Cuando en IDEA recibimos el encargo de diseñar nuevos fondos de apoyo al tejido empresarial siguiendo el modelo de Jeremie, la iniciativa financiera más ambiciosa de la UE, pero ahora con fondos propios, nos planteamos la necesidad de intensificar el apoyo a esos sectores que siendo estratégicos para la economía andaluza, sufrían algunos problemas para alcanzar ese potencial que desde todos los estamentos económicos se les concede. Es el caso del sector de las energías renovables y la eficiencia energética.

Antonio Valverde Ramos
Antonio Valverde Ramos

Las reuniones con las empresas de los sectores implicados, especialmente las de servicios energéticos, nos permitieron detectar las principales barreras que éstas se encuentran a la hora de acometer los proyectos. Entre ellas destacan la ausencia de financiación bancaria para este tipo de proyectos, la elevada exigencia de garantías para el acceso a la financiación que, en el mejor de los casos, lastran y normalmente cortan las posibilidades de crecimiento de las empresas, el desconocimiento de los modelos de negocio de este tipo de empresas (por un lado por parte de los clientes, que son reticentes a la firma de contratos a largo plazo, y por otro, por los financiadores, lo que abocaba al fracaso a la mayoría de estos proyectos antes de comenzar) y finalmente, la falta de agilidad en la tramitación de los instrumentos públicos.

Como consecuencia de lo expuesto anteriormente, diseñamos un fondo específico que pretende solventar estas demandas. El Fondo de Energías Renovables y Eficiencia Energética dispone de una línea de tramitación simplificada para los proyectos de menor importe con un incremento del porcentaje medio financiado, llegando en la mayoría de los casos al máximo que permite el fondo. Asimismo, el fondo facilita el acceso a la financiación de las ESEs (empresas de servicios energéticos) al utilizar el proyecto como garantía principal de las operaciones y permitir en una misma operación la apertura de una línea de financiación para otros proyectos de la misma naturaleza, simplifica la documentación a incorporar a la solicitud y agiliza la tramitación para acortar al máximo los plazos de respuesta.

Los resultados más destacados de estas medidas son, no sólo el número de proyectos aprobados, de los que pueden encontrar información en este mismo ejemplar de Agenda de la empresa andaluza sino además un apoyo específico a la creación del sector de servicios energéticos formado por pymes andaluzas, que sin el  fondo no habrían podido comenzar proyectos ni consolidar su actividad.

Asimismo, hemos conseguido atraer empresas no andaluzas para acometer inversiones energéticas en Andalucía al amparo del apoyo institucional a este sector, llegando incluso al cambio de domicilio social.

Cabe destacar igualmente el efecto demostrativo conseguido por el Fondo, que ha incrementado el conocimiento de este modelo y el interés por el parte tanto de los potenciales clientes  que ven una posibilidad de la mejora de sus costes energéticos y por lo tanto de su competitividad sin la necesidad de acometer las inversiones, pudiendo destinar los escasos recursos financieros disponibles a otras áreas de su empresa; como de numerosas empresas instaladoras ante las que se abre una nueva oportunidad de reconducir su actividad o como proveedor de las ESEs.

Y por último, se está comenzando a despertar el interés de las entidades financieras en estos tipos de proyectos, al comprobar que es un modelo que ofrece rentabilidades atractivas y solidez de los proyectos empresariales. Pero sólo estamos al comienzo. Tenemos los fondos y queremos más y mejores resultados: 90 millones de euros buscan proyectos de energías renovables y eficiencia energética que apoyar. Pueden encontrar más información en cualquiera de los canales de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía.

Antonio Valverde Ramos, director General de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía