Trabajadores reunidos
Trabajadores reunidos

La base primordial de toda sociedad es su capital humano. Éste constituye su parte esencial, la que da forma y sentido al conjunto. Y este capital humano adquiere especial importancia cuando se habla de él desde un ámbito  puramente económico y laboral: son las personas que forman el tejido productivo de un país y, por tanto, su motor de funcionamiento.

Es por ello que Adecco, líder en la gestión de los recursos humanos, ha llevado a cabo a través del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo1 para Andalucía, junto con los investigadores de Barceló y Asociados, un detallado análisis del capital humano en la región andaluza.

Para ello, se han tenido en cuenta los datos del INE del tercer trimestre de 2012 en cuanto a las tasas de paro y ocupación en el conjunto de España y en cada autonomía así como la formación alcanzada por la población activa española, repartida en cuatro grandes grupos: educación primaria, que incluye a quienes completaron esa etapa educativa, pero también a quienes no lo hicieron y a quienes no tienen ningún tipo de estudios; la educación secundaria incompleta, donde se agrupan no sólo aquellos que no completaron la educación secundaria, sino también quienes realizaron cursos de Formación Profesional que no exigen tener el título de la primera etapa de secundaria; la educación secundaria completa, categoría que abarca a los que acabaron esa etapa formativa y también a quienes completaron cursos de Formación Profesional para los que sí se requiere un título de secundaria; y la educación superior, que abarca todas las formas de educación post secundaria, desde enseñanzas técnicoprofesionales de grado superior, hasta doctorados, incluyendo también estudios universitarios incompletos y maestrías.

Andalucía, donde más capital humano hay En principio, es interesante conocer cómo se distribuye geográficamente el capital humano en nuestro país, lo que equivale a decir la cantidad de años de estudios que acumula el conjunto de personas activas (ocupados y parados) de cada comunidad autónoma.

Andalucía es la autonomía con mayor capital humano, acumulando un 16,5% del total. Muy cerca de ella se colocan Cataluña (16%) y la Comunidad de Madrid (15,8%), seguidas de la Comunidad Valenciana (10,7%).

Entre las cuatro autonomías suman casi el 60% del total del capital del país.

Hay un segundo conjunto de autonomías que se caracteriza por agrupar cada una de ellas cerca del 5% del capital humano nacional. Se trata de Galicia (5,7%), Castilla y León (5,2%), País Vasco (4,9%), Canarias (4,6%) y Castilla-La Mancha (4,1%). En conjunto, estas cinco autonomías suman casi una cuarta parte de todo el capital humano español.

Finalmente, las restantes ocho comunidades autónomas –Asturias, Cantabria, Aragón, Navarra, La Rioja, Baleares, Murcia y Extremadura- disponen del 16,5% del total del capital humano del país.

Capital humano en Andalucía

Si tenemos en cuenta que a cada nivel de formación corresponde un determinado número de años de estudio, es posible establecer la cantidad de años que, en promedio, ha recibido de formación cada ocupado. A su vez, este número medio de años de estudio de los ocupados puede aproximarse al capital humano utilizado en cada región.

En el conjunto de España, cada ocupado ha recibido, de media, 11,8 años de formación. En Andalucía este tiempo de formación es algo inferior, con 11,4 años de estudio de media por cada ocupado (es el sexto menor resultado del total de las autonomías).

Por otra parte, de la misma manera pueden calcularse los años de estudio que en promedio tienen las personas desocupadas. Y con ese resultado puede estimarse a su vez el capital humano desaprovechado por cada autonomía.

Lo primero que se destaca es que en todas las autonomías los parados tienen de media menos años de estudios que los ocupados. A nivel nacional, los desempleados presentan una media de 10,3 años de formación, es decir, un año y medio menos que la media de los ocupados.

Los parados andaluces son los que exhiben de media el menor tiempo de estudio de toda España, con sólo 9,8 años (equivalente a tener estudios secundarios incompletos), seguida por Murcia (9,9 años) y Extremadura (9,8 también).

De los datos anteriores surge otro rasgo particular de la región andaluza y es que se trata de la comunidad donde la brecha de formación entre ocupados y parados es más amplia: 1,6 años.

En el extremo contrario, El País Vasco (11,9 años), seguido de Cantabria (11,4) y Asturias (11,3), son las tres autonomías en las que los desocupados exhiben una mayor formación. En ese sentido, el caso vasco es el más notable, pues sus parados tienen de media más años de formación que el promedio de ocupados a nivel nacional, superando también la formación media de los ocupados de once autonomías – entre ellas la andaluza-.

Analizando el número medio de años de formación que tienen tanto los parados como los ocupados de cada región, puede estimarse el capital humano total de que dispone cada una de ellas y España en su conjunto.