El Foro Económico Mundial, popularmente conocido como Foro de Davos, es una organización internacional independiente, fundada en 1971 por Klaus Schwab, ingeniero y académico, en la ciudad suiza de Davos, que intenta mejorar el estado del mundo mediante el compromiso de los líderes a asociarse.  La historia del foro empieza de verdad en 1987, justo un poco antes de la caída de Muro de Berlín. Originalmente, éste había sido un estupendo encuentro sobre gestión de empresa, organizado por este profesor suizo que quería importar masivamente las técnicas y enseñanzas norteamericanas a Europa. Pero a finales de la década de los 80 se reveló como un lugar idóneo para la diplomacia paralela, de forma que la unificación alemana, las transiciones democráticas en Europa central y oriental, la reconciliación de Sudáfrica o el proceso de paz en Oriente Próximo encontraron un foro de debate y resonancia internacional. Al terminar la Guerra Fría (principio de la década de los 90) se convirtió en una plataforma de debate y concertación de política internacional, en un seminario de discusión económica y empresarial y, sobretodo, en una gran feria de contactos y de exhibición de poderío económico.

La idea de un mundo globalizado, paralelo a la imposición del pensamiento único capitalista y a la ausencia de sistemas alternativos, quedó identificada pronto con la reunión de Davos y con el "glamour" creciente del "nuevo capitalismo". Globalización, optimismo y libre mercado han sido las señas de identidad del Foro de Davos durante casi 40 años. Pero la irrupción y el agravamiento de la crisis económica, iniciada en el verano de 2007, ha producido un cambio de temática. El tema estrella tratado en  la edición de 2009 ha sido la remodelación económica y financiera  del mundo después de la crisis. Se da  por descontado que el capitalismo saldrá de esta crisis pero se supone que hay que aprovechar los aires alpinos para proporcionarle los reconstituyentes a un capitalismo que ha perdido el rumbo. Las palabras más repetidas en esta edición han sido "Estado y regulación", palabras proscritas en los últimos años que ahora parecen indispensable para salir de la crisis. Por tanto, la confianza en el capitalismo neoliberal se ha evaporado de la estación de esquí suiza en la que se reúnen ejecutivos, políticos, gurús y banqueros con deseo declarado de arreglar el mundo.

En el polo opuesto se encuentra el Foro Social Mundial que se celebra de Belém. En este foro se reúnen todas las izquierdas: antiguas y modernas. Unas izquierdas sin horizontes en las que se dan cita leninistas, nuevos ecologistas, anarquistas con banderas negras, curas progresistas… etc. Muchas izquierdas con una sola pregunta: ¿qué hacer con el capitalismo? El Foro de Belém se ha convertido en un referente internacional gracias a la crisis financiera y económica mundial que ha cambiado el reparto de la baraja. Sin embargo, aunque la pregunta sobre el futuro del capitalismo es el denominador común de los debates y conferencias del foro,  no existe consenso acerca de cómo o con que sustituirlo.

En las discusiones se perfilan dos tendencias: por un lado, la de quienes quieren sustituir el capitalismo por otro sistema económico sin especificar cuál. Una vuelta al socialismo ¿pero qué socialismo?; por otro lado, se encuentra una segunda corriente, más moderna, defendida por Oded Grajew, vicepresidente del foro, quién propone como alternativa al sistema que se ha roto, lo que califica de "capitalismo socialmente responsable". En vez de mercado libre, piden un "mercado socialmente responsable, con una democracia más participativa.

La visita a este foro de los presidentes sudamericanos Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Fernando Lugo (Paraguay) y Lula da Silva (Brasil) le ha dado credibilidad a muchas de las propuestas debatidas: construcción de un nuevo modelo productivo y de consumo ambientalmente sostenible; políticas de justicia social; democracia participativa; crítica a los efectos de la globalización económica… etc.    

El próximo año, 2010, se volverán a reunir ambos foros y comprobarán lo acertado de sus propuestas y de sus recetas económicas y sociales que efectuaron para salir de los múltiples problemas que está causando la crisis. Quizás el futuro económico de las próximas décadas y de la salvación del capitalismo se encuentre en una síntesis de las propuestas.