La crisis se ha llevado demasiadas cosas por delante y ha servido como excusa para que la carga ideológica de la derecha política y económica haya intentado avanzar destruyendo derechos. El empleo de calidad ha sido uno de los mayores damnificados en esta situación, sobre todo a raíz de la reforma laboral del PP, que ha permitido destruirlo impunemente.

Es duro ver cómo los avances en materia de empleo y los derechos laborales conquistados para mejorar la calidad del mismo se están borrando de un plumazo; es el esfuerzo de muchos años arrasado por unas políticas injustas y erróneas. Porque el empleo no surge por generación espontánea, sino que se debe poner en marcha políticas y tomar medidas que vayan configurando el escenario adecuado y las condiciones idóneas para que vaya creciendo y fortaleciéndose su calidad. Desde luego las políticas actuales no son las indicadas para lograrlo, de hecho se sigue destruyendo empleo y tejido industrial en Andalucía y España. Tampoco fueron las más adecuadas las desarrolladas en el anterior ciclo de crecimiento económico, cuando no se apostó por un nuevo modelo productivo para nuestra tierra, que hubiera permitido amortiguar los efectos de la crisis tan devastadores que ahora soportamos. Mientras todo era crecimiento, nuestro sindicato alertó sobre el desastre, pusimos encima de la mesa de gobiernos estatal y autonómico propuestas e incluso un Pacto de Estado para ese cambio en el modelo de crecimiento y a favor de un empleo de calidad.

Si algo nos ha demostrado la crisis es que, para que los esfuerzos en materia de empleo den resultados positivos, es imprescindible un cambio en las políticas que la derecha europea y española está aplicando. Mientras continúe con su programa de recortes no solo económicos, sino de derechos y libertades, la salida de la crisis será una quimera por la que Andalucía deberá pagar un precio altísimo sin obtener resultados. Nos repiten constantemente que no existen recetas milagrosas para salir de la crisis, y en parte es así, pero nuestro sindicato no se cansa de insistir en que hay un elemento que si bien no es milagroso, sí es imprescindible para iniciar la recuperación. La salida de la crisis debe ser planificada y construida desde el empleo de calidad, ya que está más que demostrado que cualquier estrategia de crecimiento económico que no sitúe el empleo como eje es absolutamente ineficaz, tal y como estamos comprobando con el fracaso de las políticas de recorte de la derecha. La receta de recortar sistemáticamente olvidando la necesidad de invertir para crear las condiciones propicias para la generación de empleo es llevarnos a la ruina absoluta y arrasar las posibilidades de reactivación que tenemos.

Por eso, defendemos que, además de objetivo prioritario, el empleo es el mayor instrumento para que Andalucía salga de la crisis y progrese en la dirección adecuada, es decir, evitando errores del pasado que nos han llevado a la actual situación. Es indispensable que todos los esfuerzos y recursos estén orientados, directa o indirectamente, a la reactivación de nuestro mercado laboral para crear las condiciones idóneas para el empleo, pero no de cualquier tipo, sino uno de calidad, con derechos, estable, que permita a la persona trabajadora planificar y culminar un proyecto laboral y vital, y que aporte valor añadido al sistema productivo andaluz. En CCOO estamos convencidos, y así lo defendemos en todos los ámbitos de participación, de que el empleo de calidad es la herramienta fundamental para la cohesión social y territorial en Andalucía y el punto de impulso para salir de la crisis.

Es necesario aplicar medidas para comenzar a crear empleo, pero también con una visión de largo recorrido para ir favoreciendo desde ya el viraje hacia ese nuevo modelo productivo. Urgen, por tanto, políticas de estímulo e inversión pública que favorezcan la reactivación económica y la creación de empresas comprometidas socialmente con Andalucía, y no, como está ocurriendo hasta ahora, medidas restrictivas y recortes de las inversiones productivas hasta dejarlas casi a cero. Invertir y reactivar para crear empleos de calidad, ese debe ser el gran objetivo compartido por gobiernos y agentes socioeconómicos, sin olvidar a las personas que han perdido el suyo, a quienes hay que garantizar su protección desde lo público y favorecer su reincorporación al mercado laboral. En este sentido, hay que prestar especial atención a la integración laboral en igualdad de los colectivos con mayores dificultades para acceder al empleo: parados de larga duración, mujeres, jóvenes, inmigrantes, personas con discapacidad; sin medidas para su integración no es posible alcanzar un empleo de calidad.

CCOO apuesta por consensuar entre agentes sociales, económicos y gobierno andaluz una Agenda por el Empleo en Andalucía y la Estrategia Andaluza de Empleo, acuerdos que deben servir de hoja de ruta para establecer políticas y desarrollar medidas que favorezcan las condiciones adecuadas para la reactivación del mercado laboral. De este modo, una de las primeras tareas que debe afrontarse desde las administraciones es la lucha contra la economía irregular, ya que Andalucía no puede permitirse el porcentaje actual que soporta. Debe erradicarse con contundencia mediante un compromiso de todos los agentes implicados para aflorar estas prácticas delictivas y regularizar el empleo sumergido, garantizando los derechos de estos trabajadores que son víctimas de este fraude laboral. Así no solo se dignifica el empleo de miles de personas y se les dota de derechos laborales, sino que se evita al mismo tiempo la competencia desleal entre los empresarios honestos que cumplen la legalidad y los empresarios defraudadores. Además constituiría una aportación importante para los ingresos del Estado y de la propia Autonomía.

Otra tarea prioritaria desde las administraciones es la de garantizar el empleo público y evitar los despidos masivos que permite la reforma laboral del PP. Existe la salida fácil, y tras la cual subyace un enorme componente ideológico, de intentar cumplir los objetivos de déficit impuestos reduciendo el volumen del sector público para ahorrar así costes; es una estrategia nefasta ya que mantener el empleo público es garantizar la calidad en la prestación de los servicios a la ciudadanía y la igualdad entre todos los ciudadanos, algo esencial para configurar el clima adecuado para la recuperación económica.

Y sobre todo, lo público jamás debe renunciar a su papel hegemónico en la intermediación laboral, ya que, de hacerlo, dejaría en manos privadas la intermediación laboral y el empleo de cientos de miles de personas, condicionándolo todo a la obtención de beneficios. Nuestro sindicato se opondrá a todo intento de mercantilizar la intermediación laboral en Andalucía, de ahí que exijamos potenciar -aún reconociendo el brutal recorte del Gobierno central- las Políticas Activas de Empleo y fortalecer el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), que debe ser un verdadero instrumento de intermediación laboral, el más importante y donde se concentre toda la oferta y demanda laboral de la Comunidad, ofreciendo una atención personalizada e itinerarios de inserción laboral para los desempleados. Para eso, el SAE debe recuperar las competencias en materia de formación, algo que venimos reclamando al gobierno andaluz de manera reiterada. Consideramos que la formación que se necesita en Andalucía no puede ser otra que la de un modelo formativo a lo largo de toda la vida, que comience desde la escuela y acompañe a la persona hasta el final; solo así podremos convertir al mayor activo de nuestra economía, el capital humano, en un factor de competitividad generador de valor añadido y en pieza clave para emprender ese cambio de modelo productivo.

El Gobierno andaluz tampoco puede desatender el fomento del trabajo autónomo con derechos y potenciar la internacionalización de nuestra economía, además de una intensa actividad de presión y lucha para que los Fondos Europeos de Cohesión sigan llegando a Andalucía y se destinen a la reactivación económica y a la creación de puestos de trabajo. En este terreno CCOO viene manteniendo la misma postura siempre: condicionar los Fondos a la creación de empleo de calidad, de no ser así perderían su utilidad porque solo servirían para beneficiar a unos pocos.

Toda esta tarea impulsada desde la administración andaluza debe estar enmarcada y encauzada a provocar un cambio de modelo productivo en Andalucía a medio plazo. Cada política y medida económica y laboral en Andalucía debe sustentarse en un proyecto de modelo de crecimiento basado en el I+D+i y el valor añadido de nuestros productos y servicios, en la fortaleza y diversificación de los sectores tradicionales y en una apuesta por sectores estratégicos emergentes y de alta especialización. De no ser así, se volverían a reproducir errores del pasado, que dibujan el espejismo de la creación de empleo y de un crecimiento cogido con alfileres que se derrumba al primer embate de una crisis como la que sufrimos.

El empleo como punto de partida y meta para Andalucía, esa es nuestra apuesta para salir de la crisis. Por eso, CCOO seguirá exigiendo un cambio radical en las políticas de recortes del gobierno del PP -y una acción de rechazo más contundente por parte de la Junta de Andalucía a las políticas discriminatorias hacia nuestra tierra- y defendiendo los derechos, un Estado Social, la Autonomía andaluza y la democracia, elementos imprescindibles para lograr las condiciones adecuadas que permitan reactivar la economía y crear empleo.

Francisco Carbonero Cantador, Secretario General de CCOO de Andalucía