El escenario de crisis que estamos padeciendo, ha sido agravado en los últimos meses por el ajuste presupuestario para controlar los déficit públicos europeos y de esta manera mantener la credibilidad del euro frente a las especulaciones financieras. Pero frente a ese esfuerzo de control de las cuentas públicas, me gustaría detenerme en uno de los temas que creo deben de estar al margen de los recortes. Y este no es otro que las políticas de empleo. En primer lugar, porque el desempleo es el origen de los principales problemas sociales que sufre Andalucía. Y en segundo lugar, porque podemos echar por tierra todos esos avances que se han dado gracias al esfuerzo de la solidaridad europea que suponen estrategias a medio y largo plazo. La realidad actual exige de un esfuerzo de las Administraciones Públicas por reducir los gastos que tengan el menor efecto multiplicador posible. Es una responsabilidad en pos de la eficacia y la modernización de la Administración pero teniendo el mínimo efecto sobre la solidaridad social que siempre ha marcado la diferencia entre la sociedad europea y el resto del mundo. En esa línea hay que seguir apostando por una estrategia de desarrollo de las zonas más desfavorecidas y recoger la enseñanza de las buenas prácticas llevadas a cabo gracias a la experiencia de la política estructural europea en los últimos periodos de programación, entre los que destacaría:

-Una conjunto de elementos interrelacionados denominados itinerarios de empleo. La búsqueda de empleo se entiende desde una actitud activa de la persona que pasa de ser parada o inactiva a través de un proceso de empoderamiento a ser una persona desempleada u ocupada sin empleo. Partiendo de este principio las políticas de empleo deben de diseñarse como una serie de medidas interrelacionadas de orientación, formación e inserción complementarias e integradas en una ruta que conforma un itinerario personalizado que depende de la propia persona.

-La concepción del empleo como parte de un entramado que tiene como objetivo la inserción sociolaboral. El empleo se entiende como parte de un todo que comprende otros aspectos psicosociales: la familia, la forma de vida, el entorno donde vive, sus relaciones sociales, etc. la estrategia para la inserción laboral no puede contemplarse sin tener en cuenta éstos aspectos que en ocasiones afectan a las aptitudes y actitudes laborales e incluso prelaborales o /y co-laborales. Y por otra, existen barreras que están vinculadas a aspectos relacionales y del entorno del individuo. Todas éstas barreras pueden estar vinculadas al territorio concreto donde se encuentra ubicada la persona. Es por ello que las políticas de empleo deben de integrarse dentro de las políticas de inserción social, e incluso contemplar otros aspectos relacionados con la calidad de vida, el urbanismo, el acceso a la salud, etc. El objetivo es la inserción por lo económico.

-La complementariedad y sinergia con otros recursos de empleo y sociales dentro del territorio.

Derivado de la concepción del empleo como parte de un proceso integración sociolaboral y de un itinerario de empleo como un conjunto integrado y complementario de diferentes medidas; se hacen hace necesarias acciones de coordinación y complementación de diferentes recursos públicos y privados implicados en la zona. Es un proceso adicional, todos suman y nadie resta ni se solapa.

-La adaptación de los instrumentos de empleo a las características sujetivas de los colectivos con los que se pretenden trabajar. No todos/as lo desempleados/ as son iguales y en consecuencia no todas las políticas de empleo, aunque partan de elementos comunes, pueden ser iguales. La concreción de medidas concretas especializadas en colectivos por razón de género, edad, etnia y otras situaciones especiales se hacen necesarias en toda estrategia de intervención en general y territorial en particular.

En definitiva, hay que recortar el gasto público, no hay otra opción, pues así lo marca la estabilidad del euro. Pero sin embargo, no hay que olvidar que los recursos que tenemos deben de tener en cuenta las políticas de desarrollo en general y de empleo en particular. El esfuerzo realizado por la Unión Europea en las últimas décadas no pueden echarlo en tierra la especulación financiera. Hay que intentar conservar el Estado del Bienestar lo más posible. Pero sobre todo sin olvidar las políticas de solidaridad con los mas desfavorecidos. Pues eso es mirar por el bienestar de la sociedad en general y no sólo entenderlo como el bienestar de cada uno. Y eso es muy complicado en una sociedad donde el individualismo se ha convertido en uno de sus valores fundamentales.

mariofuentesr@wanadoo.es