El 25 de marzo de 1957 se firmó en Roma dos Tratados que daban origen a la Comunidad Europea (CEE) y a la Comunidad de la Energía Atómica (EURATON). El tratado que instituía a la CEE afirmaba en su preámbulo que los estados signatarios estaban “determinados a establecer los fundamentos de una unión sin fisuras más estrecha entre los países europeos”. Así quedaba claramente afirmado el objetivo político de integración progresiva entre los diversos países miembros. El antecedente de la CEE hay que buscarlo en la firma del Tratado de Paris en 1951 que constituye la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA). El éxito de esta iniciativa animó a sus seis miembros (República Federal Alemana, Bélgica, Francia, Holanda, Italia y Luxemburgo) a seguir avanzando en el proceso de integración europeo.En la práctica, lo que se creó básicamente fue una Unión Aduanera. Por ello, la CEE fue conocida popularmente como el ‘Mercado Común’. Este mercado común afectaba en realidad exclusivamente a la libre circulación de bienes. El otro elemento esencial de lo acordado en Roma fue la adopción de una Política Agrícola Común (PAC). Esencialmente, la PAC, establece la libre circulación de los productos agrícolas dentro de la CEE y la adopción de políticas fuertemente proteccionistas que garantizaban a los agricultores europeos un nivel de ingreso suficiente al evitar la competencia de los productos de terceros países mediante la subvención a los precios agrícolas. El Tratado de Roma significó el triunfo de lo que se ha venido en llamar las tesis ‘funcionalistas’, representada por Jean Monet. Ante la imposibilidad de acceder de manera inmediata a una Unión Política, la nueva estrategia buscaba un proceso de integración que vayan afectando poco a poco a diversos sectores económicos, de forma gradual, y que vaya creando instituciones supranacionales en las que los Estados, paulatinamente, vayan cediendo competencias económicas, administrativas y, en último caso, políticas.Se trataba, en definitiva, de iniciar un proceso en el que la progresiva integración económica fuera allanando el camino al objetivo final de la Unión Política, unión que quedaba planteada como un objetivo a largo plazo. La CEE creó una serie de instituciones para su gobierno: 1) La Asamblea, integrada por representantes de los Parlamentos respectivos, con funciones deliberativas y de control; 2) El Consejo, encargado de asegurar la coordinación de la política económica general de cada uno de los estados miembros; 3) La Comisión, encargada de vigilar la aplicación de los disposiciones del Tratado de Roma y de los dictados por otros organismos dependientes, así como formular recomendaciones y emitir dictámenes sobre materias económicas concernientes al funcionamiento del Mercado Común; 4) Tribunal de Justicia, compuesto por siete jueces responsable de garantizar el respeto del derecho en la interpretación y aplicación del Tratado y demás reglamentaciones; 5) El Comité Económico y Social, de carácter consultivo y compuesto por representantes de los diferentes sectores de la vida económica y social; El Consejo de Ministro de Asuntos Exteriores, encargado de las cuestiones relacionadas con la política exterior común. Como órgano complementario de la CEE se crea el Banco Europeo de Inversiones (BEI), cuya misión es la financiación de programas de desarrollo en determinadas regiones, la elaboración de proyectos comunes a varios Estados miembros y la concesión de fondos para la modernización o reconversión de empresas afectadas por la puesta en marcha de la CEE; y el Fondo Social Europeo, encargado de la ayuda temporal a los obreros y comunidades que resulten afectados por la reducción arancelarias, mediante subsidios de paro, y de facilitar el desplazamiento de la mano de obra a nuevos lugares de trabajo y adaptación a las nuevas técnicas de los obreros desplazados.En medio siglo de vida de la Unión Europea (UE) se ha cumplido con creces los dos objetivos principales marcados en el Tratado de Roma en 1957: mantener la paz en Europa y haber elevado el nivel de vida a cotas entonces inimaginable. La prueba palpable del éxito es la lista de países que la conforman y los que esperan la oportunidad de ingresar en la Unión. La UE de hoy, con un estado del bienestar, que constituye su seña de identidad más poderosa, no nació del proyecto optimista, ambicioso y progresista que los euroidealistas imaginan, sino que es fruto de una insegura ansiedad: acosado por el fantasma de la historia, sus líderes llevaron a cabo reformas sociales y fundaron nuevas instituciones como medida profiláctica para mantener a raya el pasado (dos guerras mundiales en menos de 20 años, con decenas de millones de victimas).Los esfuerzos de homogenización realizados en el seno de la CEE se han ido materializando mediante la adopción de un conjunto de políticas comunes: la política agraria común, la más compleja, tanto por su preponderante situación en los presupuestos comunitarios como por la enorme polémica originada a su alrededor; la política social, la política regional, la política energética, la política industrial, la política de transporte, …etc.En su afán de crecimiento e integración del proyecto europeo, en 1965 se fusionaron la CEE, el EURATON y la CECA en una sola institución, lo que supone un importante avance en la puesta en común de las distintas políticas comunes. En 1968 se alcanzó la Unión Aduanera, dando comienzo una progresiva eliminación de las fronteras fiscales, poniéndose las bases para una nueva etapa, denominada Unión Económica y Monetaria. Las crisis petrolíferas de 1973 y 1979 retrasan su puesta en marcha de esta nueva etapa.La profundización del proceso de integración económico europeo se afianza con la firma en 1986 del Acta Única Europea y su entrada en vigor el 1 de julio de 1987. El Acta Única revisó y amplió el Tratado de Roma, imponiendo un doble objetivo: la culminación del mercado único europeo (libertad de circulación de personas, mercancías, capitales y servicios) antes del 1 de enero de 1993 y la reactivación de las políticas comunes.El 11 de diciembre de 1991 se aprueba el Tratado de la Unión Europea (UE), conocido como Tratado de Maastricht, por el nombre de la ciudad holandesa donde se firma. Este tratado instaura una moneda única (euro) para 1999, de forma ficticia, y a partir de 2002 de forma real; la organización de una política común de defensa y una política exterior común.A pesar de su éxito la UE tiene planteado una larga serie de problemas que condiciona su futuro: dar respuesta a los retos de la globalización; aprobación de nuevo de la Constitución Europea y gobernabilidad de la Unión con 27 miembros; clarificación de la política ampliación y definición de sus fronteras; creación de una política exterior y de seguridad común, disponer de una política energética para evitar la dependencia del gas y del petróleo ruso; aumentar su competitividad y su política de I + D para acortar distancias con los EE.UU; redefinición del estado del bienestar, envejecimiento de la población europea y política de inmigración; cumplimiento de los acuerdos de Kyoto y los efectos del cambio climático,…etc. 

Cronología de la historia de <?xml:namespace prefix = st1 ns = urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags />la Unión Europea<?xml:namespace prefix = o ns = urn:schemas-microsoft-com:office:office />

 

1951. Tratado de Paris: creación de la Comunidades Europea del Carbón y del Acero (CECA): Antecedente de la Comunidad Económica Europea.

 

1957. Tratados de Roma: nace la Comunidad Económica Europea (CEE): Italia, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo y la Comunidad Europea de Energía Atómica (EURATON).

 

1973. 1ª Ampliación: Reino Unido, Irlanda y Dinamarca.

1979. Puesta en funcionamiento del Sistema Monetario Europeo (SME): Origen remoto del euro.

 

1981. 2ª Ampliación: Grecia.

 

1986. 3ª Ampliación: España y Portugal.

 

1986. Acta Única Europea: se modifica el Tratado de Roma. Se fortalece el carácter democrático de la CEE. Reconcede nuevos poderes al Parlamento Europeo y se amplía los ámbito de actuación comunitario (medio ambiente, investigación y desarrollo). Se anticipa la intención de crear un mercado interior.

 

1988. Plan Delors: Se evalúa las ventajas del mercado único.

 

1992. Tratado de Maastricht o Unión Europea: se reforma las instituciones comunitarias. Se sustituye la CEE por la Unión Europea. La Unión económica pasa a ser también política. Se implanta aplicar, progresivamente, la plena unión monetaria y la moneda única (euro).

1995. 4ª Ampliación: Austria, Finlandia y Suecia.

 

1997. Tratado de Ámsterdam: se intenta aproximar la UE al ciudadano.

 

Se alcanzan acuerdos en seguridad, empleo, política exterior, defensa. Se abre la puerta para la ampliación de la UE al este de Europa.

 

1999. Nacimiento del euro.

 

2001. Nacimiento del Banco Central Europeo (BCE).

2001. Tratado de Niza: se instaura un nuevo reparto de poder para cuando ingresen los países del centro y el este de Europa.

 

2002. Puesta en circulación del euro.

 

2002-2003. Convención Europea: redacción de un borrador de Constitución Europea.

 

2004. Elecciones  al Parlamento Europeo.

 

2004. 5ª Ampliación: Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, República Checa, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia.

 

2005. Referéndum de la Constitución Europea: rechazado por franceses y holandeses.

 

2007. 6ª ampliación: Rumanía y Bulgaria.

 

2007. Presidencia de la UE por Alemania.

 

2007. Reunión de Madrid: intentos por reconducir la aprobación de la Constitución Europea.

Fuente: Elaboración Propia.