solidaridad evidentemente es una suerte, pero también una gran responsabilidad para quien la recibe.

mariofuentesr@wanadoo.es