Uno de cada cuatro andaluces ha dejado de comprar productos por motivos éticos o de conducta de las empresas. El porcentaje es superior a la media nacional, que se sitúa en el 21%.

Éste es uno de los resultados más llamativos del Informe Forética 2004, que han presentado hoy el presidente de esta asociación, Fernando Mugarza, y el director técnico, Germán Granda, en el marco de un seminario sobre la responsabilidad social de las empresas, organizado por la Consejería de Empleo y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), y que ha tenido lugar en el hotel Al-Andalus de Sevilla.

Se trata de un documento que analiza de manera exhaustiva cómo las compañías de nuestro país aplican políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). La edición 2004 es la segunda desde que, en 1999, se creó esta organización.

Para elaborar este ranking se han tenido en cuenta tres aspectos: el conocimiento por parte de los consumidores acerca de la RSC, la predisposición a la compra de productos que provengan de empresas poco responsables y la implicación activa por parte de los consumidores, es decir, si en algún momento han penalizado a compañías poco responsables.

Frente al dato positivo de la penalización, que mejora la media española, los consumidores andaluces son más cautos que el resto a la hora de estar dispuestos a pagar un poco más por aquellos productos con garantías de

procedencia responsable. Un 45% antepondría este compromiso al ahorro en la compra, ocho puntos menos que el índice nacional (53%).

Los andaluces se muestran escépticos con la voluntad de las empresas en cumplir con su responsabilidad social. En este sentido, el 47% de los encuestados no ha apreciado mejoras sustanciales en las condiciones sociales y medioambientales en los últimos dos años. Precisamente esos dos aspectos son los que más preocupan a los consumidores y los que asocian con el término responsabilidad social de las empresas: el respeto al entorno y las condiciones de trabajo de los empleados. La mayoría (81%), sin embargo, no conocía el concepto de RSC.

Por otra parte, el estudio 2004 de Forética pone de manifiesto que la empresa de la Comunidad Andaluza se encuentra, en términos generales, en la media en las principales áreas en Responsabilidad Social Corporativa. Hay, no obstante, algunas diferencias significativas. Por ejemplo, las empresas andaluzas tienen más discapacitados en plantilla (13,25%) que el resto de España (12,49%). En cuanto a la transparencia con los accionistas, la marca regional (68%) mejora tres puntos la nacional (65%).

Del informe Forética se concluye también que hay similitud en los índices de aplicación de códigos de conducta. No obstante, la integración en la estructura organizativa de responsabilidad social es inferior a la media. Frente al 50% de firmas españolas que tienen un directivo que coordine estas políticas, en Andalucía sólo son el 33%. El 21% tiene un comité o departamento específico, mientras que en el conjunto del Estado el 24% dispone de este servicio. Un 11% de los directivos andaluces confiesa haber presenciado conflictos de intereses en sus compañías. Esto supone un 28% por encima de lo que el resto de comunidades autónomas ha reconocido.

De acuerdo con el informe 2004 en los últimos años las empresas, fundamentalmente las cotizadas, han iniciado un esfuerzo por comunicar sus prácticas responsables. Esto se pone de manifiesto en el gran número de informes de RSC que han presentado las compañías en este 2004, aunque todavía se tendría que evolucionar en la homogeneización de la presentación de dicha información.

Se están desarrollando importantes avances en este terreno. Aunque queda todavía mucho camino por recorrer, iniciativas como el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, Global Reporting Initiative y el Libro Verde de la Comisión Europea, entre otras, harán que este concepto global de RSC termine pasando a formar parte de la cultura de las organizaciones. Los resultados del Informe Forética 2004 ponen de manifiesto que si las empresas estiman que las prácticas responsables son relevantes para su negocio es, en parte, porque más de la mitad de las empresas consideran que sus propios clientes toman en cuenta criterios de RSC en sus decisiones de compra.

Los especialistas de Forética consideran que el consumidor quiere ser parte activa de la adopción de políticas responsables por parte de las empresas.

En España, una de cada cinco personas reconocen haber dejado de comprar un producto por estar en desacuerdo con las políticas de la empresa y un 53% llegaría a pagar un poco más siempre que tuviera garantías de una gestión responsable. En el caso de la Comunidad Andaluza este ratio es algo inferior: el 45% de los consumidores.

Sin embargo, el estudio apunta que el consumidor carece muchas veces de información, medios y herramientas para evaluar o comparar las políticas y conductas de las empresas de las que son clientes, por lo que, en su opinión, hacen falta parámetros comunes que simplifiquen la toma en consideración de variables enormemente complejas por parte del consumidor. Una de ellas es, sin duda, las auditorías de RSE.

Asimismo, las empresas españolas consideran que los códigos de conducta son la herramienta que goza de mayor credibilidad en el campo de la RSC. En este sentido, en el informe se puede observar que el 75% de las sociedades que cotizan cuentan ya con códigos de conducta, mientras que en el resto de las compañías este porcentaje no ha variado desde el anterior informe.

Otros datos significativos se refieren a la propia percepción de las empresas sobre la responsabilidad social corporativa de los agentes con los que se interrelacionan. Así, el 62% de las compañías afirma tener en consideración criterios de RSE en la selección de proveedores.

El 67% de las empresas afirma que integra la problemática medioambiental en su toma de decisiones y el 69% de las empresas españolas entiende que viene realizando una buena labor a la hora de facilitar la comunicación con sus grupos de interés.

Aunque según estos datos, las empresas tienen una buena imagen de sí mismas respecto a su compromiso con la RSC, hay varias formas de medir este fenómeno con objetividad: la satisfacción de los empleados y las auditorias externas de RSC, como la creada por Forética, la norma SGE 21.