La prolongación de la crisis económica más allá de lo esperado y la incertidumbre respecto a la solidez de la recuperación está sembrando de dificultades la convergencia de España y Andalucía en innovación con el resto de Europa y de los países más desarrollados. El gasto en I+D ha comenzado a resentirse por primera vez desde que se registran estos datos por el Instituto Nacional de Estadística, lo que supone una clara señal de alerta y un serio motivo de preocupación.

Elías Atienza Alonso
Elías Atienza Alonso

El mayor peligro de los recortes en I+D+i es que sus graves consecuencias no se perciben de inmediato, pero representan un grave riesgo frente al que, cuando se perfilen sus dimensiones reales, quizá sea demasiado tarde para reaccionar. Por ejemplo, el gigante de los carretes y el papel fotográfico Kodak no podía imaginar que su incapacidad para innovar y volver a encontrar un elemento que diferenciara sus productos en el nuevo mercado digital no sólo le arrebataría su posición de liderazgo, sino que incluso le llevaría a la quiebra después de décadas de hegemonía. La empresa está ahora renaciendo de sus cenizas adaptándose al mercado digital, pero ¿será capaz de recuperar su liderazgo? Es difícil. No supo innovar a tiempo.

Un reciente estudio del Instituto de Análisis Económico y Empresarial de Andalucía subraya el proceso de convergencia tecnológica con su entorno que ha realizado Andalucía en los últimos años. Destaca cómo el gasto andaluz en I+D creció un 218% entre 2000 y 2010, muy por encima de la media del conjunto de regiones españolas (155%) y cuatro veces el aumento observado en la Zona Euro (52%). El número de patentes andaluzas solicitadas y concedidas en 2010 duplicaba las cifras que se registraban al principio de la década.

No podemos desaprovechar este enorme esfuerzo realizado. Desde la Comisión Europea, se advierte de la necesidad de incrementar la inversión en innovación para mantener la competitividad europea, con un objetivo del 3% del PIB para el año 2020. Este reto es inasumible si el gasto en I+D español y andaluz no sólo mantiene los ritmos de crecimiento de los últimos años, sino incluso los incrementa.

El nuevo programa marco de la UE para financiación de la I+D+i, el Horizonte 2020, supone una gran oportunidad para la internacionalización y la innovación empresarial. Más allá de una ayuda financiera inigualable a nivel nacional o regional, el Horizonte 2020 representa una gran oportunidad de relaciones y contactos técnicos y comerciales a nivel europeo mucho más interesante incluso que la propia ayuda económica que se pueda conseguir. Es el momento de posicionarse, adaptar capacidades y prepararse para conseguir los mejores resultados posibles.

Desde la Corporación alentamos a las empresas a mantener su compromiso con la innovación. Somos conscientes de que en el contexto actual no es fácil y por eso queremos estar a su lado. En 2013, CTA tiene un presupuesto para incentivar proyectos de I+D+i de 17 millones de euros y pretendemos además impulsar consorcios que capten financiación europea. Pretendemos redoblar esfuerzos para ayudar a nuestras empresas miembros a mantener y reforzar su apuesta por la innovación pese a las dificultades.

La innovación exige constancia y continuidad. La difícil coyuntura actual es quizás el peor momento para tirar la toalla, ya que en situaciones de crisis e inestabilidad del mercado es cuando pueden aparecer las mayores oportunidades. La innovación no es una elección, sino una necesidad para garantizar un futuro competitivo para la economía andaluza y española.

Elías Atienza Alonso, director general de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA)