Los andaluces ya pueden comunicar las reacciones adversas a medicamentos al Centro Andaluz de Farmacovigilancia. A través de la página web del Centro de Farmacovigilancia (CAFV), accesible desde http://www.cafv.es y www.juntadeandalucia.es/salud, los ciudadanos pueden, al igual que ya hacen los profesionales sanitarios, notificar una reacción adversa asociada a cualquier tipo de medicamento de forma directa. La herramienta permite hacer las notificaciones vía web o imprimir el formulario que posteriormente tendrá que ser remitido al CAFV.

Esta medida permite completar la información que transmiten los profesionales con la comunicación directa por parte de los usuarios, de manera que se optimiza el proceso de farmacovigilancia de reacciones adversas.
La secretaria general de Salud Pública y Participación, Josefa Ruiz, ha explicado que la puesta en marcha de esta iniciativa se enmarca en la nueva normativa europea que requiere de un refuerzo de las actividades de farmacovigilancia y fomenta la notificación directa de pacientes y usuarios.

Esta fórmula de notificación vía web, que se realiza por primera vez en España, se encuentra operativa para profesionales desde mayo de 2009. En lo que va de año, el 33% de los casos notificados por los profesionales sanitarios se ha realizado a través de esta vía.

El resto de comunicaciones se realizaron por el modelo tradicional, a través del formulario oficial de notificación, conocido como ‘tarjeta amarilla’, donde se recogen los datos necesarios para evaluar una posible relación de causalidad entre un medicamento y una reacción adversa: un paciente identificable, uno o varios fármacos sospechosos, una o varias reacciones adversas y un notificador identificable. Una vez relleno este formulario se envía por correo postal al Centro Andaluz de Farmacovigilancia.

Con la apertura del sistema de notificación de reacciones adversas de los medicamentos a todos los ciudadanos se abre, también, la posibilidad de identificar con mayor rapidez problemas que pueden llegar incluso a la retirada de un fármaco del mercado.

La notificación se hace especialmente importante cuando se trata de fármacos o productos sanitarios que llevan poco tiempo en el mercado; cuando existe sospecha de reacción adversa desconocida, es decir, que no aparece en el prospecto; y cuando se trata de reacciones adversas graves.

¿Qué son las reacciones adversas?
Se entiende por reacción adversa todo efecto nocivo, no deseado o imprevisto que produce un medicamento en una persona cuando lo ingiere. Pueden variar desde síntomas leves como irritación de la piel, hasta reacciones graves que comprometan la vida del paciente.

Además, existen diferentes situaciones que pueden favorecer la aparición de una reacción adversa, tales como el tratamiento simultáneo con varios fármacos (incluidos los de venta libre, vitaminas, plantas medicinales…), la infancia y la tercera edad, el embarazo y problemas hepáticos o renales, que pueden afectar a la metabolización y/o eliminación del medicamento.