La integración social de las tecnologías de la información ha modificado radicalmente nuestra interacción en todos los órdenes y sectores; las barreras económicas, territoriales y sociales se diluyen, y damos paso a un nuevo concepto de conocimiento colectivo.
El valor fundamental de las ideas adquiere su máximo exponente a través de una tecnología que no se concibe para servir a organismos internacionales, gobiernos o instituciones económicas o políticas, sino que se pone al servicio del individuo, sin catalogarlo o excluirlo por razón de cultura, sexo, o estrato social. La tecnología nos ha aportado por primera vez en la historia del ser humano el privilegio de conectar nuestras ideas a través del uso activo de canales tecnológicos convertidos en auténticos vehículos de conocimiento. Ahora bien, ¿sabremos integrar en nuestro actual sistema educativo, laboral, social y jurídico este cambio radical? Éste es el verdadero reto.
Camino García Murillo
Socia-Consultora de Aidcon Consulting S.L.L.