Las lluvias que caídas en Andalucía en los últimos días están provocando serios daños en el cultivo del algodón tanto en cantidad como en calidad.
Andalucía dispone de una superficie sembrada de más de 70.000 has, de las que se espera una producción para esta campaña de 180.000 toneladas. La superficie afectadas por las lluvias otoñales sería de 33.000 has que aún quedan por recolectar. Esta superficie equivale a una producción de 85.000 toneladas que aún se encuentran en el campo, toneladas que van a padecer mermas en cantidad de más del 30 %, además del deterioro de la calidad de la fibra, lo que puede contribuir a que los algodoneros afectados reciban menos precio y dando como resultado unas pérdidas totales para el sector de 15 millones de €. Esta situación sin duda se agravaría más aún de prolongarse las precipitaciones durante las próximas semanas.
UPA-Andalucía considera que esta situación se produce debido al lamentable Plan Nacional de Reestructuración del sector del algodón elaborado por la anterior Consejería de Agricultura y propuesto en Bruselas por el anterior Ministerio de Agricultura, en el que de 28 industrias desmotadoras abandonaron 20, en contra de la voluntad de la mayor parte del sector productor. Esto ha dado como resultado que la recolección se haya retrasado debido a que no ha habido agilidad en las entregas en la mayoría de las desmotadoras.
UPA-Andalucía solicitó en reuniones y por escrito al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la eliminación de la Disposición adicional única del Real Decreto del Plan Nacional Restructuración para autorizar la apertura de otras industrias desmotadoras. El Ministerio se ha mostrado ineficaz ya que ha ignorado las recomendaciones de la Comisión Nacional de la Competencia en el que le pedía a la mayor brevedad posible la eliminación de la citada disposición. Finalmente, el Ministerio de Agricultura acaba de modificarla muy tarde, con más del 50 % de la producción recolectada en la actual campaña.
UPA-Andalucía también culpa a la Consejería de Agricultura y Pesca de no poner en marcha mecanismos que agilicen la recolección, mediante alegaciones que desde la Organización se solicitaron que fueran incorporados en el documento de Normas para el control en factorías desmotadoras. Estos mecanismos demandados fueron entre otros: la ampliación del horario de descarga de las desmotadoras para que no se formen kilométricas colas, como ocurre en la actualidad en las desmotadoras autorizadas. Así como habilitar almacenes alternativos para la recepción del algodón cuando las desmotadoras no tuviesen suficiente capacidad y que estos almacenes estuviesen bajo control.
Hay que recordar que esta organización tuvo que manifestarse en dos ocasiones en la puerta de la Consejería de Agricultura acusándola como responsable del lamentable Plan Nacional de Restructuración del sector del algodón. Manifestaciones que no fueron escuchadas. Como consecuencia, se ha provocado que las siete industrias desmotadoras que operan en la actualidad no tengan suficiente capacidad para poder recepcionar la cosecha de algodón durante los 45 días que dura la campaña, en una región en la que las condiciones climáticas no permiten más tiempo debido a la llegada de las lluvias otoñales que ya están causando daños. Como resultado, los camiones tienen que soportar largas colas de a veces de dos días dificultando la contratación de los mismos, las cosechadoras se quedan paradas al no disponer de camiones y además, se incrementa la humedad de la mercancía mientras ésta permanece en el camión.
Toda esta situación ha provocado que la Comisión Nacional de la Competencia a instancias de una denuncia interpuesta por UPA-Andalucía, haya abierto una incoación de expediente a seis desmotadoras y actualmente están siendo investigadas por presuntas prácticas anticompetitivas consistentes en la adopción de acuerdos tendentes a fijar los precios pagados a los productores.
Por tanto, desde UPA-Andalucía hacemos responsables tanto al actual como al anterior Ministerio de Agricultura y Consejería de Agricultura de la situación dramática que van a padecer muchos algodoneros, que van a ver como pierden gran parte de su producción y calidad de sus cosechas. Este escenario va a provocar pérdidas que serán difíciles de recuperar en un cultivo histórico para nuestra región, y que debería ser rentable para los algodoneros andaluces por las actuales y futuras cotizaciones de la fibra en el contexto internacional. Finalmente, hay que resaltar que el sector algodonero es un sector que soporta un tejido socioeconómico muy importante en estos tiempos tan difíciles para el empleo y la economía de nuestro país.