Para responder a las nuevas necesidades de los consumidores es fundamental apostar por la innovación, que debe recorrer toda la cadena (desde el campo hasta el lineal) con el claro objetivo de ganar en productividad y eficiencia. Sólo así es posible ofrecer productos de la mayor seguridad y calidad al menor precio posible. Y para ello es preciso tener visión integral de la cadena y establecer relaciones estables entre todos los eslabones de la misma, que engloba los sectores de la producción, transformación y distribución.
Ésta es la principal conclusión que arroja el debate organizado en el seno de la Jornada “La industria agroalimentaria: la innovación a demanda de los consumidores”, celebrada en el Museo del Patrimonio Municipal de Málaga. Administración andaluza, consumidores, productores, transformadores y distribuidores han coincidido en señalar que es necesario que el cliente opine y marque la hoja de ruta para que no se le creen necesidades artificiales.
En el debate celebrado en el Museo del Patrimonio Municipal, el presidente de la Unión de Consumidores de Andalucía UCA/UCE, Juan Moreno, se ha opuesto a la creación de necesidades artificiales al consumidor en el área de los productos alimentarios. “La innovación debe estar al servicio del consumidor y la industria debe ser lo suficientemente permeable como para satisfacer sus demandas. El consumidor –agregó- debe tener motivos suficientes para pagar más por los artículos básicos, como son los relacionados con la alimentación. En la etapa de crisis profunda que vivimos esta postura se acentúa. En cualquier caso, los avances no están reñidos en absoluto con el mantenimiento del precio. Insisto –señaló- se pueden sumar mejoras en los artículos sin necesidad de subir su coste”.
Innovación transversal, ventaja competitiva
El director de Relaciones Externas de Mercadona en Málaga, Francisco Rodríguez, destacó que “adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes no es posible si no se apuesta por la innovación, que en nuestro caso recorre transversalmente todos los procesos y métodos de la compañía, aportando en todos y cada uno de ellos mejoras productivas y de eficiencia”.
En los últimos meses, la compañía ha trabajado no sólo para ofrecer los productos con la máxima calidad y al precio más reducido posible, sino que además ha seguido esforzándose para adaptar su surtido a las necesidades reales de sus clientes, a quienes Mercadona sitúa en el centro de todas y cada una de sus decisiones.
“Estamos convencidos de que El Jefe, como internamente llamamos al cliente, sólo está dispuesto a pagar por aquello que le añade valor, de ahí la importancia de captar sus necesidades. En Mercadona hemos dado un nuevo paso más en este sentido y hemos diseñado instalaciones destinadas a conocer de primera mano cómo consumen nuestros clientes los productos, para después, de la mano de nuestros proveedores e interproveedores, ofrecer los que respondan a necesidades reales”.
La cadena agroalimentaria debe concebirse como algo indivisible en la práctica, de manera que cada eslabón añade valor con la vista puesta siempre en el consumidor final. Para Francisco Rodríguez, “es preciso pulsar las necesidades de ese consumidor y tratar de satisfacerlas acertando a la primera”.
“El sector primario debe innovar”
José Ignacio Arranz, Director General del Foro Interalimentario, entiende que cada eslabón de la cadena alimentaria debe innovar. “El primario es el sector en el que debe comenzar la innovación. Hablamos de un área que, adecuadamente integrada en un complejo productivo seguro, con relaciones estables y transparentes, encuentra las mejores oportunidades para aportar valor a esta cadena”.
El debate donde se han vertido todas estas opiniones se ha desatado en el seno de la Jornada “La industria agroalimentaria: la innovación a demanda de los consumidores”, moderada por Manuel Castillo, director del “Diario Sur” y organizada por el Foro Interalimentario y la Unión de Consumidores de Andalucía UCA/UCE. La mayoría de las voces allí presentes abrazan la idea de la innovación desde la producción primaria.
La innovación ha de satisfacer la demanda del consumidor
La mayor parte de los participantes en las jornadas coincidieron en señalar la necesidad de abordar la innovación en el sector de la alimentación con una orientación “necesariamente transversal”, que abarque toda la cadena y afecte a todos los procesos, la tecnología e incluso a los conceptos.
El responsable del área de Innovación del Grupo Cortijo Cuevas cree que el sector alimentario debe ofrecer todo lo que demande el consumidor. Para Diego Santiago, “ese es el secreto. La gente debe encontrar lo que desea en las estanterías. Nosotros les damos una piña natural de máxima frescura, pelada y cortada, sin desperdicio, envasada y lista para llevar a la mesa”.
Jesús Fernández, director de Compras de Ganado en Incarlopsa, ha incidido en la necesidad de intervenir ya en el ganado porcino, “en su genética, alimentación y manejo, si se pretende obtener los mejores resultados en beneficio de la gastronomía, la seguridad, el valor nutricional y el precio de los productos. Ésa es nuestra apuesta. Y seguiremos en esa línea. La hoja de ruta está marcada”.
“Huir de modelos que rompan la cadena”
Por su parte, Andrés Góngora, responsable nacional del área de Frutas y Hortalizas de COAG, destacó que es “evidente” que el agricultor y el ganadero “necesitan unas condiciones de estabilidad y seguridad en la cadena para lanzarse al reto de innovar”. A su juicio, “la innovación no sólo genera nuevos productos, sino que mejora los existentes en muchos aspectos, desde la reducción del uso de plaguicidas hasta poder contar con un calendario de producción más amplio”.
En este sentido, José Ignacio Arranz ha aclarado que “no todos los modelos de negocio comparten nuestra visión integral y sinérgica de la cadena. El modelo de innovación que se ha puesto de manifiesto con ejemplos reales en esta Jornada –añadió- no cabe en modelos de negocio que desintegran la cadena en fragmentos y niegan al productor primario un marco de estabilidad, transparencia y competitividad. Hay que huir de aquellos modelos que rompan la cadena”.
Por su parte, la Directora General de Calidad, Industrias Agroalimentarias y Producción Ecológica de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, Ana Mª Romero, ha destacado la trascendencia de que el productor primario se vea integrado en una cadena que “verdaderamente ponga en valor su actividad, evitando desequilibrios que llegan a poner en peligro, en algunas áreas, la continuidad de la agricultura y la ganadería, estratégicas para Andalucía y para España”.
Ha valorado la existencia de un modelo como el que defiende el Foro Interalimentario, que permite al productor implicarse en acciones innovadoras que contribuirán a “dar mejor salida a sus producciones, afianzando la población al territorio, creando empleo y generando riqueza”. Ha subrayado, igualmente, la importancia de que el consumidor tenga conocimiento de las posibilidades de la innovación agroalimentaria andaluza para ofrecer al ciudadano los mejores productos al mejor precio.