El club Bilderberg se ha reunido en España, por segunda vez, en el Hotel Dolce de la localidad catalana de Siltges los días 3 al 6 de junio. Este club agrupa a presidentes de empresas, bancos, jefes de Estado, miembros de monarquías europeas y a las personas influyentes del mundo. El club celebra anualmente una conferencia privada durante varios días con más de un centenar de destacados dirigentes mundiales e influyentes personalidades de diversos sectores, que asisten por invitación. El encuentro se celebra en un país distinto cada año a puerta cerrada, sin información a los medios de comunicación de sus exclusivos invitados ni del contenido de los debates. Este carácter exclusivo y secreto del club le confiere un aura de misterio e intriga política, atribuyéndosele oscuras conspiraciones políticas y económicas. Algunos autores ven el club como un gobierno mundial en la sombra o el heredero de las antiguas sociedades secretas que ha fraguado la historia.

El origen de este club se remonta a 1954 y su primera reunión tuvo lugar en el hotel Bilderberg (de donde toma su nombre) cerca de Arnhen (Países Bajos). Entre los principales impulsores figuran el ex ministro belga, Paul Van Zeeland; el príncipe Bernardo de Holanda y el asesor político Josep Retinger. La familia real holandesa apoyó desde el principio la creación de este grupo de opinión, para lograr fortalecer las relaciones con EE.UU., tras la II Guerra Mundial, donde tenían importantes intereses. Su idea era reunir a los más poderosos e influyentes del momento para intercambiar opiniones.

Su organización se realiza a través de círculos concéntricos. El intermedio es el Steering Comité o comité directivo, compuesto por 15 miembros americanos y 24 europeos permanentes. Ellos se encargan de seleccionar a los invitados de cada edición según la agenda temática que han previsto tratar. La pauta habitual es que cada uno del comité directivo invite a dos personalidades. El tándem ideal sería un político de alto rango y un empresario de la industria o un banquero y un intelectual (profesor o periodista). Finalmente la lista se cierra con poco más de 100 invitados.

El club sigue teniendo las mismas normas 56 años después. Sólo hay miembros de EE.UU y Europa. La falta de presencia asiática y latinoamericana hace que muchos consideren este club de poder algo desfasado.

Los miembros que suelen participar en las reuniones son la reina Beatriz de Holanda; el director de la Organización Mundial del Comercio, Pascual Lamy; el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Tricht; el ex secretario de defensa de EE.UU. Donald Ramsfeld; el veterano político norteamericano Henry Kinssiger; el banquero David Rockefeller o el matrimonio Gates. Entre los miembros españoles que suelen acudir anualmente a la convocatoria se encuentra, José Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo PRISA; José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona o el ex ministro de Economía, Pedro Solbes.

Al igual que el club Bilderberg otras instituciones (Foro Económico de Davos, Trilateral, Council on Foreign Relations, Instoittuto Francés de Relaciones Internacionales, Club de Roma, etc)  levantan recelos en  la ciudadanía mundial debido a su falta de control democrático y su repercusión económica y política que ejercen sobre los países, las instituciones, la política y económica, y sobre todo, sobre la gobernanza de un mundo cada vez más globalizado. El futuro de estos foros se encuentra en  la capacidad de transmitir confianza a los ciudadanos y en explicar sus objetivos políticos y económicos.

juan.rodriguez@uca.es